Lamentablemente, la aplicación del Plan Colombia combinada con los errores gubernamentales está llevando a Ecuador a cumplir el papel de yunque que le asignó ese nefasto plan geoestratégico diseñado por Washington y Bogotá.
Desde el comienzo del Plan Colombia en el año 2000, uno de los objetivos fue involucrar a Ecuador en el combate a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) para que la guerrilla colombiana se golpeara en el “yunque” conformado por las fuerzas armadas ecuatorianas. Eso no se había logrado hasta el bombardeo de las fuerzas armadas colombianas al campamento de Raúl Reyes en Angostura, el 1 de marzo de este año.
A partir de ese ataque, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, con el apoyo de Estados Unidos, ha logrado colocar a nivel internacional la imagen de que el gobierno ecuatoriano es condescendiente con las FARC. Ante la necesidad de desvirtuar esa falsedad, Ecuador ha caído en la trampa, y sus fuerzas armadas se han ido involucrando cada vez más en el combate a las FARC pasando a cumplir el papel de yunque que habían resistido.
La realidad está mostrando que al mandatario colombiano no le interesa mantener buenas relaciones políticas con Ecuador, su único interés ha sido y es forzar a que el país se convierta en yunque, y lo está logrando.
Desde el año 2000, los gobiernos colombiano y estadounidense realizaron diversos intentos de involucrar a los países limítrofes con Colombia en su guerra contra las FARC. En la VI Reunión de Ministros de Defensa de las Américas, realizada en Quito en el año 2004, el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, insistió en la necesidad de conformar una fuerza multinacional para enfrentar a las FARC.
En esa oportunidad Rumsfeld, afirmó que “terroristas, narcotraficantes, secuestradores y pandillas criminales forman una combinación antisocial que busca crecientemente desestabilizar a las sociedades civiles” y ”encuentran refugio en zonas fronterizas y áreas donde el gobierno no está presente”.
Basado en ese argumento con apoyo de Colombia, Perú y Granada propuso una nueva arquitectura de seguridad hemisférica para enfrentar el narcoterrorismo y el aumento de la pobreza, consideradas como dos amenazas para la defensa.
La propuesta rechazada incluía exhortar a la Organización de Estados Americanos a elaborar una lista de grupos e individuos “terroristas” e “insurgentes” de la región, para impedir que obtengan visas y circulen por los diferentes países.
Pero las tesis estadounidenses fueron derrotadas por el bloque sudamericano, en el que algunos militares ecuatorianos jugaron un importante papel en defensa de la soberanía.
Es urgente que el gobierno ecuatoriano salga del entrampamiento al que lo llevó Álvaro Uribe, modificando su política internacional y militar hacia el conflicto colombiano.