29
Jun

Atilio A. Boron. Honduras: la futilidad del golpe

ALAI AMLATINA, 28/06/2009.- La historia se repite, y muy probablemente concluya de la misma manera. El golpe de estado en Honduras es una re-edición del que se perpetrara en Abril del 2002 en Venezuela y del que fuera abortado ante la fulminante reacción de varios gobiernos de la región en Bolivia el año pasado. Un presidente violentamente secuestrado en horas de la madrugada por militares encapuchados, siguiendo al pie de la letra lo indicado por el Manual de Operaciones de la CIA y la Escuela de las Américas para los escuadrones de la muerte; una carta de renuncia apócrifa que se dio a conocer con el propósito de engañar y desmovilizar a la población y que fue de inmediato retransmitida a todo el mundo por la CNN sin antes confirmar la veracidad de la noticia; la reacción del pueblo que conciente de la maniobra sale a la calle a detener los tanques y los vehículos del Ejército a mano limpia y a exigir el retorno de Zelaya a la presidencia; el corte de la energía eléctrica para impedir el funcionamiento de la radio y la televisión y sembrar la confusión y el desánimo. Como en Venezuela, ni bien encarcelaron a Hugo Chávez los golpistas instalaron un nuevo presidente: Pedro Francisco Carmona, a quien la inventiva popular lo rebautizó como “el efímero.” Quien desempeña su rol en Honduras es el presidente del Congreso unicameral de ese país, Roberto Micheletti, quien juró este domingo como mandatario provisional y sólo un milagro le impediría correr la misma suerte que su predecesor venezolano.

zelayaLo ocurrido en Honduras pone de manifiesto la resistencia que provoca en las estructuras tradicionales de poder cualquier tentativa de profundizar la vida democrática. Bastó que el Presidente Zelaya decidiera llamar a una consulta popular -apoyada con la firma de más de 400.000 ciudadanos- sobre una futura convocatoria a una Asamblea Constitucional para que los distintos dispositivos institucionales del estado se movilizaran para impedirlo, desmintiendo de ese modo su supuesto carácter democrático: el Congreso ordenó la destitución del presidente y un fallo de la Corte Suprema convalidó el golpe de estado. Fue nada menos que este tribunal quien emitió la orden de secuestro y expulsión del país del Presidente Zelaya, prohijando como lo hizo a lo largo de toda la semana la conducta sediciosa de las Fuerzas Armadas.

Zelaya no ha renunciado ni ha solicitado asilo político en Costa Rica. Fue secuestrado y expatriado, y el pueblo ha salido a la calle a defender a su gobierno. Las declaraciones que logran salir de Honduras son clarísimas en ese sentido, especialmente la del líder mundial de Vía Campesina, Rafael Alegría. Los gobiernos de la región han repudiado al golpismo y en el mismo sentido se ha manifestado Barack Obama al decir que Zelaya "es el único presidente de Honduras que reconozco y quiero dejarlo muy claro". La OEA se expresó en los mismos términos y desde la Argentina la Presidenta Cristina Fernández declaró que "vamos a impulsar una reunión de Unasur, aunque Honduras no forma parte de ese organismo, y vamos a exigir a la OEA el respeto de la institucionalidad y la reposición de Zelaya, además garantías para su vida, su integridad física y la de su familia, porque eso es fundamental, porque es un acto de respeto a la democracia y a todos los ciudadanos.”

La brutalidad de todo el operativo lleva la marca indeleble de la CIA y la Escuela de las Américas: desde el secuestro del Presidente, enviado en pijama a Costa Rica, y el insólito secuestro y la golpiza propinada a tres embajadores de países amigos: Nicaragua, Cuba y Venezuela, que se habían acercado hasta la residencia de la Ministra de Relaciones Exteriores de Honduras, Patricia Rodas, para expresarle la solidaridad de sus países, pasando por el ostentoso despliegue de fuerza hecha por los militares en las principales ciudades del país con el claro propósito de aterrorizar a la población. A última hora de la tarde impusieron el toque de queda y existe una estricta censura de prensa, pese a lo cual no se conoce declaración alguna de la Sociedad Interamericana de Prensa (siempre tan atenta ante la situación de los medios en Venezuela, Bolivia y Ecuador) condenando este atentado contra la libertad de prensa.

