13
Dic

Wikileaks y el fin del mundo: “Es tiempo de abrir los archivos”.

Por Luis Alberto Mendieta

Hay quien afirma que Nostradamus ya predijo el chivatazo de Julian Assange contra el gigante del norte, e incluso hay quien sostiene que este es el fin del mundo… tal y como lo conocemos, claro.

wikileaks

Lo cierto es que un solo hombre (asistido por un equipo de trabajo), asestó un uppercut tan rudo al gigante, que, aunque no manifieste de manera obvia su atolondramiento, la histeria por sacarlo del aire a todo trance, el intento de asfixiarlo económicamente bloqueando cualquier posible apoyo económico a la causa de Wikileaks, y el ponerlo tras las rejas con una miserable trampa digna de dos aventureras de la peor catadura, demuestra, al menos, que el golpe dolió mucho.

Hay quienes afirman, como siempre (los de siempre), que Estados Unidos tiene la razón, que es un acto criminal robar información secreta perteneciente al gobierno norteamericano.

Al respecto quiero reflexionar en un detalle:

Los Estados Unidos de Norteamérica NO es el Tío Sam, NO es esa terrible estructura diplomática, militar y de inteligencia. Esa gran nación del norte pertenece a sus ciudadanos y ciudadanas: ellos son los dueños, ellos los mandantes. Y como dueños que son, tienen la prerrogativa de exigir a sus administradores, los funcionarios públicos, que los informen con toda regularidad sobre la manera en que gastan sus impuestos, sobre las decisiones que toman EN SU NOMBRE, y sobre las guerras que declaran alrededor del planeta, matando a sus hij@s, niet@s y herman@s, por un puñado de petrodólares.

George W. Bush, petrolero, mal empresario y pésimo ex funcionario público norteamericano dice: “Será difícil mantener la confianza de los líderes extranjeros [luego de Wikileaks]”. Debería añadir: “Y la de mis amigos y socios comerciales, como Bin Laden, por ejemplo”.

¿En qué momento se cambiaron los papeles? Ahora resulta que el administrador decide por su JEFE, y que además este debe quedarse callado… o le golpearán con su propio garrote.

Una nota final, para confundir del todo, y para asegurarnos de que este asunto tiene tintes apocalípticos: Hay algunos que afirman que la CIA financia a Wikileaks, y todo esto no es mas que un engaño con fines políticos, para alcanzar determinados objetivos pro norteamericanos.

COROLARIOS.

1.       La “diplomacia” de todo el planeta es un cáncer en etapa terminal, y debería operarse con urgencia.

2.       Si este es el fin del mundo, tal y como lo conocemos hoy ¡Bienvenido sea!

3.       Mañana alguien encontrará en los versos del adivino francés, que Jaime Nebot es el anticristo, y aunque haya quienes opinen que eso es absolutamente cierto, las Centurias y sus versos me recuerdan mucho a la Constitución de cualquier país, y el manoseo descarado que hacen de ella jueces y políticos.

4.       ¿En Latinoamérica pasa lo mismo? Que vengan Colombia, Chile o Perú y lo digan…

5.       El capitalismo hace aguas por todos lados, tal como sus instituciones. ¡Y cómo harán sus cosas, que prefieran mantenerlas en el más estricto silencio!

6.       Si un país guarda oscuros secretos, puede terminar en la misma situación, desnudo y a la vista de todo el mundo…

Tal como reza el lema de Wikileaks: “Es tiempo de abrir los archivos”.

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29
May

Marco A. Gandásegui: La tortura en EEUU divide a la clase política

gandaseguiALAI AMLATINA, 28/05/2009.- En toda sociedad de clase quien tiene el poder tiende a abusar de él en algún momento. Para ello, quienes ocupan las posiciones de poder definen qué se considera un abuso y cómo se debe castigar al responsable. En el caso de EEUU, se ha abierto un debate en torno a la tortura. La pregunta es sencilla: ¿debe el gobierno utilizar la tortura para extraerle información a las personas que tiene bajo su control?

A pesar de la sencillez de la pregunta, las implicaciones son muy complejas y deben ser cuidadosamente evaluadas. La idea de un debate sobre esta materia constituye, en sí, un paso atrás de siglos. Quienes participan del debate borran, de una vez, toda noción sobre los derechos humanos. No sólo en EEUU, practicante confeso de torturas a detenidos, sino del resto del mundo que lo tolera sin protestar.

En el debate se plantean cuatro niveles: el legal, el político, el utilitario y el moral. Aunque parezca absurdo, una de las partes asegura que la legislación norteamericana permite la tortura. Además, argumenta con pasión que la tortura es una herramienta política válida para la seguridad nacional. La otra parte, alega que la tortura debe abandonarse porque no arroja resultados útiles. Por último, se asegura que la víctima no tiene moral, es mala y perversa, por lo tanto es legítimo cualquier abuso, incluyendo la tortura.

En América latina, cuando los regímenes militares torturaban a los enemigos del orden establecido, lo hacían en forma secreta. No decían que era legal y menos que era políticamente correcto. Tampoco lo relacionaban con una moral justificadora. En su momento, la mayoría de los militares que abusaron del poder fue condenada por no respetar la ley, por sus errores políticos y por la inmoralidad de su actos.

