6
Oct

[Música de aquí] Mercedes Sosa: Todas las voces

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Una de las voces que ha influido sin duda en los cambios sociales que América del Sur está viviendo ha muerto. Su voz es y será siempre grito de rebeldía, orgullo y conciencia de una raza que está en nosotros y aún nos negamos a conocerla y asumirla como parte del todo.

Hoy, todas las voces, todas, se unen para acompañarla en su partida.

1
Oct

By: Jean Grunauer Calle

Efecto Morfina

Cuando el Dr. Julius Hibbert; Doctor del Hospital General de Springfield y médico personal de Homero J. Simpson, inyecta una dosis de morfina al personaje principal de la serie “The Simpsons”; amante de la cerveza y rosquillas y que cuando se acuerda es un hombre devoto de su familia; él se pone en un estado de “tranquilidad, relajación y felicidad total”, porque siempre que ve a su Doctor, le pide morfina?; a que huye, que siente y que deja de sentir.

El Diccionario Océano Uno define a la morfina como “un alcaloide que se obtiene del opio, su acción más sobresaliente es analgésica (dícese del fármaco que disminuye o inhibe el dolor sin alterar las otras sensaciones nerviosas ni la conciencia) pero en dosis mayores a la fisiológicas produce efectos perjudiciales”.

En una reunión de amigos, conversando con algunos de ellos sobre la actitud de la mayoría de los ecuatorianos frente a la política, les dije “parece que nos están poniendo morfina en el agua o en los alimentos”; en alusión a nuestra pasividad, miedo o falta de importancia con respecto a este importante tema; siendo su reacción inmediata una enorme carcajada para posteriormente aseverar con su cabeza mi comentario.

¿Será real que el gobierno nos esté poniendo morfina en el agua o alimentos? ¿Será esa la razón del desmedido incremento del gasto público? ¿Estarán usando las dosis adecuadas? ¿Será éste analgésico perjudicial a la larga? ¿Será que la abundante propaganda gobiernista es fruto del descubrimiento de una forma de suministrar morfina mediante las ondas televisivas?

El actual Presidente Constitucional de la República del Ecuador asumió el mandato otorgado por nosotros, el pueblo, en enero del año 2007, han pasado más de dos años y medio; en los cuales si partimos de nuestra premisa, hemos estado expuestos a una constante e intensa dosis de morfina.

Estas constantes e intensas dosis parece que nos han convertido en personas pasivas, conformistas y temerosas ante todo lo que ha venido sucediendo a nuestro alrededor, situaciones que antes de enero del año 2007 hubieran sido detonantes para que salgamos a la calle a levantar nuestra voz de protesta y exigir rectificaciones; claro que los políticos oportunistas (carroñeros) utilizaron estos espacios y personas para conseguir sus fines que tenían como común denominador derrocar al mandatario de turno.

El actual Presidente no debe renunciar ni ser renunciado a la fuerza; por así decirlo, porque eso provoca retrocesos en el país; lo que él debe hacer es cambiar el tono y direccionamiento, él es el Presidente de todos y cada uno de los ecuatorianos, de los que votaron y no votamos por él, de los que creen en la revolución ciudadana y de los que no, de los pobres y pelucones, de los que vivimos en este lindo país hasta de los que salieron del mismo en busca de un futuro mejor, por esto, sus planes, objetivos, metas, políticas y estrategias deben no solo buscar sino practicar el BUEN VIVIR para todos y cada de los ciudadanos del Ecuador.

¿Qué nos está pasando?

Pues me reservo el derecho a no opinar por otros ya que cada quien sabe que siente o como vive lo que está pasando, solemos estar acostumbrados a que siempre alguien tenga la BUENA VOLUNTAD de opinar y sentir por nosotros, así que esta vez es nuestra obligación reflexionar ante esta pregunta siempre y cuando sintamos que la morfina nos está afectando al organismo o en el caso sienta que aún no ha afectado resérvese el derecho a opinar para cuando sienta que ésta le está afectando.

Lo único que puedo concluir, es que la morfina empezó a afectar mi mente y sentidos, es por esto que a partir de hoy no sucumbiré ante mi dosis diaria y así lo haré día tras día.

Y lo hago por mi hijo quien merece crecer, desarrollarse y realizarse en un país donde la gente opine, piense y sienta como quiera, no en uno donde la gente sea pasiva, conformista y temerosa; esto no es por mi es por él quien al igual que todos nuestros hijos necesitan un futuro mejor, necesitan un BUEN VIVIR.

Homero Simpson es feliz con su morfina, ¿lo será siempre? ¿le afectará a la larga? ¿lo podremos ser nosotros? ¿será la mejor opción?

Por Jean Grunauer Calle

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