28
Dic

Juan Paz y Miño: Deuda ilegítima: ayer y hoy (3)

En 1854 el Congreso ecuatoriano reconoció el convenio Espinel-Mocatta, por el cual se inició el pago de la “deuda de la independencia” o “deuda inglesa”. Resultó perjudicial a los intereses nacionales. La patria literalmente se vendía: tierras baldías, arrendamiento de las Galápagos, respaldos aduaneros y mineros, etc. eran los “compromisos” gubernamentales para “honrar” aquella deuda ilegítima.

Hay que reconocer que el impacto de los compromisos antinacionales obligó a Gabriel García Moreno a suspender unilateralmente el pago de la deuda (1869). Desde luego, ello produjo que la credibilidad del país se derrumbara en los mercados internacionales. Algo que habría dado empleo a los actuales calificadores del “riesgo país”. Así es que sin crédito externo, el Ecuador pasó a depender de los bancos privados internos, lo cual fue igual o peor.

Fue Antonio Flores Jijón quien retomó seriamente el pago de la deuda pública para restablecer el crédito de la nación. En 1890, con la aprobación del Congreso, logró una nueva conversión: del monto adeudado, que llegaba ahora a £ 2.246.560,oo (¡originalmente fue de £.1.824.000, por el convenio Espinel-Mocatta!) se obtuvo la rebaja de £ 750.000,oo, un interés promedio del 5% y, eso si, la garantía del pago con rentas del Estado. Una reducción que hoy defenderían, por parecida, quienes aplauden la conversión de bonos Brady a Global durante el gobierno de Gustavo Noboa (2000), asunto que Alberto Acosta califica, irónicamente, como “atraco maravilloso”. Sin embargo, el Congreso de 1894 consideró perjudicial la negociación floreana y suspendió el pago.

Entonces, a consecuencia de la Revolución Liberal (1895), llegó al gobierno el radical Eloy Alfaro, quien impuso otra suspensión unilateral y definitiva de la que bautizó como “deuda gordiana” (1896), “hasta que se obtenga un arreglo equitativo y honroso con los tenedores de bonos”. Algo parecido a lo que ha hecho el presidente Rafael Correa y que tanto alarma a quienes argumentan a favor de “honrar” la deuda externa, como si fuera una cuestión moral (igual a la de un individuo con su banco, según dicen), sin importarles las estafas internacionales de la deuda contra el interés nacional.

Alfaro se empeñó en construir el ferrocarril Guayaquil-Quito. Pero el “descrédito” del país impedía contar con capitales externos, sin los cuales era imposible la obra, porque no bastaban los internos. Fue Archer Harmann, el constructor, quien se preocupó por acelerar algún arreglo con los tenedores. Aprovechando el bajo valor de los bonos (era del 35%) en 1898 se compró una parte al contado y otra con emisión de bonos para el ferrocarril. Aún así, los recursos faltaron varias veces, debiendo intentarse nuevos arreglos y créditos. En 1909 se logró la consolidación definitiva. En adelante, pasó a ser la deuda directa de la nación. Felizmente la gran obra liberal se terminó en 1908, cuando el ferrocarril entró a Quito. Pero el Estado era, a su vez, crecientemente deudor de la banca privada interna. Algo que seguiremos en la próxima entrega.

27
Dic

Rómulo Salazar Ochoa: CONSTITUCIÓN Y JUSTICIA

(Remitido por Guillermo Navarro)

Desde la década anterior se ha venido hablando en América Latina y en algunos países de Europa respecto de una justicia constitucional, es decir, sustentada en el derecho constitucional, y no en la ley como se nos había enseñado y aun se enseña en las aulas universitarias, y en gran parte de los textos positivistas kelsenianos.

Las nuevas corrientes del pensamiento jurídico han abandonado el tradicional concepto de la ley como fuente del derecho, y en su lugar sostienen que lo es la Constitución independientemente de lo que diga o siga diciendo la ley, o independientemente de lo que omita la ley. Esto comienza a generar un difícil y hasta escabroso conflicto en el quehacer diario de jueces, abogados, catedráticos, funcionarios públicos, ejecutivos privados y ciudadanos en general.

