23
Dic

By: Luis Alberto

Hola amig@s, los invito a leer “La novena de la beata Eduviges”. Este es el enlace:
https://politicaysociedad.com/?p=2519
¡¡Felices fiestas!!

21
Dic

La novena de la beata Eduviges

Por Luis Alberto Mendieta

 

Tendría ocho años de edad, a lo sumo nueve, y vivía con mi familia en “El Dorado”, barrio alegre, apacible, a pocas cuadras de la quiteñísima Alameda. La época de navidad había empezado y en todas partes podían oírse  los villancicos de aquella época: “Dulce Jesús mío”, “Campana sobre campana”, “Claveles y rosas”, junto al olor del incienso flotando por todas partes.

Mi madre solía hacer un pesebre muy sencillo, que ocupaba un rincón del saloncito de visitas, al pie del árbol de navidad, con un niño Jesús casi microscópico, y, niños al fin,  con más entusiasmo por la novedad que fe cristiana, solíamos entonar emocionados las canciones navideñas, en espera de la Nochebuena.

Pero ese año fue distinto, porque no hubo pesebre debido a que mis padres atravesaban problemas entre sí, de modo que en cuanto la beata del barrio llamó  para invitarnos a su novena, mamá aceptó encantada. Golpeó la puerta al poco rato y salimos a atender. Curioso como era,  la acompañé para enterarme de los detalles.

La vieja era de regular estatura, enjuta. Tenía un mirar afilado y en la cara una mueca de permanente cabreo. Al notar que la miraba con atención, intentó sonreír, pero solo consiguió una expresión taimada, que me intimidó aún más  que la anterior: sabía perfectamente lo que estaba pensando sobre ella con tan solo mirarme al rostro.

“Hola mi amor” –graznó, tratando de sonar tierna y alegre, sin éxito- “Vendrán nomás a la novena, van a estar todos los guaguas[1] del barrio, a diario voy a regalarles confites, toctes[2] y sorpresas. Traerás a tus ñaños[3]”.

Toctes limpios

Miraba con desconfianza, como tratando de adivinar mis impulsos naturales. Unió al pensamiento la palabra:

“¿Pero no son muy traviesos, no?”

Mamá acarició mis cabellos. “Son unos chicos muy buenos, señorita  Eduviges”, dijo, aunque algo en su tono de voz no sonó muy convincente. La vieja puso cara de arrepentimiento, pero ya era tarde para eso. Se despidió y quedaron en que mamá nos enviaría a las siete de la noche en punto.

Por esa época vino a visitarnos una tía, Dolores, a la que llamábamos, como era de esperarse, Lolita, o Lola a secas, de apenas quince años. Tenía ella la sonrisa fácil, y la palabra burla en la punta de la lengua, pero era de utilidad en la casa, cuando se animaba a ayudar, como toda adolescente. Mi madre le rogó que nos acompañara a la novena, preocupada por cualquier estropicio que pudiéramos provocar en casa de la solterona.

Lola se negó al principio, alegando que esas reuniones eran aburridísimas, pero se dejó convencer finalmente, y así, el grupo familiar que iría a la novena quedó conformado por Lola, mis dos hermanos y quien relata esta anécdota. Pablo y Javier, mis hermanos, eran pequeños y bastó mencionarles que habría caramelos para que contasen las horas que faltaban para ir a la novena.

La primera noche, debo reconocerlo, fue realmente graciosa. La mujer, entusiasmada, esperaba a los pequeños visitantes en la puerta de su casa, y a cada recién llegado entregaba un puñado de caramelos, un tocte, y la promesa de algún juguetillo el 24 de diciembre, último día de la novena.

La sorpresa inicial fue encontrarme con un pesebre enorme, que ocupaba el centro de una habitación bastante grande, sobre un pedestal de, digamos, un metro de altura. Allí había recreado la señorita Eduviges –ahora se me ocurre-, una especie de Gólgota de musgo con un pesebre en la punta, un senderito muy bien trazado y sinuoso, y una verdadera  multitud de santos, santas y abundoso ganado de todo pelaje. Por supuesto, el niño Jesús era casi de tamaño natural, y contrastaba bastante con la estatura de sus padres, excesivamente pequeña en relación con la de su hijo. Aún así, el San José de este pesebre era un verdadero coloso comparado con el de mi casa.