En EEUU, el presidente Barack Obama quiere abordar los abusos y las torturas que cometió el expresidente George Bush en su “guerra contra el terrorismo” con guantes de seda y sin ensuciarse las manos. No lo podrá hacer debido a lo complicado del asunto. Si no logra extirpar a los torturadores de los “terroristas islámicos”, como llaman a los detenidos en sus campos de concentración, mañana justificarán la tortura de los traficantes de drogas y otros “enemigos”. Seguirán en la lista de torturados los inmigrantes ilegales y los partidarios del desarrollo en los países pobres. En esta misma lógica, seguirían los propios norteamericanos que serían llevados a cámaras de tortura especialmente concebidos para extraerles información.

En la década de 1950, para destruir el movimiento obrero norteamericano se creó la gran “cacería de brujas” encabezada por el Senado de aquel entonces. Fueron electrocutados varios “brujos” comunistas, otros fueron encarcelados y miles perdieron su empleo. Cuando comenzaron a buscar “comunistas” en las Fuerzas Armadas el presidente Eisenhower puso fin a las aventuras del Senado.

¿Podrá Obama poner fin a las torturas y controlar a los agentes que se alimentan de los temores ajenos?

En Panamá y en América latina hay una historia larga de abusos por parte de quienes detentan el poder y explotan el entorno natural y social. Los debates han sido álgidos entre quienes luchan por descubrir los atropellos y aquellos que hacen todo lo posible por encubrirlos. En estos momentos, en Panamá, se denuncian los casos de las muertes de obreros de la construcción y de pescadores por parte de fuerzas del orden. Igualmente, las actividades mineras, energéticas, turísticas y de comunicación están acabando con comunidades enteras en toda la geografía del país.

En el pasado reciente se luchaba contra los regímenes militares y sus abusos de los derechos humanos. En muchos de los casos – Panamá, Chile, Guatemala, Brasil y los demás – los responsables han sido llamados a capítulo y han tenido que responder por sus actos. En la actualidad, este debate – con ribetes políticos y éticos - en torno a los abusos, y concretamente sobre las torturas, se ha trasladado a los pasillos del poder en EEUU así como a sus medios de comunicación.

El presidente Barack Obama desde la Casa Blanca ha lanzado una ofensiva contra las prácticas de las distintas instancias norteamericanas que utilizan la tortura como forma de humillar y deshumanizar a los individuos que son identificados como amenazas a la seguridad nacional de EEUU. Obama plantea que la “técnica” asociada con la tortura produce muy pocos resultados y, más bien, ha desprestigiado a EEUU en la comunidad internacional.

Según el escritor mexicano Carlos Fuentes, el ex-vice-presidente de EEUU, Dick Cheney (2001-2009), se ha levantado como moderno Torquemada, para defender la nueva fe reciclada del “American Century” en el hemiciclo del Congreso norteamericano.

Cheney admitió ante los senadores que los torturados, “combatientes ilegales” en el lenguaje del gobierno de EEUU, eran vestidos con "chalecos explosivos, sus heridas escarbadas con un pie, sus dolores aumentados por pentotal sódico (y recibían) la amenaza de cortarles los ojos".

Cuando el senador John McCain le hizo una pregunta, Cheney le dijo: "Cierra la boca. Todos estamos aburridos de tus apologías contra la tortura. ¿Por qué no te unes al marica Specter (también senador) y te vas del otro lado? Cheney calificó a Obama, como "la delicada orquídea de Harvard" y lo acusó de "arrimarse a dictadores grasosos, dándoles besos a esos comadrejas europeos a los que nuestros militares liberaron".

Cheney declaró en la audiencia que entre los métodos de tortura autorizados por la Casa Blanca de George Bush se encontraban retirarle medicinas a los detenidos, simular que se les ahogaba, el uso de serruchos para intimidar e informes falsos sobre la muerte de un hijo del detenido.

Según The New York Times, la Casa Blanca aprobó a principios de la gestión de Bush el uso extremo y secreto de la tortura, e incluso la "desaparición" de los torturados. Cheney, en aquel entonces, insistió en su política de brutalidad y tortura y logró una orden ejecutiva autorizando los actos de coerción (los mismos que el ex vicepresidente defendió en el comité senatorial).

Condoleezza Rice fue la que recomendó el reconocimiento público de que EEUU tenía detenidos sospechosos de ser terroristas. Cuando este procedimiento fue aprobado en la Casa Blanca, Alberto Gonzales, el procurador general de Bush, propuso la teoría de la "inmaculada concepción": llevar los prisioneros a Guantánamo, sin admitir que antes estuvieron secretamente detenidos.

John Yoo, abogado del gobierno y co-autor de los “memorandos sobre la tortura”, sentó doctrina al señalar que “la víctima debe experimentar dolor o sufrimiento intenso, del tipo equivalente al dolor asociado a una herida física de gravedad, tan grave que provocaría la muerte, la falla de un órgano, o un daño permanente que provoque la pérdida de una función corporal importante”. El Juez Baltasar Garzón, de la Audiencia Nacional de España, está procediendo con una investigación contra los llamados “Seis de Bush”, que incluye a Yoo y al ex procurador, Alberto Gonzáles.

