7
Jul

Somos mala especie

 

Bertrand Russell sostenía que la envidia es una de las más potentes causas de infelicidad. Siendo universal es el más desafortunado aspecto de la naturaleza humana, porque aquel que envidia no sólo sucumbe a la infelicidad que le produce su envidia, sino que además alimenta el deseo de producir el mal a otros. <br> http://es.wikipedia.org/wiki/Envidia

Bertrand Russell sostenía que la envidia es una de las más potentes causas de infelicidad. Siendo universal es el más desafortunado aspecto de la naturaleza humana, porque aquel que envidia no sólo sucumbe a la infelicidad que le produce su envidia, sino que además alimenta el deseo de producir el mal a otros. http://es.wikipedia.org/wiki/Envidia

Acabo de concluir la breve crónica sobre la “Revolución Ciudadana” y sus primarias, que he venido publicando en mi blog. Sin duda quedó mucho por decir, pero en atención al medio utilizado (como ustedes saben, los textos demasiado largos en Internet agotan y dispersan la concentración), he preferido resumir en la medida de lo posible.

El grave conflicto que implica juzgar un gobierno al que pertenece cualquier persona que ejerza un cargo público, es una “limitante” que afortunadamente no me atañe. Pero pienso en la miríada de personas que, por proteger su empleo y en consecuencia a su familia, prefieren callar lo evidente, prefieren lassez faire, (y no me vengan con los “egoísmos responsables” de Adam Smith) porque el que agacha la cabeza y se queda chito, pasa bien y quizás con el tiempo, sigue trepando. No es una acusación personal: es simplemente declarar los hechos, explicitar lo evidente.

¿Para qué?

En una sociedad envidiosa, egoísta y zancadillera como la nuestra, somos cangrejos y aquí nadie se sale de la olla. No es el gobierno: no es el alcalde, ni el presidente de turno, ni el yanqui a cargo de gringolandia, sea pintón o maduro, no. SOMOS NOSOTROS.

Porque odiamos ver brillar al resto y nos quedamos callados ante la injusticia: Nos conviene permanecer en silencio para 'evitar' problemas. Porque somos cobardes.

envidia_covarrubias

Fuente:iberoamericana-covarrubias.com

Porque queremos llegar muy alto pero en teleférico, sin despeinarnos.

Pero ustedes se preguntarán:

¿Para qué toda esta andanada de insultos?

No son insultos, es mostrar una simple realidad cotidiana. Lacerante pero real. Otra cosa es que nuestra realidad sea insultante.

Es que TODOS somos así. ¡Todos queremos llegar a la cima en teleférico y una revolución o simplemente el progreso personal no se ejecutan a caballo del sofá, control remoto en mano! Hay que integrarse, aunque sea para discutir, que algo saldrá de bueno de todo ello. Hay que remangarse la camisa por construir a pulso el país que queremos: sudar camiseta para no quejarnos luego de que las cosas andan mal, de que el gobierno es infame, de que marchamos en nuestro propio terreno y todas las frases prefabricadas de siempre, lanzadas desde el ángulo oscuro.

Es allí donde cabe la pregunta: ¿Por qué es PECADO CAPITAL discrepar si uno está dentro del gobierno, o del partido gobiernista? Porque somos mediocres, porque (como guaguas) carecemos de la madurez para aceptar una crítica, sea buena o mala. Porque nos gusta la gente agachada, aindiada en el sentido de Icaza, que aguanta callada que le pateen el cuerpo y el alma. Porque siempre jugamos a dos bandas y nos aterra que nos pillen en pecado. Porque nos gusta que nos digan cosas lindas, que nos mientan, que nos digan que estamos guapos aunque estemos horribles y a punto de tomarnos la foto.

Pero discrepar creativamente es construir y eso es difícil de entender si uno está en el ángulo oscuro de la mezquindad.

Porque quiero dejar atrás la envidia, por eso escribí esta crónica: porque no quiero que me den jugando el partido, porque me gusta hacerlo, y porque quiero y puedo sudar mi camiseta tricolor.

7
Jul

El mundo sigue girando...

tree-kid

Siembra un árbol, y cuidalo, si quieres cobijarte algún día bajo su sombra.

 

Tomo las palabras de un amigo al que conocí en el trajín político para el título de esta portada. Las iniciativas políticas van y vienen constantemente. Unas prosperan y evolucionan hasta límites inesperados, mientras otras se quedan atrás, y se recuerdan alguna tarde entre amigos como una anécdota, con un café o un martini de por medio, quizá con algo de nostalgia de lo que pudo ser y no fue, como dice la canción.

Sigue girando sin duda, pero ante todo muta, cambia, y con un poco de afán, evoluciona. Ese es el objetivo precisamente en esta nueva etapa del blog: mejorar, subir en la espiral del conocimiento de una sociedad compleja, en la que la naturaleza humana juega el rol de piedra angular. No se trata de caer en sentimentalismos, o menos en adolescencias políticas como la de culpar a José o a Juana de la media tinta o el fracaso de cualquier proyecto político, porque en el fondo es la sociedad en su conjunto (con su cultura, su madurez social y política) la que determina sus productos: si la sociedad está preparada para el reto, sus miembros lo asumen como propio, planean la mejor forma de ejecutarlo y echan a andar con entereza aquello que sus corazones y sus mentes crearon, con tenacidad y perseverancia.

Pero para llegar hasta la cima de esa montaña hay que conocer el camino, y el único medio posible, en este caso, es el conocimiento de nuestra realidad política y social, a través de la voz de cada uno de sus líderes, de sus ideólogos, en su lucha diaria por armar un rompecabezas cuyas piezas incluso aún no existen en algunas partes del paisaje que se pretende completar. La construcción intelectual que políticos e intelectuales proponen, crea las piezas resultantes, justo por su capacidad de prevenir al grupo sobre la ausencia de estas. Precisamente ese es el objetivo de este blog: contribuir en la construcción de las piezas que faltan para armar el enorme rompecabezas de la realidad política ecuatoriana, con su estremecedora realidad, sin perder de vista las piezas que le faltan a la especie humana para completar un mapamundi que a veces raya en la demencia.

Lo mejor de todo, es que este juego se enlaza de la manera más entretenida con otro divertimento para privilegiados: el ajedrez político, el anfiteatro donde se emplean, o se usan de papel sanitario, los conceptos que se construyeron en la etapa previa. ¿Hasta qué punto el socialismo, por ejemplo, ha aterrizado en el ajedrez político local, para lograr armar el rompecabezas que nos propusimos inicialmente?

Es allí, estimad@s lectores y lectoras, donde encaja la sociedad, política por naturaleza, desnuda en sus instintos, tal como siempre, desde que el homo sapiens posó sus desnudos pies sobre esta enorme esfera azul. Es allí donde las iniciativas políticas se nutren, crecen y fructifican, o mueren de hambre y olvido.

Bienvenid@s al blog.

LAM

 

Back to Top