Este conflicto, difícil y escabroso pero saludable para los pueblos, amenaza con terminar y terminará con el <<memorismo>> de la ley, con el <<reglamentarismo>> de la impreparación jurídica; liquidará la rutina tanto en el quehacer judicial como en el libre ejercicio de la abogacía, golpeará el libertinaje y autoritarismo de las decisiones administrativas que propiciaron las mafias institucionales y los cacicazgos políticos, prostituyendo los derechos, instituyendo prebendas, tolerando la corrupción y la impunidad.

La tarea, desde luego, no es fácil y no tiene porque serlo; al contrario, como las grandes causas, es ardua y prolongada, pero ha comenzado con la vigencia de la Constitución de Montecristi. La óptica constitucional del derecho implica, además de una actitud profundamente ética, una elevada formación intelectual que, salvo excepciones, no son comunes en el servicio judicial ni en el ministerio fiscal.

Así como la vieja política y sus partidos <<se han venido al piso>>, así también ha ocurrido con los códigos y leyes. ¿Qué pasará con nuestros jueces y fiscales y en general con las autoridades en cada institución?. ¿Podrán ellos responder satisfactoriamente este desafío?. Los jueces, nacionales o provinciales titulares, conjueces o suplentes son los llamados en primer lugar a aplicar este nuevo concepto de justicia basada ante todo en el derecho constitucional. Unos y otros y todos mismo debemos tener presente que la doctrina constitucional admite la posibilidad, incluso la necesidad del fiscal perseguidor, pero, a la vez habla del juez de garantías como contraparte de aquel, sin perjuicio de reconocer la existencia del juez que sanciona en el juicio sólo en tanto el fiscal o el acusador particular presentan evidencias y las convierten en prueba.

Más aún: ¿Sabremos los ciudadanos en general, y en particular los abogados en libre ejercicio profesional, asumir también la tarea de identificar esta justicia constitucional y luchar por su aplicación proveyéndonos del acervo cultural necesario e incluso de la formación moral que ello impone?.

La gran tarea consiste en que comencemos a trabajar para arrancar el derecho constitucional del <<pedestal academicista>> en el que la derecha mantuvo la Constitución y convirtamos a ésta en inspiración y expresión del pensamiento social en función del cambio y la transformación política, garantizando el respeto a los derechos de las personas y de las colectividades.

Esta preocupación, desde luego, comienza a despejarse en la medida en logramos entender que los principios constitucionales rigen a pesar de los vacíos, limitaciones y tergiversaciones que respecto de ellos contiene la ley, y que por lo mismo, a diferencia del viejo positivismo, no es y no puede ser ella sino el propio texto constitucional la fuente de nuestros derechos y garantía a la vez de su eficacia en armonía con la más alta significación de la naturaleza humana.

24
Dic
24
Dic

JORGE NÚÑEZ SÁNCHEZ: ¿Vocación autoritaria?


jorgenunez Tras la muerte de García Moreno, la derecha ecuatoriana se sintió tan huérfana como hoy y uno de los áulicos del tirano, el cura Matovelle, que había sido senador y beneficiario de la tiranía, escribió: “La libertad nos fastidia, el despotismo nos hace falta. Si nos dan la libertad, la arrojamos al fango del libertinaje: nuestras tradiciones, nuestros hábitos, nuestra poca cultura, nuestra falta de carácter, todo reclama la vara del despotismo.”


Tras la muerte de Febres Cordero, la derecha ha vuelto a sentir esa horrenda orfandad y desamparo de otrora. Añoran el látigo del patriarca, la vara de la tiranía. Por eso se juntan a llorar y hacen loas al difunto esos mismos que ayer se insolentaron contra el patrón que los escupía y, a veces, hasta los abofeteaba. ¿No fue su vicepresidente Blasco Peñaherrera, el de la conmovida oración fúnebre, quién hace años dijo que LFC presidía “un gobierno de hombres entontecidos por el dinero” y lo acusó de querer instituir un somozato?