Carlos Fuentes quien destapó las declaraciones de Cheney es más optimista en relación con Obama. Señala que “Obama trae una experiencia legal y una cultura jurídica que vienen a llenar el inmenso vacío dejado por la era Bush-Cheney. Al alegato de Cheney (la tortura era necesaria para la seguridad) Obama da a entender que la información obtenida bajo tortura suele o puede ser falsa, como lo demuestra la experiencia a posteriori de la era Bush-Cheney”. Además, agrega, que según Obama “la seguridad nacional no implica la violación de la juridicidad nacional o internacional. Al contrario, el apego al derecho desarma al enemigo y la violación del derecho nos asimila a él”.

En la década de 1950 el presidente Eisenhower logró poner fin a la “cacería de brujas” cuando logró destruir el movimiento sindical y, de paso, acabar con los militantes comunistas en EEUU sospechosos de desleales. ¿Podrá poner Obama fin a la “guerra contra el terrorismo” y a los abusos que desarrollaron sus promotores en las posiciones más elevadas del gobierno del presidente Bush?

http://marcoagandasegui.blogspot.com

21
May

Ángel Guerra Cabrera: Otra amenaza cubana

Angel Guerra CabreraALAI AMLATINA, 21/05/2009.- En 2008 el Sydney Morning Herald daba cuenta de la “preocupación” de los gobiernos de Estados Unidos y Australia por la presencia de personal de salud cubano en el sur de Asia y el Pacífico, una “amenaza –decía- a la seguridad regional”. Es curioso que la potencia hegemónica mundial, embarcada en dos guerras coloniales en Asia, y su principal aliado en el Pacífico sur, se preocupen por un ejercicio de impecable solidaridad humanitaria de un pequeño país de poco más de 11 millones de habitantes, sometido, además, a la perenne hostilidad y la asfixia económica por la primera. A diferencia de las tropas y bases militares de Washington, los trabajadores de la salud cubanos están presentes para salvar vidas donde su concurso ha sido solicitado por los gobiernos nacionales, casi siempre en parajes remotos donde nunca ha ido un médico, sea porque la nación anfitriona carece del personal o porque este rehúsa trabajar en aquellos.

La cooperación internacional de Cuba en salud no es nueva. Forma parte de la tradición solidaria de la Revolución, iniciada en ese campo desde el año 1960 con la presencia de una brigada médica que atendió a las víctimas del terremoto ocurrido a la sazón en Chile y continuada con el envío de otra a la Argelia recién liberada del colonialismo. Entonces la isla perdió la mitad de su personal médico, estimulado a emigrar a Estados Unidos, pero hoy cuenta con catorce veces más galenos y paramédicos y la proporción más favorable en el mundo de doctores por habitante. Únicamente así podía haber creado y consolidado su sistema de salud gratuita y universal sin precedente, contribución señera a la dignidad de los cubanos al propiciarles el disfrute de este derecho humano fundamental del que está privado gran parte del género humano. De una facultad de medicina que existía al triunfo revolucionario, Cuba cuenta actualmente con 22 universidades de medicina a lo largo de su geografía y además, con la Escuela Latinoamericana de Medicina, donde estudian más de 10 000 jóvenes de 28 países, incluidos caribeños, africanos, árabes, asiáticos y estadunidenses pobres.

Más de 80 naciones reciben colaboración médica cubana y 14 se benefician del Programa de Atención Médica Integral para América Latina, el Caribe, África y Asia, surgido a iniciativa de Fidel Castro cuando a raíz del devastador paso del huracán Mitch fueron enviados varios contingentes de médicos cubanos a países de Centroamérica. Participan de este programa, entre otros, Haití, Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Bolivia, Laos y Timor Leste.

El caso de Haití es emblemático puesto que el precursor de la independencia y la liberación de los esclavos en América Latina es hoy una de las naciones más empobrecidos del planeta, sometida a constantes intervenciones militares, precio que le han hecho pagar los grandes poderes por su osadía. Allí la atención médica del 75 por ciento de la población recae en la brigada cubana, que además de lo asistencial enfatiza en la educación para la salud de las comunidades y la medicina preventiva. Como en todos los países donde sirven, los médicos cubanos se abstienen de intervenir en la política local pero coordinan su actividad con los distintos niveles de gobierno, organizaciones populares, barriales e iglesias. Cuba y Venezuela construyen tres Centros de Diagnóstico Integral en otros tantos departamentos(provincias) de Haití –llegarán en el futuro a diez; uno por cada departamento del país-, en los que médicos cubanos y haitianos recién graduados en Cuba prestarán servicios gratuitos de cirugía, cardiología, terapia intensiva, ginecología, laboratorio clínico, radiografía y ultrasonido. Haití sólo cuenta con 2000 médicos, concentrados casi todos en la capital y predominantemente privados, por lo que sus servicios no están al alcance de la gran mayoría de sus ciudadanos. Este solo dato permite calibrar lo que representa el aporte de los alrededor de 500 cooperantes cubanos de salud y sus colegas haitianos formados en Cuba. Pero en países como Belice la mitad del personal de salud activo es cubano y en Guatemala, Honduras y Nicaragua su cobertura alcanza a varios millones de personas.

Cuba propuso en la ONU un programa para erradicar el sida en África. Recaería totalmente en personal de la isla con un fondo financiero para medicamentos y equipos aportado por los países ricos. Todavía se espera su respuesta.