Había no menos de treinta almas allí, entre niños, niñas y varios mozalbetes, todos bien peinados y limpios. Pude ver también a un manojo de viejas, que por supuesto se colocaron junto a la anfitriona. La ceremonia dio inicio en cuanto la señorita Eduviges pidió silencio.

Al contrario de lo que podía esperarse, la diversión empezó allí.

Tenía la mujer un acento tan ridículo al rezar, dando voces y acompañando fervorosamente sus rezos con golpes de pecho, que opacaba los aspavientos del resto de ancianas, que por cierto tenían voz clara y buen pulmón, de tal modo que aquello se convirtió en una entusiasta barahúnda, coreada por las voces de unos pocos muchachos, a los que sin duda les gustó el rito o ya estaban acostumbrados a él por haber venido el año anterior, pero la mayoría guardábamos mortal silencio, sorprendidos por la inusual escena.

Yo, callado, miraba de rato en rato a mi tía, y cuando nuestras  miradas se cruzaban, se dibujaba en su rostro un amago de carcajada, que en esas circunstancias hubiera tenido consecuencias lamentables. Consciente de ello, ocultó los labios con las manos juntas para disimular la risa, en actitud de orar, y evitando mi mirada.

Luego vinieron los villancicos.

La señorita Eduviges empezó cantando “Dulce Jesús mío”, con su inconfundible acento, pero  logramos llegar sin novedad hasta el final, y en cuanto estuvimos en casa, Lola contó a mi madre lo que acababa de suceder. Luego de reír con nosotros el asunto, se puso muy seria y nos hizo prometer que mantendríamos la compostura en casa de la vieja beata[4].

A la noche siguiente no hubo ni dulces ni toctes, asunto que para nuestra  condición de niños fue imperdonable, y noté un brillo de acritud en la mirada de mi tía por la misma causa.

Ocurrió lo mismo al tercer día, y al cuarto.

La vieja estaba consciente de que nos había engañado, pero fingía descuido u olvido. Siempre fui sedicioso, así que al entrar busqué a la mujer, que por cierto se hacía a un lado, evitaba el mirarme, adivinaba mis intenciones.

Me le planté delante y sugerí que “se olvidó de entregarnos nuestros caramelos y lo demás”. La vieja respondió en voz alta, como para que oyesen todos, que “el niño Dios castiga a los que vienen a la novena solo por interés”, y como al parecer sintió que la arenga quedó muy tibia, añadió en tono amenazante y mirada asesina: “¡la codicia atraerá el juicio del señor tu Dios y serás maldito, como Ananías!”.  Algo así. Luego ordenó que nos sentáramos para empezar la novena.

Supongo que estaba muy feliz porque al maldecirme, aterró a todos los demás, evitando así que cualquiera vuelva a pedir golosinas, ahorrándole el dinero que debía invertir en dulces, al menos hasta el fin de la novena. Además todos me miraban como si al salir de allí, el diablo estaría esperando para ajustarme cuentas.

Quizás fue la diatriba, o simplemente estaba contenta con el curso de la novena. Sea lo que fuere, la señorita Eduviges estaba eufórica y locuaz. La respuesta de la mujer me dejó bastante mortificado, así que rumié despecho durante toda la velada, buscando el momento de la venganza.

Supongo que para darnos una sorpresa, la señorita Eduviges desempolvó esa noche de sus recuerdos una antigua tonadilla que iba más o menos así:

Venid y vamos todos

con flores a María,

con flores a porfía,

que madre nuestra es.

De nuevo aquí nos tienes,

purísima doncella,

más que la luna bella,

postrados a tus pies.

El estilo chillón era similar al “Dulce Jesús mío” de la primera noche, y la tonada igualmente alegre, pero el timbre más ensordecedor, gangoso, y en esta melodía decidió rematarlo con un alarido ridículo en la palabra “porfía”, asentando la fuerza del fervoroso grito en la letra a, de modo que sonaba “porfíaaaaaaaaa” en un tono tan agudo que lastimaba los tímpanos.