Alguien dirá que el símil entre García Moreno y Febres Cordero sólo puede ser admitido en el plano político, pero no en el moral, porque el primero fue un tirano impoluto, que jamás robó fondos públicos, y el segundo, en cambio, ejercitó todos los pecados capitales. Igual parece que piensa el arzobispo de Guayaquil, quien, en un lapsus ya histórico, dijo públicamente en el sepelio de LFC: “Señor, tú que perdonaste al buen ladrón, perdona a nuestro hermano León Febres Cordero…”


En su ansia de sostener un poder que se le escapa para siempre, la derecha ecuatoriana se ha revelado más cínica que ninguna otra. La derecha chilena defendió a muerte a Pinochet frente a las acusaciones de sus enemigos, pero luego renegó del dictador, cuando se supieron sus robos de fondos públicos. Defendían a su sicario, pero despreciaban al ladrón. Nuestra derecha defiende a su caudillo sin pensar en la distancia que va del tirano al bandido. Eso la califica y la revela de cuerpo entero: es una derecha bandida, que a su hora hizo marchas para defender a los banqueros ladrones, encabezada por el inefable difunto.


Hay una cuestión que me preocupa más que los llantos de la oligarquía y su servidumbre. Es el llanto de algunas gentes del pueblo, que veían en LFC a su líder político. ¿Será que a ellos si les alcanzó el “pan, techo y empleo” que no llegó a la inmensa mayoría? ¿O esas gentes son los últimos supervivientes de la vieja cultura caudillista del agro montubio, que en el siglo pasado consagró a patrones como “El Gago” Efrén Icaza Moreno o “El Mico” Emilio Bowen Roggiero? Y menciono a estos personajes, porque el muerto se pareció más a ellos que a don Gabriel, tirano impoluto y apasionado de la unificación nacional.


Montado en caballo de paso o vestido con terno, corbata y pistola al cinto, Febres Cordero encarnó la imagen del patrón oligárquico. Una imagen a la que se rindieron muchos políticos supuestamente cultos, ante la que se prosternaron magistrados y jueces pícaros o cobardes, y que hoy ensalzan y consagran los medios de derecha, incluidos aquellos cuyos dueños fueron pisoteados en su hora por la bota del abusador.

24
Dic

Rubén Darío Buitrón: Mirándonos en el espejo

Mirándonos en el espejo

rubendariobuitronPor Rubén Darío Buitrón

¿Qué actitud adoptar ante el otro, ante el que no es como nosotros? ¿Cómo tratarlo? ¿Hay que intentar conocerlo? ¿Es ético buscar la manera de acercarnos y entenderlo?

Esas preguntas debieran asaltarnos con frecuencia. Asecharnos y obligarnos a salir de la casa de espejos donde estamos atrapados.

Atrapados en la casa de espejos donde hablamos para nosotros. Donde no nos importa lo que piensen los otros. Donde escribimos contra los otros. Donde subestimamos a los otros. Donde repudiamos la opinión de los otros. Donde no escuchamos la voz de los otros. Donde quisiéramos callar, para siempre, las ideas de los otros.

Atrapados en la casa de espejos que nos impide mirar, entender, admitir que por fuera de estos enormes espejos habita una sociedad vital y compleja que no la vemos, que no la escuchamos, que no la sentimos, que no somos capaces de percibir.

Atrapados en la casa de espejos donde no son posibles la deliberación ni el disenso. Donde quienes tienen el poder solo reconocen su propia imagen y al mirarse en ella arrasan con todo lo que no encaje en sus proyectos, visiones, maneras de entender la vida, la realidad, el futuro.

