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Jun

Novenita a la Virgen de los Populistas, por e-Diógenes.

Caricatura propiedad de Pancho Cajas

¡Ahí está tanta vanidad! Los números le salieron chuecos al guambrito, que presumía, para variar, de su apoyo popular, y casa adentro, de sus irresistibles encantos con las féminas ecuatorianas y los pocos despistados que aún se dejan lavar el cerebro con ese torcido discurso que tiene, entre ultra-izquierdoso y capitalista de a calé.

Pero pecó de la manera más vulgar y descarada, como dice la canción del salsero Blades, porque aplicó la fórmula infalible para pasar a la historia:

 

Jueces + Correa = Ocaso de un líder populista

 

Es como uno más uno, facilito. Y aquí va otra, ya que hablamos de altas matemáticas:

Cortes + Correa = Fin del correísmo

Es una suerte de patología del poder: mientras más tienes, más quieres, y por supuesto, dependiendo de la madurez personal y política del líder de turno, el síndrome será más o menos agudo, como diría cualquier médico.

En el caso de Correa, la falta de compostura para enfrentar un corpus periodístico experto en zancadillas y verdades retorcidas mostró, cuando apenas iniciaba su gobierno, que le era imposible callarse la boca, contener su naturaleza confrontativa, característica que por cierto no solo evidencia inmadurez política, sino personal.

Mucho se habló en esa época de evitar choques directos del tipo "Presidente versus Prensa corrupta", porque en definitiva desgastaban la popularidad presidencial.

Pero Correa simplemente desechó la sugerencia. Los resultados no se hicieron esperar y ahora, si bien ha ganado el "sí", las cifras demuestran que su candidatura a presidente para las próximas elecciones se encuentra seriamente comprometida.

Lo penoso es observar la falsa actitud triunfalista de todo el circo, payaso incluido, afirmando que la prensa y la izquierda infantil retuercen la verdad para sostener que sumando votos blancos, nulos y en contra, en realidad ganó el "no".

De risa loca, carcajada demente, afirmación tan burda, pero lo que ocurre en realidad es que el mismo Correa, de puro propósito, distrajo la atención del verdadero problema de fondo: SU CANDIDATURA en las próximas elecciones.

Ahora más que nunca, como buen católico, Correa habrá iniciado una novenita a la inmaculada Virgen de los Populistas (casi de seguro habrá una), para que le ayude a "lavar el cerebro" a la clientela.

Por otro lado, ahora más que nunca es imperioso mostrar obras radicales, con el fin de consolidar su imagen de cambios profundos en el país, por si aún hay gente que no haya notado que Ecuador sigue sin una política de Estado para el desarrollo agropecuario y el EMPLEO a tiempo completo como política de estado.

Lo que me molesta es la posición -esta vez realmente infantil-, del Alberto Acosta y su "Montecristi vive"… de decirle NO a todas las preguntas sin pararse a ver el enorme gasto realizado y la fantástica oportunidad de sellar de una vez por todas, con la voluntad del Soberano, decisiones importantes para el futuro del país. Allí es cuando me sale de no sé donde la pregunta: ¿a quién le importa de corazón este país? ¿Hasta qué punto somos parias?

"No hay uno con pantalones que le haga frente en las elecciones", vuelve a decir la gente en las calles.

Lo mismo afirmaba la muchedumbre cuando se sucedían gobiernos infames de derecha, ¡pero que los hay, los hay! Otra cosa es que los intereses tenebrosos de la prensa y de la política echen tierra sobre cualquier buen prospecto...

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