8
Dic

Pedro Pierre: Genocidio Financiero

Genocidio Financiero

Padre Pedro Pierre

Por fin se confirma la realidad espantosa de la deuda externa. Agradecemos al presidente Rafael Correa haber ordenado hace un año la auditoría de este holocausto silenciado. Delante de los informes nos quedamos estupefactos por el saqueo desenfrenado en un festín de sangre y de muerte de más de 30 años. Parece que faltan palabras para calificar a las más altas dignidades de la nación que organizaron semejante barbaridad con la ayuda de las grandes organizaciones mundiales y con el apoyo de los gobiernos y de la élite financiera y jurídica de estos mismos países. Quedan cortos los conquistadores españoles y europeos y los mejores dictadores latinoamericanos.

Los TLC (Tratados de Libre Comercio) querían terminar con broche de oro la legalización de este robo descarado. De ahí la falta de escuela, de salud, de empleo, como también la migración, la delincuencia, la prostitución. 30 años está durando este calvario y sus consecuencias fatales. ¡Cuántos millones de muertos en este genocidio silencioso porque acallaron las voces de los que lo denunciaban! Monseñor Oscar Romero fue el mayor ejemplo de estos asesinatos selectivos programados desde los salones burocráticos del imperio neoliberal. En nuestro país, Manolo Bareno, teólogo seglar amigo de Monseñor Leonidas Proaño, originario de Quero en la provincia del Tungurahua, fallecido en el año 2000, fue uno de los mayores luchadores por la anulación de todas las deuda antes de que comience el nuevo milenio.

Las débiles denuncias de nuestra jerarquía católica contra la deuda externa y la acusación, en el caso ecuatoriano, de haber participado en la compra de bonos no dejan de sorprender. Se desearía más espíritu profético y solidaridad con el pueblo de los pobres.

Más que nunca hay que decir, como lo hacíamos la Iglesia de los pobres, en la década de los ’90: “No podemos pagar: Esta deuda es enorme y sin proporción con los presupuestos de las naciones: se paga con el subdesarrollo y con el sudor y la vida de millones de pobres, particularmente la de los niños. Es económicamente injusta.

No debemos pagar: Esta deuda es injusta: por sus intereses usureros, por haber sido adquirida por dictaduras militares sin el acuerdo previo de sus pueblos, por haber sido utilizada en gastos innecesarios, en inversiones improductivas, en financiaciones ilícitas de bancos, de compras de armas para la represión y los masacres... Es moralmente inhumana.

No queremos pagar: Esta deuda es un atropello económico, un despojo vergonzoso, un robo descarado, un atentado a la vida actual y a la sobrevivencia de las futuras generaciones. Es realmente mortal.”

Sigamos luchando contra la deuda externa para que se nos devuelva este patrimonio nacional despilfarrado, cumpliéndose la profecía de Ezequiel contra los malos pastores militares, civiles y religiosos: “¡Ay de ustedes, pastores de Israel: pastores que sólo se preocupan de ustedes mismos!... Mis ovejas quedaron expuestas a los ladrones, si se convirtieron en presa de las fieras salvajes… Sí, haré que apacienten en un buen potrero…Palabra de Yahvé”.

8
Dic

Benjamín Forcano:La solución el capitalismo ¿para quienes?

Cuando en el fragor de una crisis económica global, surge el clamor de un cambio, miramos enseguida las personas que van a protagonizar el cambio. Mirando los nombres elegidos por Obama para la solución de la crisis, ¿se puede vaticinar un cambio o más de lo mismo? Damien Millet (portavoz del CADTM, Comité para la anulación de la Deuda del Tercer Mundo) y Eric Toussaint (presidente del CADTM de Bélgica), en quien me inspiro para los datos que transcribo, escriben que las personas nombradas por Obama han sido las que desregularon con violencia la economía mundial y creen que encargarles ahora a ellos el comando de la solución es “como querer apagar un incendio con gasolina”.

Es revelador conocer un poco la biografía de trío nombrado.

Robert Rubin, secretario del Tesoro entre 1995 y 1999, enfrentó la crisis financiera de México que acabó en verdadero fracaso; agravó con el FMI las crisis producidas en el Sudeste Asiático, en Rusia y Latinoamérica; impuso a los países emergentes políticas que degradaron sus condiciones de vida y aumentaron sus desigualdades; en Estados Unidos logró abrir la puerta a los excesos de los financieros más ávidos del máximo beneficio, preparando así la crisis internacional actual; suprimió la Banking Act permitiendo la fusión de Citicorp con Traves Group y formar el gigante bancario Citigroup, en cuya directiva ha estado desde el 2000 y a quien el gobierno estadounidense acaba de salvar con urgencia (Noviembre 2008) garantizándole más de 300.000 mil millones de dólares activos.