En la casa de los espejos no es posible la tolerancia, el respeto, el espacio para el otro. Ni siquiera es posible la coexistencia con el otro: si nosotros tenemos la razón, si nosotros representamos la sensatez, si nosotros somos los heraldos de la ética, si nosotros tenemos las herramientas para difundir y multiplicar y expandir nuestra hegemonía ideológica, política, económica y social, ¿para qué escuchar la palabra del otro, del diferente, del distinto? ¿Para qué tomar en cuenta a los agoreros que pretenden alarmar advirtiéndonos que la intolerancia, la arrogancia y el desprecio a los otros podría conducirnos a la derrota colectiva, al funeral de los procesos reflexivos y a la demolición de escenarios para el debate y la búsqueda de consensos?

Muchas veces los periodistas también nos dejamos cegar por el resplandor de los espejos. Sin visión precisa, olvidamos que nuestro oficio solo tiene sentido en función de los demás y que el destino moral del periodismo son los otros conectados a nosotros.

El sabio griego Heródoto solía decir que cuando unos individuos cierran la puerta a otros individuos, por las razones que fueran, en el fondo son sujetos miedosos que adolecen de un complejo de inferioridad y tiemblan ante la perspectiva de verse reflejados en los sentimientos y las demandas y las necesidades y los pensamientos ajenos.

Cercados por las murallas que nos impiden ver más allá de nosotros mismos, no alcanzamos a entender que será imposible construir una sociedad más humana si seguimos mirándonos en nuestros espejos.

22
Dic

Juan Paz y Miño: Deuda ilegítima: Ayer y Hoy (2)

Ecuador, lunes 22 de diciembre de 2008

Deuda ilegítima: Ayer y Hoy (2)

Juan J. Paz y Miño Cepeda

A poco de fundarse la República del Ecuador (1830), pesaría en su historia la “deuda de la Independencia”, fruto de la herencia del 21.5% de la deuda grancolombiana. Oficialmente arrancó en 1854, cuando el Congreso aprobó el convenio Espinel-Mocatta, que reconoció £.1.824.000 en nuevos bonos a favor de los tenedores.

Entre 1830 y 1854 Ecuador no pudo “honrar” la deuda externa. Ello no excluyó los primeros intentos de arreglo. En 1843, la Convención acordó el pago de la deuda con la venta o arriendo de tierras baldías. Juan José Flores proponía ceder territorios a los acreedores para un número determinado de colonos europeos, lo que no fue aceptado por los tenedores, que exigieron nuevos bonos incluyendo la capitalización de los intereses.

En 1848, el presidente Vicente Ramón Roca negoció con Pedro Conroy para destinar una parte de los derechos aduaneros al pago de la deuda. Y solo el acreedor Elías Mocatta logró con el ministro Espinel el inicio efectivo de los pagos (1854/55), con respaldo en tierras baldías, ingresos mineros y peajes. Enseguida vendría el contrato Icaza-Pritchett (1857) autorizado por el general Francisco Robles. Mediante él, se cancelaba los bonos de la deuda inglesa con 100.000 cuadras de tierras en Esmeraldas, 1.000.000 en Canelos, otro igual en Zamora y 400.200 en Los Ríos y Guayas. Todo ello apenas cubría 2.600.600 pesos de los 9.120.000 que reclamaban los acreedores. La oposición conservadora contra Robles estalló. Y, a poco, el Presidente del Perú, Ramón Castilla, bloqueó el puerto de Guayaquil, reclamando contra la concesión de tierras amazónicas consideradas peruanas. Robles fue cercado por la oposición conservadora. Y en el país aparecieron (1859) cuatro gobiernos regionales. Todo amenazaba con la disolución del Ecuador. Hasta que se impuso Gabriel García Moreno y logró la unidad nacional.

Definitivamente, el convenio Espinel-Mocatta resultó lesivo a los intereses nacionales. Los acreedores ya no eran los originales, sino los especuladores de bolsa, que adquirieron bonos a bajos precios y recibían jugosas ganancias a costa de la estrangulación financiera del Ecuador. También en 1865 se había pensado en enajenar las Galápagos para atender a los acreedores. Pero en 1869, convencido de la carga sobre el país, García Moreno dispuso la suspensión del pago de intereses de la deuda (lo único que se pagaba), declarando la disposición del gobierno a una negociación equitativa. Un gesto “unilateral” que hoy alarmaría a todos los críticos de la declaratoria estatal ecuatoriana sobre la deuda ilegítima.

