7
Dic

Guillermo Navarro Jiménez: De lealtades y … lealtades

guillermonavarrojimnez1La lealtad tiene siempre dos facetas, mucho más cuando se relaciona con el ejercicio político o el poder. Una real y otra aparente. Lastima que la segunda es, casi siempre, valorada incluso en detrimento de la primera.

En el caso de los partidos y movimientos políticos, la lealtad mal entendida, presupone que los que están dentro son, siempre y sin lugar a duda alguna, mejores que los que están fuera. No importa si se compara a un malandrín con un hombre probo. Nada cuenta. Lo importante es el ejercicio de un espíritu de cuerpo mal entendido.

En el ejercicio del poder político, la lealtad disfrazada de los áulicos, de los lambiscones, de los aduladores, siempre conforman una parte, habitualmente numerosa, del entorno del gobernante de turno. Son aquellos a quienes prestan, incluso especial atención, los mandatarios que se obnubilan con el poder, Esos subseres, son siempre bienvenidos, puesto que son los portadores de aparentes buenas nuevas. Los que ocultan todas las deficiencias y errores. Los que nos hacen sentir omnipotentes, omniscientes. Perfectos.

Esos áulicos, oportunistas de ocasión, cuando no son entendidos en su verdadera dimensión y función, cuando no son desechados como escoria del todo bien, quien sabe quien puede salvar a los gobernantes del envanecimiento, de la insidia, de las descalificaciones sin base sustantiva, de posiciones extremas, del equivocar caminos y rutas. Incluso, del no saber reconocer y justiapreciar las lealtades verdaderas.

Y es que las lealtades verdaderas duelen, puesto que conllevan reconocer errores, sabernos falibles, concientes de nuestras propias limitaciones y de las limitaciones de los que nos rodean. Conlleva reconocer que no somos iluminados, que nos somos siempre los más …… Exige desprenderse del adulo, del ensalzamiento.

Y es que las lealtades verdaderas duelen, por su contenido crítico. Por que inicialmente saben a una suerte de traición, ya que provienen de quienes nunca se espera nos bajen del pedestal de nuestra propia vanidad.

Últimos eventos del entorno del Presidente Correa, demuestran la cara de la lealtad real y la máscara de la aparente. El Ministro de Deporte y sus congéneres, eran el perfecto ejemplo de la segunda. Sus constantes lisonjas como sus declaraciones de una amistad a ultranza con el primer mandatario, sólo eran parte del escenario tras del cual ocultaban sus oscuras ambiciones. Su falsa lealtad.

José Luis Cortazar, demuestra la lealtad real cuando denuncia, documentadamente como corresponde, el enriquecimiento ilícito que se ha producido en el Ministerio de Deportes. Y es que lo hace en conocimiento de la relación de cercana amistad que proclamaba el ex Ministro con el Presidente de la República. Lo hace públicamente jugándose por su amigo Presidente. Acción que debe reconocerse.

Carolina Chang, Ministra de Salud, conjuga la lealtad verdadera desde otra perspectiva. Con concursos transparentes y públicos, pero sobretodo, destrozando los falsos argumentos de Leonardo Viteri, asambleísta social cristiano, quien compara proformas sobre bienes diferentes, de distintas especificaciones, en acción descalificada para tratar de manipular, de engañar a la opinión pública.

Pero no todo está dicho: la lealtad aparente continuará su juego. Igualmente lo hará la verdadera. La participación ciudadana en el ejercicio de gobierno permitirá descubrir y denunciar a la primera y ensalzar la segunda. La historia nos dirá si los ciudadanos de a pie, fuimos capaces de empoderarnos también de este espacio.

7
Dic

Kintto Lucas: Yunque

Kintto Lucas
Hace unos días, durante la presentación del libro La Guerra en casa -de Reyes a la Base de Manta-, decía que es necesario llamar la atención sobre la errónea política internacional y militar ecuatoriana hacia el conflicto colombiano.

Lamentablemente, la aplicación del Plan Colombia combinada con los errores gubernamentales está llevando a Ecuador a cumplir el papel de yunque que le asignó ese nefasto plan geoestratégico diseñado por Washington y Bogotá.

Desde el comienzo del Plan Colombia en el año 2000, uno de los objetivos fue involucrar a Ecuador en el combate a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) para que la guerrilla colombiana se golpeara en el “yunque” conformado por las fuerzas armadas ecuatorianas. Eso no se había logrado hasta el bombardeo de las fuerzas armadas colombianas al campamento de Raúl Reyes en Angostura, el 1 de marzo de este año.

A partir de ese ataque, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, con el apoyo de Estados Unidos, ha logrado colocar a nivel internacional la imagen de que el gobierno ecuatoriano es condescendiente con las FARC. Ante la necesidad de desvirtuar esa falsedad, Ecuador ha caído en la trampa, y sus fuerzas armadas se han ido involucrando cada vez más en el combate a las FARC pasando a cumplir el papel de yunque que habían resistido.

La realidad está mostrando que al mandatario colombiano no le interesa mantener buenas relaciones políticas con Ecuador, su único interés ha sido y es forzar a que el país se convierta en yunque, y lo está logrando.

Desde el año 2000, los gobiernos colombiano y estadounidense realizaron diversos intentos de involucrar a los países limítrofes con Colombia en su guerra contra las FARC. En la VI Reunión de Ministros de Defensa de las Américas, realizada en Quito en el año 2004, el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, insistió en la necesidad de conformar una fuerza multinacional para enfrentar a las FARC.

En esa oportunidad Rumsfeld, afirmó que “terroristas, narcotraficantes, secuestradores y pandillas criminales forman una combinación antisocial que busca crecientemente desestabilizar a las sociedades civiles” y ”encuentran refugio en zonas fronterizas y áreas donde el gobierno no está presente”.

Basado en ese argumento con apoyo de Colombia, Perú y Granada propuso una nueva arquitectura de seguridad hemisférica para enfrentar el narcoterrorismo y el aumento de la pobreza, consideradas como dos amenazas para la defensa.

La propuesta rechazada incluía exhortar a la Organización de Estados Americanos a elaborar una lista de grupos e individuos “terroristas” e “insurgentes” de la región, para impedir que obtengan visas y circulen por los diferentes países.

Pero las tesis estadounidenses fueron derrotadas por el bloque sudamericano, en el que algunos militares ecuatorianos jugaron un importante papel en defensa de la soberanía.

Es urgente que el gobierno ecuatoriano salga del entrampamiento al que lo llevó Álvaro Uribe, modificando su política internacional y militar hacia el conflicto colombiano.

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