El silencio sepulcral que se creó en torno a nosotros me hizo voltear a ver primero a mi tía, y luego a todos los demás. Lola apenas pudo mirarme, y se cubrió los ojos rápidamente para evitar la tentación que le ofrecían los míos. Mis hermanitos se cubrieron de igual modo el rostro  en cuanto les eché un vistazo, y a medida que buscaba la mirada de los más cercanos encontré la misma actitud. El resto de viejas bajó el tono al notar el exceso de su compañera, pero algo de risueño había en su expresión.

La situación se puso peor en cuanto repitió la estrofa, porque empecé a inquietarme visiblemente y todos estaban pendientes de mi actitud, o al menos eso era lo que yo sentía.

La risa contenida  podía verse en cada uno, y varios se agacharon para disimularla, pero la rebeldía, mezclada con la ridícula situación pudo más en mí, y volví con malicia la mirada hacia Lola, que en esta ocasión no pudo soportar y juntos soltamos una estruendosa carcajada en el instante en que la vieja pegó el alarido al llegar a su “porfía”.

Todos los asistentes, incluidas las beatas que acompañaban a la señorita Eduviges, corearon la risotada. Reí tanto, que casi ni sentí cuando Lola me arrastró hasta la puerta. Noté que los demás iban calmándose, pero a mí me agarró un ataque de risa imparable.

Desde la puerta, mientras salía, la señorita Eduviges me trató de hijo del diablo, hijo de Caín y otras maldiciones bíblicas que ya no recuerdo, pero yo seguí riéndome de ella hasta que entré a mi casa. La azotaina por culpa de ese episodio también fue inolvidable…

No volví a ver a la señorita Eduviges… Supongo que estará a la diestra de Dios Padre, o en el sitio designado allá arriba para las beatas, pero eso sí: estoy totalmente convencido de que la buena mujer no pertenece al coro de ángeles del Reino Celestial.

Quito, Diciembre 21, 2010

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[1] Guagua significa niño en lengua vernácula ecuatoriana.

 

[2] Para quienes no lo sepan, tocte es una especie de nuez silvestre que crece en grandes árboles en la serranía ecuatoriana, de cáscara muy dura, y sabor similar al de la nuez común. Lo interesante del tocte era que servía de entretenimiento infantil, pues no es fácil partirla, y los niños se reunían para cascarlas, ayudados por piedras, para luego pelear por los fragmentos (que volaban en todas las direcciones), y lamentar algún dedo machacado. Por alguna razón, esto era divertido para los niños de entonces.

[3] Ñaños significa hermanos.

[4] Para quienes lo ignoren, suele llamarse “beatas”, a las mujeres (de edad madura) que asisten a diario a la iglesia, para escuchar los servicios religiosos, rezar por su cuenta, compartir chismes de barrio con sus cofrades e intervenir de todos los modos posibles en los asuntos de Dios atinentes a la parroquia y al cura. Una característica de estas señoras es que en misa están siempre en primera fila, y elevan desmesuradamente su voz para que todo el mundo conozca de su inmensa fe cristiana. Su tono suele ser chillón, plañidero, y delata su verdadera personalidad. Aunque actualmente es muy difícil encontrarlas, antes vestían siempre de negro, y se cubrían con un chal de randa, si podían  costeárselo, o simplemente una chalina de lana. Coleccionaban efigies de vírgenes y santos. Fueron producto de una sociedad mojigata y oscurantista en América y Europa.

17
Dic

By: monica

la virgen aparecio en un momento que casi ya no veia opciones mi mama sufrio de derrame cerebral la vista la estaba perdiendo pensaron que era glaucoma pero era la zona de infarto cerebral , yo tambien veia la rosa de guadalupe y vi en una tienda la imagen de la virgen y le puse en la cabecera de mama y pide mucho por su salud y la virgen la ayudo mucho hoy en dia mi mama ya puede caminar a vuelto a recuperar poco a poco la visualidad y cada dia le veo mejor mil gracias a la virgen fue todo un milagro.

13
Dic

Wikileaks y el fin del mundo: “Es tiempo de abrir los archivos”.