García Moreno contó con recursos para modernizar económica y materialmente al Ecuador, aunque bajo un régimen autoritario y ultrareligioso. Pero el “precio” del gesto nacionalista garciano fue que los créditos provendrían, en adelante, de la banca privada ecuatoriana, cuyo poder se multiplicó en las siguientes décadas hasta convertir al Estado en un esclavo de sus intereses. Solo la Revolución Juliana (1925) pudo acabar con ese dominio “plutocrático”. Continuaremos con el tema.

21
Dic

Mensaje navideño


mensaje_navidad

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Mensaje de navidad 2012

20
Dic

Fernando López Romero: NO HE PERDIDO LA MEMORIA

(Remitido por Sara Serrano)

Ayer, a las 16:31 de la tarde, murió el ex Presidente de la República León Febres Cordero. A lo largo de las cuatro horas que precedieron a la muerte del más importante líder de la derecha ecuatoriana en los últimos 25 años, los
periodistas de los medios de comunicación masiva (prensa, radio y televisión) que presentaban las "noticias de última hora" desde la puerta de la Clínica Guayaquil, erigieron a León Febres Cordero como un mártir cuyo
sacrificio último en aras del interés público fue regresar a morir en Guayaquil. Aunque no dudo de que en todos, o en casi todos los hogares de los personajes más adinerados y poderosos de esa ciudad, una lámina escolar de
León Febres Cordero luciendo la banda presidencial, rodeada de velas y flores haga las veces de un improvisado altar doméstico a la figura del mártir que defendió lealmente los intereses de su clase, me pregunto ¿qué tenemos que agradecer los ecuatorianos y ecuatorianas al ex Presidente de la República, ex Alcalde de Guayaquil, diputado y dirigente empresarial?

No me olvido del empleado de confianza de Luis Noboa Naranjo, dueño del banano, amo y señor de la agro-exportación en el Ecuador a costa del sudor de miles de campesinos y obreros. Del dirigente empresarial que en nombre del progreso y del interés nacional exigía la parte del león en el reparto de la
troncha a los gobiernos de turno.

Recuerdo al dirigente empresarial comprándose el Partido Social Cristiano para entrar en la pelea política de la recién inaugurada democracia. Al después furioso opositor del Gobierno de Jaime Roldós Aguilera, estrenándose así como uno de los "patriarcas de la componenda".

No puedo olvidar al Presidente de la República que amplió los plazos de la sucretización, para pagar los intereses y el capital de la deuda privada -que contrajeron sus amigos y compadres- con dineros públicos.

No puedo borrar de mi memoria a quien se declaró mejor amigo de Ronald Reagan ejecutando la orden imperial de salir de la OPEP.

¿Es que acaso podemos olvidar la ejecución de medidas de ajuste estructural para sentar las bases de un modelo económico sustentado en la explotación brutal de la naturaleza y la sociedad? ¿El pago del capital y los intereses de
la deuda odiosa que contrajo la dictadura militar a costa de la pobreza y la extrema pobreza de los ecuatorianos y ecuatorianas? ¿La desaparición decenas de personas, cuyas familias, amigos y seres queridos aún nos preguntamos dónde están, y la represión contra sindicalistas, estudiantes y maestros, líderes indígenas y campesinos? ¿Los tanques rodeando a la Corte Suprema de Justicia y el Congreso, la dictadura constitucional, el chantaje, el periodicazo y el golpe y el insulto como formas de acción política? ¿Al Abogado Torbay y al Licenciado Robles Plaza? ¿A Toral Zalamea, Abogado también, y a tantos otros?
¿Al señor Raan Gazit? ¿Al SIC 10? ¿A los escuadrones volantes? ¿El olor del gas lagrimógeno, el sonido de las balas, las miradas de sus policías? ¿Mi Universidad allanada tantas veces? ¿Los paramilitares del "García Moreno
También Vive"? ¿A su servicio de inteligencia?