No está [por] demás recordar que las fuerzas armadas de Honduras fueron completamente reestructuradas y “re-educadas” durante los años ochentas cuando el Embajador de EEUU en Honduras era nada menos que John Negroponte, cuya carrera “diplomática” lo llevó a cubrir destinos tan distintos como Vietnam, Honduras, México, Irak para, posteriormente, hacerse cargo del super-organismo de inteligencia llamado Consejo Nacional de Inteligencia de su país. Desde Tegucigalpa monitoreó personalmente las operaciones terroristas realizadas contra el gobierno Sandinista y promovió la creación del escuadrón de la muerte mejor conocido como el Batallón 316 que secuestró, torturó y asesinó a centenares de personas dentro de Honduras mientras en sus informes a Washington negaba que hubiera violaciones de los derechos humanos en ese país. En su momento el Senador estadounidense John Kerry demostró que el Departamento de Estado había pagado 800 mil dólares a cuatro compañías de aviones de carga pertenecientes a grandes narcos colombianos para que transportasen armas para los grupos que Negroponte organizaba y apoyaba en Honduras. Estos pilotos testificaron bajo juramento confirmando las declaraciones de Kerry. La propia prensa estadounidense informó que Negroponte estuvo ligado al tráfico de armas y de drogas entre 1981 a 1985 con el objeto de armar a los escuadrones de la muerte, pero nada interrumpió su carrera. Esas fuerzas armadas son las que hoy depusieron a Zelaya. Pero la correlación de fuerzas en el plano interno e internacional es tan desfavorable que la derrota de los golpistas es sólo cuestión de (muy poco) tiempo.

24
Jun

Miguel d'Escoto abre la Conferencia sobre Crisis y Desarrollo en la ONU

ALAI AMLATINA, 24/06/2009.-  El presidente de la Asamblea de las Naciones Unidas, Miguel d’Escoto Brockmann, inauguró hoy, 24 de junio, en Nueva York, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Crisis Financiera y Económica Mundial y su Impacto Sobre el Desarrollo, con un discurso sobre "La actual crisis financiera y económica mundial a la luz del bien común de la tierra y de la humanidad".

El evento, llamado también el "G192", reúne a altos representantes de los gobiernos del mundo para explorar soluciones, no solo a la crisis económica y financiera, sino al conjunto de crisis que amenazan a la humanidad y al planeta, ya que, como afirmó d'Escoto, "los retos de las diferentes crisis están todos interconectados y nos obligan a nosotros, representantes de los pueblos de la Tierra, a proclamar nuestra responsabilidad unos hacia los otros y a que juntos, con gran esperanza, busquemos soluciones incluyentes."

El ex canciller nicaragüense advirtió que: "No es humano ni responsable construir una Arca de Noé que salve solamente al sistema económico imperante dejando a la gran mayoría de la humanidad a su propia suerte, sufriendo las nefastas consecuencias de un sistema impuesto por una irresponsable, aunque poderosa minoría."

Al prevenir que "hemos llegado a la última frontera", d'Escoto subrayó la necesidad de buscar un modelo sostenible de vivir.  "El egoísmo y la codicia no se pueden remendar. Tienen que ser sustituidos por la solidaridad y eso, obviamente, implica un cambio radical. Si realmente lo que queremos es una paz estable y duradera, debemos estar absolutamente claros que debemos ir más allá de controles y correcciones del modelo existente y crear algo que apunte hacia un nuevo paradigma de convivencia social.  (…) Hemos construido una economía globalizada. Ahora es el momento de crear una política y una ética globalizadas a partir de las muchas experiencias y tradiciones culturales de los diferentes pueblos", afirmó.

Este reto, según el Presidente de la Asamblea, implica incorporar la óptica que viene de las ciencias de la Tierra, según las cuales la Tierra está insertada dentro de un vasto y complejo cosmos en evolución.  "Esta concepción contemporánea se compagina con la ancestral visión de la Humanidad y de los pueblos originarios para los cuales la Tierra siempre fue y es venerada como Madre", subrayó, añadiendo que "Lamentablemente, a raíz de nuestro excesivo consumo y despilfarro, la Tierra ha ultrapasado ya en 40% su capacidad de reposición de los bienes y servicios que generosamente nos ofrece".

De esta óptica debe nacer una nueva ética planetaria del bien común, cuya primera afirmación, según d'Escoto, consiste en proclamar y salvaguardar el Bien Común de la Tierra y de la Humanidad; se trata de bienes que no pueden ser apropiados privadamente por nadie y deben servir a la vida de todos, de las presentes y de las futuras generaciones y de la comunidad de los demás seres vivientes, señaló.