Lavrence Summers, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, en 1991 siendo jefe económico del Banco Mundial escribió: “Es necesario alentar el desplazamiento de las industrias contaminantes hacia los países menos avanzados. Debe existir cierto grado de contaminación en los países en que los salarios son más bajos”; presionó para que saliera del Banco Mundial Josepth Stiglitz, muy crítico con sus orientaciones y las de Robert Rubin; continuó su carrera en la universidad de Harvad ganándose la enemistad de toda la comunidad universitaria al afirmar que “Hay escasas mujeres en los puestos elevados en el ámbito científico, porque están menos dotadas que los hombres para las ciencias”. Tuvo que dimitir a pesar de sus disculpas, pero nadie como él trabajó para poner en marcha la más importante desreglamentación financiera de estos últimos 60 años.

Timothy Geitner, discípulo de Rubin y Summers, es actualmente presidente del Banco Central de Nueva York y será nombrado secretario del Tesoro. Encargado de las Relaciones Internacionales entre 1991 y 2001 en los países de Brasil, México, Indonesia, Corea del Sur y Tailandia les hizo probar los desastres del neoliberalismo. No hay duda de que seguirá defendiendo las grandes instituciones financieras privadas, sordo a los derechos humanos fundamentales.

Benjamín Forcano
Sacerdote y teólogo

8
Dic

Juan J. Paz y Miño: Fiestas de Quito

A pesar de la ideología conmemorativa, las “fiestas de Quito” demostraron, una vez más, la contradictoria expresión de mitos y realidades. Para comenzar, se celebra la “fundación” de la ciudad por Sebastián de Benalcázar. Algo totalmente falso. Porque Diego de Almagro fundó el 15 de agosto de 1534 la ciudad de “Santiago de Quito” y casi de inmediato la “Villa de San Francisco” el 28 de agosto. Lo que hizo Benalcázar el 6 de diciembre es notificar a los alcaldes para que residan y administren la “Villa” que fundó Almagro. Además se registraron 204 “vecinos”. Pero solo en 1541 se le otorgó a la “Villa” el título de “Ciudad” y recién en 1556 el título de “Muy Noble y Muy Leal”.

Las “fiestas” también parecen venir desde un pasado remoto. Pero la verdad es que nacieron en la década de los sesenta del siglo XX. Se conjugaron tanto la promoción que de ellas hizo un diario capitalino, como el interés de una empresa licorera y el de empresarios nacionales y españoles que encontraron en “los toros”, bendecidos como “Feria Jesús del Gran Poder”, el espacio para los buenos negocios. Con el tiempo y la atención mediática, “los toros” hegemonizaron en las fiestas con todas sus creaciones: arte, exhibicionismo, elitismo, esnobismo.

“Los toros” concentran ahora los ataques de un creciente número de opositores. Pero, aún reconociendo que “los toros” tienen cierto arte y que existe cierta cultura taurina que por cierto no es patrimonio nacional y ni siquiera quiteño, a pesar de todo lo que se diga, no se puede dejar de reconocer que paulatinamente va manifestándose una tendencia crítica antitaurina que gana espacios. Como los procesos históricos son lentos, es posible que “los toros” desaparezcan o disminuyan en su significación frente a lo que actualmente ocurre, lo cual, desde la perspectiva de los nuevos valores sobre la naturaleza y el medio ambiente que el Ecuador promueve, estará bien.

También con motivo de las fiestas de Quito se acentúan las polémicas políticas. Hay un sector que sostiene que no debe existir este tipo de festejos, porque se está “celebrando” la destrucción de las culturas aborígenes, la conquista española y la opresión. Que hay que conmemorar, dicen, la resistencia indígena. Hace varios años el propio Municipio de Quito consagró el Día de la Resistencia.

Es correcto hablar de resistencia. Y no hay duda alguna que el proceso de conquista significó la destrucción de la organización indígena anterior, la mutilación de las culturas aborígenes y la imposición de sistemas opresivos. Pero, al mismo tiempo, la fundación de la ciudad de Quito significó el nacimiento de la ciudad que hoy tenemos, o más precisamente, de su centro colonial. Porque la conquista y la colonia, como sucede en todo proceso histórico de esta naturaleza, fueron dialécticas, esto es, de una parte destrucción y de otra creación. De manera que hoy somos herederos de nuestro inevitable pasado, pero también constructores de un nuevo futuro. Sin duda, ahora hay mayor conciencia que en el pasado sobre estas virtualidades y capacidades ciudadanas.


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