Recuerdo la cooptación de la ex Corte Suprema de Justicia con jueces a la medida de la defensa de los intereses del PSC, la primera de la larga sucesión de golpes de estado sin cuartelazo que han hecho que en las cortes y tribunales
de justicia de este país impere la ley del más fuerte, del apellido más rancio y de la chequera más gorda.

No puedo olvidar al león y su cachorro presenciando la tortura de quienes se atrevían oponerse a su Gobierno, en el antiguo Cuartel Modelo de la ciudad de Guayaquil.

Recuerdo a Luz Elena Arismendi preguntando sin respuesta dónde están sus hijos frente al Palacio de Carondelet, y a otras madres y padres que ahora, 30 años después, se hacen la misma pregunta.

No me olvido de Diego Delgado, apaleado y dado por muerto.

Recuerdo la muerte de la palabra y del pensamiento crítico frente al miedo y el dolor de miles de ecuatorianos perseguidos por los grupos de choque de la Policía y el Ejército. Recuerdo los libros, folletos y periódicos quemados,
la represión contra obreros, campesinos, maestros y estudiantes, la prohibición de decir lo que se piensa o se siente.

Recuerdo a León Febres Cordero presidiendo la manifestación del "no me ahuevo" para exigir al gobierno de Mahuad la salvación con los dineros de todos los ecuatorianos y ecuatorianas, del banco que quebró uno de sus amigos y
compadres, Fernando Aspiazu Seminario.

Hace más o menos 100 años, en el prólogo de uno de uno de sus libros, un alemán de origen judío exiliado en Londres, nos recordaba aquello de que existen hechos en la historia que ocurren como tragedia y luego como comedia.
Estoy plenamente convencido de que sólo el ejercicio insobornable de la memoria impedirá que posiblemente dentro 25 años se repita esta comedia y los medios de comunicación masiva presenten la muerte de un nuevo mártir que se sacrificó por los intereses del desarrollo y del bienestar de los ecuatorianos… Por eso, aunque todos y todas compartimos la misma condición humana, y en consecuencia, no me alegra la dolorosa muerte de un anciano de 77
años que padecía cáncer y otros males, creo que es necesario reescribir el epitafio de León Febres Cordero para que mis hijos y mis nietos no crean el cuento de su martirologio y, sobre todo, para que identifiquen a otros leones
que erizan su melena y afilan sus garras para ocupar la vacante de nuevos dueños del país.

POR FAVOR, SEÑORES REPORTEROS, AGUDÍSIMOS EDITORIALISTAS, ASAMBLEÍSTAS,
SESUDOS ANALISTAS, PRESENTADORES Y PRESENTADORAS DE TELEVISIÓN, LOCUTORES DE
RADIO, TENEDORES DE PAPELES DE LA DEUDA, DISCÍPULOS Y DISCÍPULAS, PERIODISTAS
DE FARÁNDULA, POLÍTICOS Y EMPRESARIOS, NO ME PIDAN QUE OLVIDE…

Prohibido olvidar……

Fernando López Romero

DECANO FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

*******
Con motivo de la muerte de Febres Cordero, es oportuno, necesario y justo
recordar este poema del gran poeta y escritor uruguayo Mario Benedetti, que si
bien, fue escrito para el ex presidente de EE.UU., Ronald Reagan, le calza
perfectamente a este ex presidente de nuestro país.

