Somos mala especie



Bertrand Russell sostenía que la envidia es una de las más potentes causas de infelicidad. Siendo universal es el más desafortunado aspecto de la naturaleza humana, porque aquel que envidia no sólo sucumbe a la infelicidad que le produce su envidia, sino que además alimenta el deseo de producir el mal a otros. <br> http://es.wikipedia.org/wiki/Envidia
Bertrand Russell sostenía que la envidia es una de las más potentes causas de infelicidad. Siendo universal es el más desafortunado aspecto de la naturaleza humana, porque aquel que envidia no sólo sucumbe a la infelicidad que le produce su envidia, sino que además alimenta el deseo de producir el mal a otros. http://es.wikipedia.org/wiki/Envidia

Acabo de concluir la breve crónica sobre la “Revolución Ciudadana” y sus primarias, que he venido publicando en mi blog. Sin duda quedó mucho por decir, pero en atención al medio utilizado (como ustedes saben, los textos demasiado largos en Internet agotan y dispersan la concentración), he preferido resumir en la medida de lo posible.

El grave conflicto que implica juzgar un gobierno al que pertenece cualquier persona que ejerza un cargo público, es una “limitante” que afortunadamente no me atañe. Pero pienso en la miríada de personas que, por proteger su empleo y en consecuencia a su familia, prefieren callar lo evidente, prefieren lassez faire, (y no me vengan con los “egoísmos responsables” de Adam Smith) porque el que agacha la cabeza y se queda chito, pasa bien y quizás con el tiempo, sigue trepando. No es una acusación personal: es simplemente declarar los hechos, explicitar lo evidente.

¿Para qué?

En una sociedad envidiosa, egoísta y zancadillera como la nuestra, somos cangrejos y aquí nadie se sale de la olla. No es el gobierno: no es el alcalde, ni el presidente de turno, ni el yanqui a cargo de gringolandia, sea pintón o maduro, no. SOMOS NOSOTROS.

Porque odiamos ver brillar al resto y nos quedamos callados ante la injusticia: Nos conviene permanecer en silencio para ‘evitar’ problemas. Porque somos cobardes.

envidia_covarrubias
Fuente:iberoamericana-covarrubias.com

Porque queremos llegar muy alto pero en teleférico, sin despeinarnos.

Pero ustedes se preguntarán:

¿Para qué toda esta andanada de insultos?

No son insultos, es mostrar una simple realidad cotidiana. Lacerante pero real. Otra cosa es que nuestra realidad sea insultante.

Es que TODOS somos así. ¡Todos queremos llegar a la cima en teleférico y una revolución o simplemente el progreso personal no se ejecutan a caballo del sofá, control remoto en mano! Hay que integrarse, aunque sea para discutir, que algo saldrá de bueno de todo ello. Hay que remangarse la camisa por construir a pulso el país que queremos: sudar camiseta para no quejarnos luego de que las cosas andan mal, de que el gobierno es infame, de que marchamos en nuestro propio terreno y todas las frases prefabricadas de siempre, lanzadas desde el ángulo oscuro.

Es allí donde cabe la pregunta: ¿Por qué es PECADO CAPITAL discrepar si uno está dentro del gobierno, o del partido gobiernista? Porque somos mediocres, porque (como guaguas) carecemos de la madurez para aceptar una crítica, sea buena o mala. Porque nos gusta la gente agachada, aindiada en el sentido de Icaza, que aguanta callada que le pateen el cuerpo y el alma. Porque siempre jugamos a dos bandas y nos aterra que nos pillen en pecado. Porque nos gusta que nos digan cosas lindas, que nos mientan, que nos digan que estamos guapos aunque estemos horribles y a punto de tomarnos la foto.

Pero discrepar creativamente es construir y eso es difícil de entender si uno está en el ángulo oscuro de la mezquindad.

Porque quiero dejar atrás la envidia, por eso escribí esta crónica: porque no quiero que me den jugando el partido, porque me gusta hacerlo, y porque quiero y puedo sudar mi camiseta tricolor.

6 comentarios

  1. Gracias por escribir tus reflexiones, y concuerdo con que la critica bien intencionada no tiene porque ser considerada pecaminosa, a no ser por aquellos a quienes no les conviene.

  2. RETROCESO DE LA DEMOCRACIA

    No recuerdo ningún proceso electoral que se aproxime siquiera a lo escandaloso de este último; con la salvedad de las elecciones primarias del Movimiento PAIS, que dejaron con sus vergüenzas al aire a la tienda oficialista, pues en aquel evento se cometieron las más horrorosas acciones en contra de algunos de sus propios coidearios que, a estas alturas, son los más conscientes de que la revolución ciudadana es sólo un seductor slogan publicitario.

    Pero, volviendo a las elecciones recientes, cuyos escrutinios están concluyendo ahora, ha sido la evidencia de un agudizamiento de la descomposición que ya existía en anteriores procesos, pero que jamás soñamos llegaría a estos niveles, con decenas de cantones y parroquias donde se denuncia un fraude, por situaciones tales como duplicación de actas, papeletas aparecidas en basureros, número de votantes superior a los empadronados en una junta, mesas donde votó la familia de un candidato y en el conteo no aparece ni un voto para el mismo, etc.