24
Abr

Fidel Castro: LA CUMBRE Y LA MENTIRA

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Algunas de las cosas que me dijo Daniel [Ortega] serían difíciles de creer si no fuera él quien las cuenta y no fuera una Cumbre de las Américas donde ocurrieron.

Lo insólito es que no hubo tal consenso sobre el documento final. El grupo del ALBA no lo suscribió; así lo hizo constar en el último intercambio con Obama en presencia de Manning y los demás líderes en la mañana del 19 de abril.

En esa reunión hablaron Chávez, Evo y Daniel sobre el tema con absoluta claridad.

Me había parecido que Daniel expresó una queja amarga cuando, el día de la inauguración de la Cumbre, dijo en su discurso: “…Pienso que el tiempo que me estoy tomando es mucho menor que el que me tuve que tomar, tres horas, esperando en el aeropuerto dentro del avión.”

Se lo pregunté y me contó que seis dirigentes de alto nivel tuvieron que esperar en la pista: Lula, de Brasil; Harper, de Canadá; Bachelet, de Chile; Evo, de Bolivia; Calderón, de México y él, que era el sexto. ¿Motivo? Los organizadores, en un acto de adulonería, lo decidieron así para recibir al Presidente de Estados Unidos. Daniel permaneció las 3 horas dentro del caluroso avión de LACSA, al ser retenido en el aeropuerto bajo sol radiante del Trópico.

Me explicó el comportamiento de los principales líderes presentes en la Cumbre, los problemas fundamentales y específicos de cada uno de los países de América Latina y el Caribe. No se le vio rencoroso. Estaba seguro, tranquilo y comprensivo. Recordé los tiempos de la guerra sucia de Reagan, las miles de armas lanzadas por éste contra Nicaragua, las decenas de miles de muertos, el minado de los puertos, la utilización de las drogas por parte del gobierno de Estados Unidos para burlar las disposiciones del Congreso, prohibiendo fondos para financiar aquella cínica guerra.

No pasamos por alto la criminal invasión a Panamá ordenada por Bush padre, la horrible matanza de El Chorrillo, los miles de panameños muertos, la invasión de la pequeña Granada con la complicidad de otros gobiernos de la región, hechos bastante recientes en la trágica historia en nuestro hemisferio.

En cada uno de los crímenes estaba la mano peluda de la OEA, principal cómplice de las brutales acciones de la gran potencia militar y económica contra nuestros empobrecidos pueblos.

Me narró el daño que el narcotráfico y el crimen organizado ocasionan a los países de Centroamérica, el tráfico de armas norteamericanas, el inmenso mercado que impulsa esa actividad tan nociva para las naciones de América Latina y el Caribe.

Me contó las posibilidades geotérmicas de Centroamérica como un recurso natural de gran valor. Considera que Nicaragua, por esa vía, podría alcanzar una capacidad de generación equivalente a dos millones de kiloWatts/hora. Hoy su capacidad total de generación eléctrica, incluidas las diversas fuentes de energía, apenas alcanza 700 mil kiloWatts/hora y son frecuentes los apagones.

Habló de la capacidad de Nicaragua para producir alimentos, del precio de la leche que se distribuye a un tercio de lo que cobran en Estados Unidos, aunque los salarios en este país son decenas de veces más altos.

En torno a esto y a otros temas prácticos giró nuestra conversación. En ningún instante lo vi rencoroso y menos aún sugerir medidas extremistas en el tema económico. Está bien informado y analiza con gran realismo lo que puede y debe hacerse.

Le expliqué que muchas personas en nuestro país no habían podido escuchar su discurso por cuestiones de horario y la falta de información oportuna en torno a la Cumbre, que por ello le pedía que aceptara explicar, en un programa televisivo, los temas de más interés relacionados con la Cumbre de las Américas, a un panel integrado por tres jóvenes periodistas, los que con seguridad interesarán a muchos latinoamericanos, caribeños, norteamericanos y canadienses.

Daniel conoce muchas posibilidades concretas de mejorar las condiciones de vida del pueblo de Nicaragua, uno de los cinco países más pobres del hemisferio, como consecuencia de las intervenciones y el saqueo de Estados Unidos. Le agradó la victoria de Obama y lo observó bien en la Cumbre. No le gustó su comportamiento en la reunión. “Se movía por todas partes -me dijo- buscando a las personas para influir sobre ellas, sugestionándolas con su poder y sus halagos.”

Desde luego que para un observador a distancia, como era mi caso, se percibía una estrategia concertada para exaltar las posiciones más afines a los intereses de Estados Unidos y más opuestas a las políticas partidarias de los cambios sociales, la unidad y la soberanía de nuestros pueblos. Lo peor, a mi juicio, fue la maniobra de presentar una declaración supuestamente apoyada por todos.

El bloqueo a Cuba ni siquiera se mencionó en la Declaración Final y el Presidente de Estados Unidos la utilizó para justificar sus acciones y encubrir supuestas concesiones de su Administración a Cuba. Nosotros comprenderíamos mejor las limitaciones reales que el nuevo Presidente de Estados Unidos tiene para introducir cambios en la política de su país hacia nuestra patria, que el uso de la mentira para justificar sus acciones.