OBITUARIO CON HURRAS

Mario Benedetti (1963)

Los canallas viven mucho, pero algún día se mueren…

A Ronald Reagan

Vamos a festejarlo

Vengan todos

Los inocentes

Los damnificados

Los que gritan de noche

Los que sufren de día

Los que sufren el cuerpo

Los que alojan fantasmas

Los que pisan descalzos

Los que blasfeman y arden

Los pobres congelados

Los que quieren a alguien

Los que nunca se olvidan

Vamos a festejarlo

Vengan todos

El crápula se ha muerto

Se acabó el alma negra

El ladrón

El cochino

Se acabó para siempre

Hurra

Que vengan todos

Vamos a festejarlo

A no decir

La muerte

Siempre lo borra todo

Todo lo purifica

Cualquier día

La muerte

No borra nada

Quedan

Siempre las cicatrices

Hurra

Murió el cretino

Vamos a festejarlo

A no llorar de vicio

Que lloren sus iguales

Y se traguen sus lágrimas

Se acabó el monstruo prócer

Se acabó para siempre

Vamos a festejarlo

A no ponernos tibios

A no creer que éste

Es un muerto cualquiera

Vamos a festejarlo

A no volvernos flojos

A no olvidar que éste

Es un muerto cualquiera

Vamos a festejarlo

A no volvernos flojos

A no olvidar que éste

Es un muerto de mierda.

19
Dic

Comisión Legislativa aprobó instructivo para integrar el Consejo de Participación Ciudadana

(Remitido por Margarita Aguinaga)

Escrito por Sala de Prensa
jueves, 18 de diciembre de 2008
Boletín 315

Habrá representación paritaria de mujeres y hombres
Con 41 votos a favor, 12 en contra, 3 blancos y una abstención, la Comisión Legislativa y de Fiscalización aprobó el instructivo para el concurso de oposición y méritos para la selección de los y las integrantes del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio, mismo que garantiza la representación paritaria de mujeres y hombres y la interculturalidad.
Estará integrado por siete miembros principales con sus respectivos suplentes, quienes se encargarán de preparar el proyecto de Ley Orgánica que regule su organización y funcionamiento, que será tramitado, debatido y aprobado por la Asamblea Nacional.
Mientras se dicte la ley, el Consejo de Participación Ciudadana reglamentará la conformación de las comisiones ciudadanas de selección y dictará las normas de cada concurso, los mismos que serán convocados luego de la posesión de los dignatarios de elección popular, según establece el Art. 29 de la Transición Institucional.

El concurso de oposición y méritos será organizado por la Comisión Especializada de Participación Social, con veeduría e impugnación ciudadana. En 26 días entregará al Pleno de la Comisión Legislativa la lista de las 14 personas con las mejores calificaciones para que designe a los siete consejeros principales y siete suplentes.

Cronograma y plazos
La normativa establece un cronograma y plazos que serán contados a partir de la publicación del instructivo en el Registro Oficial.

Así, para la recepción de postulantes se determina 7 días de plazo; para la calificación y prueba, 9; para la publicación de candidatos, 1; impugnación y resolución de impugnaciones, 7; notificación de resultados, 1; y, designación y posesión 1.

Convocatoria
La convocatoria será difundida a través de una cadena nacional y publicada en tres diarios de mayor circulación nacional. Habrá siete días para la presentación de postulantes, una vez que se publique en el Registro Oficial.

De otro lado, la normativa establece requisitos para organizaciones sociales como para la ciudadanía entre los principales: ser ecuatoriano, tener por lo menos 18 años de edad, no haber sido directiva o directivo de partidos o movimientos políticos inscritos en el Organismo Electoral en los últimos dos años, justificado a través de una declaración juramentada. En caso de organizaciones sociales, solamente podrán participar aquellas legalmente constituidas.

En el caso de las organizaciones de migrantes, las pruebas podrán ser realizadas a través de los consulados.

Prueba de aptitud
Los candidatos rendirán una prueba de aptitud sobre participación y control social, con preguntas cerradas y de opción múltiple, que estarán disponibles en los tres idiomas de relación intercultural. La evaluación de méritos corresponderá al 50% de la valoración total y la prueba de aptitud el 50% restante.

Impugnaciones
El proceso de impugnación se realizará de entre los 24 postulantes con las mejores calificaciones, observando la paridad entre mujer y hombre de manera alternada y secuencias. En los 10 últimos espacios se incluirá al menos dos candidatos provenientes de pueblos y nacionalidades afroecuatorianos y montubios.