    No debe sorprendernos en absoluto que ciertos fanáticos correístas digan al más puro estilo de su líder, que lo que pasa es que algunos son malos perdedores y que quieren «empañar» un proceso que ha sido «limpio y transparente»; tampoco extraña escuchar estas frases de boca de los miembros del CNE, quienes fueron en su momento elegidos prácticamente a dedo por el «congresillo» oficialista. Después de todo, las consecuencias siempre corresponden a una causa lógica.

    Pero, si lo sucedido en las elecciones nos espanta y repugna por lo grosero de las acciones, no debemos olvidar lo inmensamente ventajoso que fue la campaña electoral para los candidatos/funcionarios, principalmente para el presidente de la república, quien se benefició de las cadenas sabatinas, de la publicidad de los ministerios y otros organismos del Estado hasta el mismo día de las elecciones, de la promoción directa de funcionarios de su gobierno en el exterior, etc.; y aún más, apuntaló su campaña con entrega de bonos y obsequios (pese a estar prohibido) como úrea en varios cantones como Balzar, Colimes y Daule, entre otros.

    Con todo lo mencionado, Correa pudo ganar en la primera vuelta y evitar una segunda que pusiese en claro la realidad de su respaldo, mismo que es apenas de uno de cada tres ecuatorianos, pues, de 10’532.234 empadronados, sólo 3’584.236, votaron por su persona; de manera que, el inmenso apoyo del cual se jacta, es sólo un mito frente a candidatos débiles y desgastados, más un proceso que lo favoreció en todo momento y de diversas formas.

    Pero, si algo provechoso podemos sacar de esta experiencia, es reflexionar que la reelección inmediata es lo más nocivo para la democracia, y en este aspecto debo ser muy claro: no sólo la primera magistratura debe volver a ser alternativa, sino los propios gobiernos seccionales, quienes también disfrutaron de las ventajas frente a sus rivales y en consecuencia, la inmensa mayoría fueron reelegidos. Si la nueva Constitución dispone normas para que los partidos y movimientos políticos dejen de ser empresas familiares y feudos de caciques, entonces deberán contar con personajes capaces de relevar a su antecesor, compitiendo honestamente en las urnas.

    Después de lo sucedido, no nos extrañemos si pronto aparece de boca de los legisladores gobiernistas o del propio presidente de la república, la propuesta de una reelección indefinida al estilo Chávez, que seguramente será aplaudida por los alcaldes y prefectos en ejercicio, sin importar la ideología, pues eso también ha quedado claro que es otro mito, cuando candidatos que pasaron por cuatro y cinco tiendas políticas de derecha, centro e izquierda, se cobijaron bajo la sombra de la lista oficialista, sin el menor rubor.

    William Sánchez Aveiga

  3. ESTIMAD@S AMIG@S:

    Todo comentario anónimo será borrado, puesto que el propósito del blog es debatir, y no se puede debatir contra alguien escondido tras la hipócrita cortina del ANONIMATO.

    Sus comentarios deben incluir nombres REALES y un correo electrónico válido, que será verificado antes de proceder a publicar la opinión.

    Atento saludo,

    Luis Alberto Mendieta

  4. Me alegró mucho encontrar este artículo, en uno anterior yo abordaba este tema, pero sería bueno hacer notar que nuestros complejos son heredados desde cuando la esclavitud sometió a negros e indios a la sevicia de las castas con poder y dinero. Desgraciadamente no todos hemos podido dejar atrás estos atavismos y eso redunda en que nos dejemos pisotear y permitamos que se pisotee nuestra raza y cultura, por cualquiera que se crea «medio blanquito».

  5. Profundamente conmovido por la catástrofe que sacude a Ecuador, Estimado Diego Delgado por su intermedio hago llegar al pueblo ecuatoriano mi absoluta solidaridad y en particular a mis buenos y generoso amigos que me acogieron como a un hermano cuando me encontraba perseguidp por las dictaduras militares. Le ruego, si tiene tiempo, decirles a los amigos que conocí en la U. de Cuenca, que los recuerdo con mucho afecto. Le ruego, asimismo, decirle a Lenni, viuda de nuestro común compañero Claro Alvarado que le escribí expresándole mis condolencias cuando falleció Claro. No se si recibió y que le estoy eternamente agradecido por la solidaridad que me brindaron los primeros días de mi estada en Cuenca antes de la llegada de mi añorada esposa (QEPD). También le ruego saludarlos a Osvaldo, Olger, al heermano, etc. Mis saludos especiales a Víctor Grada y Silvia su esposa, con los q’ estuve en esta ciudad el año pasado. Me cont{o que hab {ain supeerado algunas diferencia personales, lo cual me alegró bastante. Finalmente le ruego enviarme su Correo Electrónico; el mio es:: diego.xxxxx@hotmail.com. Un fuerte abrazo y que se mantenga firme y fuerte como le dejé cuando estuve la última vez en esa.

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