Por Luis Alberto Mendieta

Hay quien afirma que Nostradamus ya predijo el chivatazo de Julian Assange contra el gigante del norte, e incluso hay quien sostiene que este es el fin del mundo… tal y como lo conocemos, claro.

wikileaks

Lo cierto es que un solo hombre (asistido por un equipo de trabajo), asestó un uppercut tan rudo al gigante, que, aunque no manifieste de manera obvia su atolondramiento, la histeria por sacarlo del aire a todo trance, el intento de asfixiarlo económicamente bloqueando cualquier posible apoyo económico a la causa de Wikileaks, y el ponerlo tras las rejas con una miserable trampa digna de dos aventureras de la peor catadura, demuestra, al menos, que el golpe dolió mucho.

Hay quienes afirman, como siempre (los de siempre), que Estados Unidos tiene la razón, que es un acto criminal robar información secreta perteneciente al gobierno norteamericano.

Al respecto quiero reflexionar en un detalle:

Los Estados Unidos de Norteamérica NO es el Tío Sam, NO es esa terrible estructura diplomática, militar y de inteligencia. Esa gran nación del norte pertenece a sus ciudadanos y ciudadanas: ellos son los dueños, ellos los mandantes. Y como dueños que son, tienen la prerrogativa de exigir a sus administradores, los funcionarios públicos, que los informen con toda regularidad sobre la manera en que gastan sus impuestos, sobre las decisiones que toman EN SU NOMBRE, y sobre las guerras que declaran alrededor del planeta, matando a sus hij@s, niet@s y herman@s, por un puñado de petrodólares.

George W. Bush, petrolero, mal empresario y pésimo ex funcionario público norteamericano dice: “Será difícil mantener la confianza de los líderes extranjeros [luego de Wikileaks]”. Debería añadir: “Y la de mis amigos y socios comerciales, como Bin Laden, por ejemplo”.

¿En qué momento se cambiaron los papeles? Ahora resulta que el administrador decide por su JEFE, y que además este debe quedarse callado… o le golpearán con su propio garrote.

Una nota final, para confundir del todo, y para asegurarnos de que este asunto tiene tintes apocalípticos: Hay algunos que afirman que la CIA financia a Wikileaks, y todo esto no es mas que un engaño con fines políticos, para alcanzar determinados objetivos pro norteamericanos.

COROLARIOS.

1.       La “diplomacia” de todo el planeta es un cáncer en etapa terminal, y debería operarse con urgencia.

2.       Si este es el fin del mundo, tal y como lo conocemos hoy ¡Bienvenido sea!

3.       Mañana alguien encontrará en los versos del adivino francés, que Jaime Nebot es el anticristo, y aunque haya quienes opinen que eso es absolutamente cierto, las Centurias y sus versos me recuerdan mucho a la Constitución de cualquier país, y el manoseo descarado que hacen de ella jueces y políticos.

4.       ¿En Latinoamérica pasa lo mismo? Que vengan Colombia, Chile o Perú y lo digan…

5.       El capitalismo hace aguas por todos lados, tal como sus instituciones. ¡Y cómo harán sus cosas, que prefieran mantenerlas en el más estricto silencio!

6.       Si un país guarda oscuros secretos, puede terminar en la misma situación, desnudo y a la vista de todo el mundo…

Tal como reza el lema de Wikileaks: “Es tiempo de abrir los archivos”.

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10
Dic

By: kushita

Virgencita de Guadalupe perdon por dejarte olvidda, pero se que estas siempre con nosotros, ruega por nuestra familia, eres la madre de latinoamerica, aunque tus hjos e hijas andemos por caminos diferentes.
Virgencita morena estoy a tu merced, no te pido dinero, nada material, solamente te pido un milagro como mujer realizada un hijo-a; bendita seas, he sabido de los milagros de los que has obrado madre, que sin ver ni tocar creo en ti, perdona por mis malos actos u omisiones y porque tambien te he tenido olvidada, pero para ti madre tu no olvidas, te lo pido de todo corazon de todo corazon. Dios te salve Virgencita, Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra uerte amen y amen..

8
Dic

Autopista

Sus expresivos ojos castaños observaron tibiamente al interlocutor. El hombre, aunque bastante mayor que ella, poca experiencia tenía en el trance éste de enrolar gente nueva al proyecto que para él fue luego el más elaborado y dispendioso de sus fallidos experimentos comerciales. Encontró en el jaspe esmeralda de sus pupilas, y en la sinuosidad de su figura, una prueba más contra su inútil – o más bien mojigata - lucha por vencer al lobo que, moral refundida en bolsillo roto, obsequiaba sonrisas y miradas tendenciosas a las preferidas, desechando al resto con el trato cortés que cualquier mujer entiende sin palabras.