¿Debemos aplaudir, acaso, la agresión de nuestro espacio televisivo y radial, el uso de tecnologías sofisticadas para invadir ese espacio desde grandes alturas y aplicar la misma política de Bush contra Cuba? ¿Debemos aceptar el derecho de Estados Unidos para mantener el bloqueo durante un período geológico hasta traer la democracia capitalista a Cuba?

Obama confiesa que los líderes de los países latinoamericanos y caribeños le hablan en todas partes de los servicios de los médicos cubanos, y expresa sin embargo que: “…Esto es un recordatorio para nosotros en los Estados Unidos de que si nuestra única interacción con muchos países es la lucha contra la droga, si nuestra única interacción es militar, entonces es posible que no estemos desarrollando conexiones que con el tiempo puedan aumentar nuestra influencia y tener un efecto beneficioso cuando tengamos necesidad de hacer avanzar políticas de nuestro interés en la región.”

En el subconsciente, Obama comprende que Cuba goza de prestigio por los servicios de sus médicos en la región y hasta le da más importancia que nosotros mismos. Tal vez ni siquiera le han informado que Cuba envió sus médicos no sólo a la América Latina y el Caribe, sino también a numerosos países de África, a países asiáticos, en situación de catástrofes, a pequeñas islitas de Oceanía como Timor Leste y Kiribati, amenazadas de quedar bajo las aguas si el clima cambia e incluso ofreció enviar, en cuestión de horas, una brigada médica completa para socorrer a las víctimas de Katrina cuando gran parte de Nueva Orleáns quedó desamparada bajo las aguas y habrían podido salvar muchas vidas. Miles de jóvenes seleccionados de otros países han sido formados como médicos en Cuba, decenas de miles más se están preparando.

Pero no solo en el campo de la salud hemos cooperado, también en el de la educación, el deporte, la ciencia, la cultura, el ahorro de energía, la repoblación forestal, la protección del medio ambiente y otros campos. Los órganos de Naciones Unidas podrían dar testimonio de esto.

Algo más: sangre de patriotas cubanos se derramó en la lucha contra los últimos baluartes del colonialismo en África y la derrota del Apartheid, aliado de Estados Unidos.

Lo más importante de todo, ya lo dijo Daniel en la Cumbre, es la ausencia total de condicionalidad en el aporte de Cuba, la pequeña Isla que Estados Unidos bloquea.

No lo hicimos buscando influencias y apoyo. Fueron los principios que sustentan nuestra lucha y nuestra resistencia. El índice de mortalidad infantil en Cuba es menor que el de Estados Unidos; hace mucho rato no hay analfabetos; los niños blancos, negros o mestizos asisten todos los días a la escuela, disponen de iguales posibilidades de estudio, incluidos los que requieren educación especial. Hemos alcanzado no toda la justicia, pero sí el máximo de justicia posible. Todos los miembros de la Asamblea Nacional son postulados y elegidos por el pueblo, vota más del 90% de la población con derecho a votar.

No hemos solicitado la democracia capitalista en la que usted se formó y en la cual sinceramente y con todo derecho cree.

No pretendemos exportar nuestro sistema político a Estados Unidos.

21
Mar

Mariela Buonomo: BID: Mucho más banco que interamericano

buonomoALAI AMLATINA, 20/03/2209. Montevideo.- Como todos los años tendrá lugar una Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para discutir la situación de la institución y su marcha futura. Esta asamblea es la máxima autoridad del banco. Allí se encuentran los delegados de los gobiernos de los 48 países miembros. Sus representantes usualmente son los ministros de economía, hacienda o presidentes de los bancos centrales.

Bajo un primer análisis parecería enfrentarse una situación atractiva: el BID sería un banco interamericano, donde los países de la región revisarán su estado financiero y analizarán sus políticas de apoyo. Pero en realidad, casi la mitad de los miembros del BID no son latinoamericanos, y su poder de votación alcanza prácticamente esa misma proporción.

En efecto, del total de 48 países miembros, 26 son latinoamericanos y caribeños, mientras que 22 provienen de otras regiones. Entre ellos se encuentran países industrializados como Estados Unidos, Canadá, Japón, y 16 naciones europeas (Alemania, Austria, Bélgica, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Noruega, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza). En este grupo también se encuentran Israel, República de Corea y República Popular de China. En otras palabras, casi la mitad de los integrantes del banco no pertenecen a la región.

Si bien el banco encamina sus préstamos y asistencias únicamente a los países de América Latina y el Caribe, las demás naciones participan no sólo brindando apoyo financiero, ya sea en forma de capital integrado como en cuanto a las suscripciones de capital, sino que se benefician de poder participar en los procesos de adquisiciones y contrataciones. Es muy simple, si una empresa italiana desea tener la posibilidad de brindar bienes o servicios en los proyectos financiados por el BID, es indispensable que Italia sea un miembro del banco. A su vez, muchos de esos países han otorgado asistencias sectoriales a ser administradas por el banco, pero que son ejecutadas por empresas o consultores de esos mismos países.

Además de esta particular composición, el poder de votación de cada uno de los gobernadores en el ámbito de la asamblea es diferente. Aquí no se cumple la condición de “un país – un voto”, sino que el poder de votación es directamente proporcional al capital que cada país suscribe al BID. Los países latinoamericanos poseen en total el 50,02% de los votos, mientras que los restantes 22 miembros provenientes de otras regiones, totalizan un 49,98% de los votos. Avanzando un paso más, Estados Unidos tiene el mayor peso, con el 30,007% de los votos. Le siguen, muy por detrás, Argentina y Brasil, que cuentan con el 10, 752% cada uno. Entre los demás países, tanto latinoamericanos como extrarregionales, en ningún caso superan el 7% de poder de votación (según el informe anual del BID - 2007).