Cualquier ciudadano u organización social podrá presentar impugnaciones. Serán analizadas en audiencias públicas, aceptándolas o negándoles. La Comisión de Participación Social notificará a los candidatos impugnados en el plazo de 24 horas para la presentación de pruebas de descargo en el plazo de 48 horas posteriores a la notificación.

Veedurías ciudadanas
Para vigilar la transparencia del proceso, el instructivo garantiza el derecho de los ciudadanos para formar veedurías nacionales e internacionales para el concurso de oposición y méritos, previa solicitud escrita de los interesados.

Representación diversa
La presidenta de la Comisión de Participación Social, Betty Tola, destacó que el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio, estará integrado por los diversos sectores de la sociedad, como la juventud, organizaciones sociales, discapacitados, adultos mayores que han sido tradicionalmente excluidas. Para el efecto, se asignará un puntaje adicional a los representantes de estos grupos.

JLVN-WVB/pv
http://www.asambleanacional.gov.ec/index.php?option=com_content&task=view&id=16742&Itemid=1

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[El documento puede descargarse aquí]

19
Dic

Mensaje de Navidad 2008 de Iglesia Luterana Popular de El Salvador

(Remitido por Fundación Pueblo Indio)

"Y el Verbo se hizo resistencia…en Irak, Grecia, Armenia, Cuba, Zimbabwe, Nepal, Puerto Rico"
Mensaje de Navidad 2008 de Iglesia Luterana Popular de El Salvador

"Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre…" Juan 1:14

El nacimiento de Jesús en Belén de Judea es la manifestación de la voluntad de Dios de acompañar las luchas de los pueblos oprimidos por los imperios, en todas las épocas y naciones. Dios se hace carne, sufrimiento, fe, esperanza, compromiso, resistencia…

Cada Navidad expresa la certeza que del sufrimiento surge la esperanza y de la esperanza la resistencia y de la resistencia la victoria. Así ha sido y así será hasta el final de los tiempos. La resignación es la negación de la vida. Dios es un Dios de justicia y de verdad, que escucha las oraciones de los que sufren y se indigna ante la maldad de los poderosos.

La estrella de Belén ilumina el camino de los que sufren y luchan. El nacimiento de Jesús de Nazaret es el símbolo de la resistencia a los imperios. Cada Navidad es tiempo para saludar a los hombres y mujeres que sueñan y luchan por la paz y la justicia. Dios acompaña la gloriosa rebeldía de los oprimidos y oprimidas. En cada rincón del planeta donde un pueblo se levanta allí esta Jesús acompañando.

Saludamos desde esta tierra en la cintura de América, desde El Salvador de Monseñor Romero y Schafik Handal, de Prudencia Ayala y Melida Anaya Montes; desde las banderas desplegadas de los trabajadores del Hospital Rosales y del Hospital Bloom, desde las comunidades de La Victoria y La Cuchilla, desde nuestros pueblos indígenas, desde la lucha contra las represas y las minas.

Saludamos a los seis años de la resistencia iraquí y al periodista Muntazar al Saidi, que a nombre de su pueblo y de todos los pueblos del mundo arrojó El Zapatazo de la Dignidad al presidente Bush; saludamos a los jóvenes griegos que en Atenas protestan contra la brutalidad policíaca. Jesús acompaña siempre…

Saludamos al invencible pueblo armenio que lucha por la tierra y por el pan; saludamos a los cincuenta años de revolución cubana y de socialismo en nuestra América; saludamos a los campesinos de Zimbabwe que han recuperado su tierra luchando; saludamos a la victoria del pueblo de Nepal sobre la monarquía; saludamos la lucha por la independencia del pueblo puertorriqueño. Jesús acompaña siempre…

Crece la esperanza, viene el cambio es la noticia que compartimos con nuestros hermanos y hermanas del mundo. En El Salvador en Navidad, el Niño Dios se hace presente como puño alzado desafiando a los poderosos y proclamando la victoria popular en el 2009.

Rev. Ricardo Cornejo Rev. Roberto Pineda

San Salvador, El Salvador, 16 de diciembre de 2008

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