Luego se aficionó de su cabello, cobrizo como su piel. Para entonces ya eran novios. Él cataba su perfume como quien huele una flor, y detenía totalmente su vida para contemplarla, mirar su sonrisa y hacerle el amor con la pasión y la energía del primerizo, que al fin lo era.

Días y noches interminables comiendo del mismo pan, sin mayor mediación que la última fatiga y noche calurosa de inviernos y veranos consecuentes.

Los años abotagaron las sensaciones, y los afectos mutaron en figuras extrañas, monstruosas, o al menos ése era el sabor que le dejó en la boca ése tiempo, y que intentaba quitárselo con algo de brandy al repasar su retrospectiva.

El resplandor de los halógenos de algún automóvil pega en las ventanas. Un resoplido inunda la estancia con el ocre aroma de tabaco. La luz de fuera convierte en niebla espesa el humo al atravesar la ventana. A su paso, el relamido de las ruedas de un coche le recuerda que ha llovido hace poco. Va a ser fría ésta noche, piensa.

Ahora son dos extraños que comparten una vida triste, que han terminado el poema de su vida pasada con frases densas y opacas. Decide por su cuenta terminar definitivamente éste romance con un gesto que, aunque teatral, redondeará en su memoria ésta arista final en el mágico círculo del pasado.

Se pone en pie. Cierra silenciosamente el portón y se aleja calle arriba.

El valle luce resplandeciente de faros y soledad de medianoche, mientras pisa a fondo el acelerador. El humo del cigarrillo – única compañía – le espeta la torpeza de su propia trampa, indiferente a la canción romántica, que, muy tarde ahora, resuena distante en la radio.

Van más de doscientos kilómetros y casi amanece hasta que al fin comprende su triste circunstancia de hombre escueto. Inicia un llanto demasiado parecido a la tristeza.

(Para P.T.)

Junio/2003

6
Dic

By: EL CATOLICO

si segun ustds los espanos trageron esa imagen a mexico, como explican k frai bernanrdino rechazo a la virgen? osea a la imagen?.
en genral muchas cosas son inexplikables, tanto komo hay muchos xxxxx k aki opinan! o mas bien critikan,
la pregunta para ellos seria en k se basan para critikar? o jusgar,,se basan por lo k dice un librito, ke a largas kuentas ni dios lo escribio?? lo escribieron lunatikos,y kual es su argumento para decir k es santo?,ah! ya sa dios los ilunino,eso es la base d su fe, andene weyes prediekn mi nueva nueva, la nuva palabra d dios aki est! dios me ilumuna hahahahaha. ya despierten.

en fin no critiken ninguna religion, dejeN k la gente kreea en lo k kiera, por k entraremos en disucion i saben a lo k vamos a llegar? a ke en realidad dios nisikiera esixte:(

salu2!

2
Dic

By: EVER BLANCO

CORDIAL SALUDO:

MI COMENTARIO ES QUE TODO ESO SON PUROS INVENTOSDE LOS JUDIOS PARA TOMAR EL PODER MUNDIAL Y PRECISAMENTE TERGIVERSARON EL MENSAJE DE CRISTO.
LO MAS RELEVANTE ES QUE LA VIRGEN SE APARECIO EN AMERICA DESPUES DE LA CONQUISTA Y POR QUE ANTES NO LO HIZO Y LES AVISO A LOS AZTECAS QUE DESDE EUROPA VENIA LA PEOR PLAGA DEL MUNDO LLAMADOS LOS ESPAÑOLES? LA VIRGEN DE GUADALUPE FUE UN CUADRO PINTADO POR ALGUN EUROPEO Y LLEVARON A UNA BELLA ESPAÑOLA PARA QUE SE LO ENTREGARA AL INDIGENA, EL INDIGENA DESLUMBRADO ANTE TANTA BELLEZA CREYÓ QUE ERA LA VIRGEN Y DE AHÍ, DESDE ENTONCES SE CREO EL MITO Y LA FARSA.

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