El papel de estos gobernadores no es menor, ya que además de evaluar y analizar las operaciones y actividades del Banco, adoptan decisiones de peso en cuanto a las políticas que debe adoptar la institución. Son, en definitiva, los responsables de la supervisión de sus actividades y su administración, aunque en la práctica muchas de estas tareas son delegadas al Directorio Ejecutivo.

El Directorio Ejecutivo se encarga de la supervisión diaria de las operaciones del BID. Tiene a su cargo el establecimiento de las políticas de la institución, la aprobación de los proyectos, la determinación de las tasas de interés a cobrarse por los préstamos, así como la autorización de los empréstitos a realizarse en los mercados de capital. Aprueba, además, el presupuesto administrativo de la institución. Se compone de 14 Directores Ejecutivos elegidos por los gobernadores por períodos de tres años, y por lo tanto los países deben agruparse de manera que un director represente a varios de ellos. Excepto, una vez más, en el caso de Estados Unidos y Canadá, quienes tienen representantes propios designados directamente por sus gobiernos. Además, la asimetría se incrementa en tanto la tradición indica que el vicepresidente del BID siempre provendrá de Washington.

Frente a estas situaciones es válido preguntarse: ¿qué tan “Interamericano” es el BID? La respuesta es dificultosa ya que casi la mitad de los miembros provienen de otras regiones, y obtienen réditos por participar como accionistas, y uno de ellos posee un peso decisivo en la estructura y en las decisiones. De esta manera, el BID se asemeja más a un banco internacional de préstamos, que a una institución interamericana de fomento al desarrollo.

En esta situación también debe reconocerse que los miembros latinoamericanos y caribeños poseen amplios márgenes de maniobra y capacidades de incidencia para encaminar las actividades del banco en otra dirección. Cuentan con una pequeña fracción mayor a la mitad del poder de voto total, y si lograran una coordinación entre todos ellos, podrían promover nuevas estrategias de financiamiento.

Incluso es pertinente considerar qué sucedería si todos los países latinoamericanos bajo gobiernos progresistas o de izquierda, coordinaran sus posturas dentro del BID. Si se logran acuerdos entre Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Rep. Dominicana, Uruguay y Venezuela, se alcanzaría un importante 35,267% de poder de voto. Esto permitiría superar, aunque por poco, la incidencia de Estados Unidos. Incluso pueden explorarse alianzas con China y otras naciones para lograr un cambio en el balance del poder dentro del banco.

Estos son algunos de los desafíos que enfrentan los países latinoamericanos y caribeños frente a este nuevo aniversario del BID: lo que podría presentarse como “su” banco, se ha vuelto cada vez más una institución financiera internacional. De todos modos, si bien las naciones industrializadas cuentan con un peso fundamental en la toma de decisiones, una coordinación latinoamericana, comenzando por los países progresistas, podría desencadenar transformaciones sustantivas.

- Mariela Buonomo es analista en temas de economía y desarrollo sostenible en CLAES (Centro Latino Americano de Ecología Social).

25
Feb

Sobre la crisis Global, 4ta. parte. Joachim Becker: La Unión Europea y la crisis financiera

beckerA principios de octubre [ de 2008] se agudizó de nuevo la crisis financiera. Originada en Estados Unidos, sus efectos directos se percibieron primero en Europa Occidental, en especial por los estrechos vínculos financieros con EE.UU. y la utilización de los “nuevos” instrumentos financieros de alto riesgo. Sin embargo, la situación europea no es un mero contagio ya que también tiene raíces endógenas. La Unión Europea y muchos gobiernos (como Gran Bretaña e Irlanda) favorecieron la liberalización del sector financiero. Además, la crisis financiera está estrechamente vinculada con problemas productivos, como las sobrecapacidades en la industria del automóvil o de la construcción.

La vulnerabilidad de Europa del Este

En Europea Oriental los efectos iniciales fueron limitados, con excepción de las bajas en las bolsas de valores ya que los bancos se centraban en negocios convencionales. Sin embargo, en los países bálticos, especialmente Estonia y Letonia, que gozaban de un boom crediticio financiero, se derrumbó el crecimiento y los flujos de capital se han secado. Esto tiene serias consecuencias debido a sus abultados déficit en cuenta corriente y la alta deuda externa en esos países. Hungría ya esta [en] crisis y firmó un acuerdo con el FMI.

El último Global Financial Stability Report del FMI también indica la alta vulnerabilidad en Bulgaria y Rumania debido a elevados déficit en cuenta corriente, alta deuda externa y la explosión en el crecimiento del crédito privado.

Por lo tanto, estos países, tienen una alta vulnerabilidad externa, que dentro de poco se verá

agravada por la desaceleración o la caída de las exportaciones.

Las respuestas de corto plazo

La crisis encontró mal preparada a la UE. La supervisión bancaria es una cuestión nacional, y faltan normas claras para el rescate de bancos multinacionales durante una crisis (no se ha determinado si un rescate se debe aplicar, por ejemplo en el Estado de la sede principal o en los países de las filiales). Esto es especialmente relevante en Europa Oriental, donde casi todo el sector bancario es de propiedad extranjera.

Frente a la escalada de la crisis, la presidencia francesa de la UE organizó el 4 de octubre una

cumbre de los países europeos miembros del G-8 (Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia). El

presidente francés, Nicolás Sarkozy, propuso para la UE un paquete de rescate parecido al modelo de los EE.UU., lo que fue rechazado por Alemania y Gran Bretaña. Enseguida se intentaron soluciones nacionales, con medidas como garantías para los depósitos bancarios en varios países y apoyos de distinto tipo a los bancos.

El 12 de octubre, la UE hizo una segunda tentativa para una solución común. Participaron los países miembros de la zona del euro, lo que implica una exclusión de casi toda Europa Oriental. El plan anti-crisis se inspiró fuertemente en el enfoque británico: El capital propio de los bancos puede ser aumentado con participaciones estatales. En algunos países esa participación considerará las condiciones en los negocios, los salarios de los gerentes y la política de dividendos. Se acordó que ningún banco esencial del sistema financiero podía quebrar, y para ello se les aseguró ayuda financiera estatal. Los préstamos entre bancos y similares gozarán de las garantías estatales para recomponer el mercado financiero (previsto hasta diciembre de 2009, mientras que los préstamos garantizados pueden tener hasta 5 años de vencimiento).

El compromiso financiero es enorme: por ejemplo en Alemania 70 mil millones de euros para la capitalización de los bancos y 400 mil millones para garantías de los préstamos; en Francia 40 mil millones de euros como de asistencia de capital propio para los bancos y 320 mil millones de euros en garantías.

Las nacionalizaciones parciales no tienen un carácter estratégico y de largo plazo, sino son

concebidas como medidas de emergencia. Este tipo de respuesta no es nueva, ya que fueron aplicadas por los “países pioneros” del neoliberalismo en América Latina (las ex dictaduras derechistas de Chile, Argentina y Uruguay), a comienzos del decenio de 1980.

En los países de Europa Oriental, sin embargo, la elevada dependencia de las corrientes de capital extranjero es el problema principal, y no se lo ha percibido de manera adecuada. Debido a que las iniciativas anti-crisis se han focalizado en la zona del euro y Gran Bretaña, la mayoría de los países de Europa Oriental fueron marginados y caen bajo un papel protagónico del FMI.

Por lo tanto, las respuestas europeas son bastante improvisadas y han apuntado al objetivo de

restablecer el tráfico de crédito entre los bancos nacionales, enfocados en la zona euro y Gran Bretaña. Pero hay grietas dentro del bloque regional, criticándose por ejemplo algunas medidas nacionales (como los cuestionamientos desde Francia a las acciones alemanas), aunque la distribución de las cargas de la crisis entre los países miembros y los grupos sociales, ni siquiera ha comenzado a ser analizada en detalle.

El debate sobre políticas anti-cíclicas

Antes de esta crisis no existía una política económica anti-cíclica coordinada dentro de la UE. Por el contrario, el Pacto de Crecimiento y Estabilidad cuenta con rígidas normas fiscales y monetarias bajo un sesgo pro-cíclico, es decir, la tendencia de agravar la crisis. Aunque hoy se habla de una aplicación más flexible de sus normas fiscales y monetarias, eso no será suficiente. Queda en claro que esta crisis será una gran carga en los presupuestos nacionales, y la economía europea va en caída libre.

El presidente francés, Sarkozy propuso un programa anti-cíclico, lo que fue rechazado por Alemania y Gran Bretaña. La mayoría de los gobiernos de Europa del Este se mostraron hostiles a flexibilizar el Pacto de Crecimiento y Estabilidad y, por lo tanto, a políticas de corte keynesiano. En el plano nacional, en varios países existe un amplio rechazo de los programas coyunturales públicos (como en Alemania).

En noviembre de 2008, rompiendo con la política de los últimas dos décadas y acercándose a la posición francesa, la Comisión Europea presentó un plan de 200 mil millones de euros para dar un impulso al crecimiento económico. La mayor parte (€ 170 mil millones) estaría a cargo de los gobiernos nacionales mientras que las iniciativas propiamente europeas se limitarían a dar un impulso suplementar (€ 30 mil millones). Por lo tanto, la Comisión Europea quiere contar por lo menos con un marco de acción de los gobiernos nacionales. Pero éstos siguen divididos sobre las políticas anti-cíclicas (Francia las promueve, aunque más en el discurso que en hechos, pero Alemania sigue festejando el protagonismo exportador de sus empresas). En Europa del Este se esbozan políticas pro-cíclicas impulsadas por el FMI. Por lo tanto, el panorama es bastante contradictorio.

Aunque se adoptan parcialmente políticas de corte keynesiano, se evita nombrarlas como tales. Además, las medidas anti-cíciclas son presentadas como excepciones que se aplicarán por un periodo muy corto (quizás dos años). Las fuerzas dominantes pretenden volver más tarde a las políticas fiscales restrictivas propias de las pautas neoliberales de los últimos años. Incluso en algunas áreas se intenta radicalizar la perspectiva neoliberal llamando a flexibilizar las relaciones de trabajo. Se sigue apostando por la industria de automóviles, muy importante en términos de valor agregado y de empleo, aunque el transporte individual es un factor muy importante de la crisis ecológica, de donde un viraje hacia el transporte público parece una necesidad ecológica.

Las cuestiones de fondo no están resueltas

En una perspectiva política a corto plazo, hasta el momento no se han abordado en la práctica de la política económica las causas de la crisis financiera. No se cuestionan los modelos financiarizados o neo-mercantilistas. Hay muchas vacilaciones de afrontar la débil regulación del sector financiero. Los bancos quieren subsidios y la adquisición de las pérdidas por parte de los estados, pero rechazan una reestructuración fundamental del sistema financiero. En consecuencia, al menos por ahora las propuestas para cambiar la regulación de los mercados financieros son modestas.

Según la propuesta del Ministro de Finanzas alemán Peer Steinbrueck (que por los menos es concreta), los bancos no podrían vender la totalidad de los créditos riesgosos, deberían ampliar los fondos de liquidez, y en el balance deberán dejar ver todos los instrumentos financieros innovadores. Son correcciones necesarias, pero no significan una ruptura con la regulación neoliberal de los últimos años. En cambio, el presidente francés, Sarkozy, centró su crítica en los Hedge Funds, que han sido un elemento muy desestabilizante del sistema financiero, y en los paraísos fiscales, pero sin concretar un diseño alternativo. Pero no han sido aceptadas. El gobierno británico, que está muy ligado a los intereses financieros londineses, rechaza incluso propuestas modestas como una regulación más restrictiva de los Hedge Funds. Esto muestra los límites del debate actual.

Hasta ahora, la iniciativa ha estado en las manos de los gobiernos. Los parlamentos y los partidos políticos han sido marginados. Algunos partidos de izquierda, movimientos sociales o intelectuales, ofrecen propuestas que van más allá de los planes gubernamentales. Por ejemplo, se indica que algunos instrumentos financieros de alto riesgo deberían prohibirse, debería aumentar el componente público y servir para financiar sectores productivos. Se debería desandar la privatización de los sistemas de jubilaciones, que en muchos países sustentó los mercados financieros y actualmente son muy vulnerables. Aunque esta crisis muestra las contradicciones de los modelos neoliberales y ofrece potencialmente la apertura para un cambio de las políticas económicas y sociales, los partidos y las organizaciones de la sociedad civil europea que proponen una ruptura más profunda están lejos de tomar la iniciativa, al menos por el momento.

Finalmente, la crisis actual muestra un cambio en la balanza internacional de poder. La Unión Europea es solo un actor entre varios, mientras que el gobierno de Estados Unidos, donde se originó la crisis, ha sido incapaz de liderar una respuesta coordinada internacional. Las cumbres financieras mundiales ya no se limitarán a los países del centro, sino contarán también con la participación de estados claves del sur.

J. Becker es profesor de la Universidad de Economía de Viena y analista del Instituto de Estudios de Economía Política (IPE) en Viena. Traducción: Juan Andrés Correa

2
Feb

LA PRESIDENTA DE CHILE, MICHELLE BACHELET ADHIERE A LA MARCHA MUNDIAL POR LA PAZ Y LA NO VIOLENCIA

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Tomás Hirsch y Michelle Bachelet

La Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, adhirió a la próxima Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia. La misma se desarrollará durante el último trimestre de este año y culminará el 2 de enero de 2010 en el límite cordillerano de Chile y Argentina. Bachelet se comprometió a difundir y participar de la Marcha. En la foto se la vé junto al vocero del Humanismo en Latinoamérica, Tomas Hirsch.

La Primer Mandataria chilena, recibió al Vocero del Humanismo en América Latina, Tomás Hirsch, quién fuera su competidor en las elecciones que la llevaron al Palacio de la Moneda.

Según se informó se trató de una reunion muy cálida, de poco mas de una hora de duracion, En la oportunidad, Hirsch le informó sobre la realización de la próxima Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia a la que la Presidenta de Chile adhirió.

Pronto se conocerá un video que preparará con su equipo de prensa en la que expresará publicamente su adhesion y hará una convocatoria invitando a otros a sumarse. Ademas recibirá en el Palacio de Gobierno al Coordinador Mundial de la Marcha en los próximos meses.

Bachelet recibirá a los marchantes cuando lleguen a Santiago el 29 de Diciembre proximo y también intentara participar de un vuelo a la Antartida con la Fuerza Aerea de Chile.

En el encuentro, el Vocero Humanista le realizó diversas propuestas para apoyar la Marcha, entre ellas la posibilidad de invitar a otros Presidentes de la region Latinoamericana. y apoyar la posibilidad de un encuentro de militares de alto nivel de la region latinoamericana en relacion al tema de la Paz, el desarme y la desnuclearizacion.

Finalmente, Michelle Bachelet designó un enlace de alto nivel de su gobierno para coordinar todas las acciones que pueda apoyar el Gobierno de Chile en relacion a la Marcha, a la que dijo apoyará con resolucion ya que considera el tema del desarme nucelar, la paz y la No Violencia, como temas de grann trascendencia y con los que se siente profundamente motivada a apoyar e impulsar.

Fuente:http://www.nacionhumana.org/index.php?option=com_content&task=view&id=584&Itemid=1

Remitido por Carlos Crespo

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