Estos bienes fundamentales serían: la propia Tierra, la biósfera de la Tierra -especialmente el agua, los océanos y los bosques-, los climas de la Tierra y la propia Humanidad como un todo.  Respecto a esta última, d'Escoto plantea como indispensable la abolición de las armas nucleares por completo, no simplemente reducción o no proliferación.

Estrategias frente a las crisis

A la luz de estos principios éticos, el Presidente de la Asamblea puso a consideración cinco estrategias de salida a las actuales crisis, con miras a dar las bases para lo que llama una biocivilización:-

"Primero: la utilización sostenible y responsable de los escasos recursos naturales. Esto implica superar la lógica de la explotación de la naturaleza y fortalecer la relación de respeto y de sinergia.

"Segundo: devolver a la economía su debido lugar en el conjunto de la sociedad, superando la visión reduccionista que la hizo el gran eje estructurador de la convivencia humana. La economía debe ser respetuosa de valores y no fuente de valores; debe ser vista como la actividad destinada a crear, dentro del respeto de las normas sociales y ecológicas, las bases de la vida física, cultural y espiritual de todos los seres humanos sobre el planeta.

"Tercero: generalizar la democracia a todas las relaciones sociales y a todas las instituciones. No solamente aplicarla y profundizarla en el campo político, con una nueva definición del Estado y de los organismos internacionales, sino también ampliarla al área de la economía, de la cultura y de la relación entre hombres y mujeres para que sea un valor universal y verdaderamente una democracia sin fin.

"Cuarto: forjar un ethos mínimo desde el intercambio multicultural y desde las tradiciones filosóficas y religiosas de los pueblos, a fin de que puedan participar en la definición del Bien Común de la Humanidad y de la Tierra y en la elaboración de nuevos valores.

"Quinto: potenciar una visión espiritual del mundo que haga justicia a las búsquedas humanas por un sentido trascendente de la vida, de la labor creativa de los humanos y de nuestro corto tránsito por este pequeño planeta".

Asimismo, d'Escoto nombró cinco principios éticos para mantener viva la realidad dinámica y en construcción del Bien Común de la Humanidad y de la Tierra: el respecto, el cuidado, la compasión, la responsabilidad universal y la cooperación.

Para concluir, expresó la profunda convicción de que el escenario actual no es de tragedia sino de crisis.  "La tragedia termina mal con una Tierra desvastada pero que puede continuar sin nosotros.  El actual dolor no es el estertor de un moribundo, sino el dolor de un nuevo parto", declaró.  Y recordó a los representantes de los gobiernos que "para poder aprovechar las oportunidades que la actual crisis nos presenta, tendremos que deponer actitudes egoístas.  Estas, en verdad, sólo buscan preservar un sistema que, supuestamente, beneficia a una minoría y claramente tiene nefastas consecuencias para la inmensa mayoría de los habitantes del planeta".

22
Jun

El "lindo canal" y las utopías: ¿La prensa privada en peligro de extinción?

¿Está la prensa privada en peligro de extinción?

Por Luis Alberto Mendieta

Al parecer, el caso Teleamazonas ha dividido a la opinión pública de todo el país, y en especial a quienes de un modo u otro participan en el accionar político y social de Quito. En Guayaquil, fortín de la derecha, se nota un apoyo mayor hacia este medio de comunicación, por varias razones, en especial políticas, además de los intereses de grupo.

Por debajo, subyace notoriamente el guión de los adversarios del gobierno, que en líneas generales consiste en capitalizar situaciones como esta con estrepitosas campañas noticiosas [1] realizadas en los medios de comunicación propiedad de sus amigos y/o socios comerciales, que manejan precisamente los medios de mayor audiencia del país. En esta vez, le tocó el turno a la “libertad de prensa”, uno de los tantos leit motiv que la CIA tiene en su guión de maniobras políticas para hacer su voluntad a ultranza, y que por alguna extraña razón, la derecha reproduce al pie de la letra, como si la sacara de un manual o recibiera instrucciones precisas de alguien.

Debo hacer varias reflexiones respecto a los antecedentes, experiencias personales, hechos incontrastables y mi visión personal de la prensa ecuatoriana (y sin duda universal) de cara al futuro. Utilizaré el caso Teleamazonas porque es un excelente ejemplo de lo que ocurre en los medios de comunicación de un modo u otro, pero siempre bajo la misma visión, misión y manipulación de los valores morales, puestos al servicio de la Empresa Privada. No concluiré el presente artículo sin dejar constancia de mi preocupación por el cariz que tomaría el escenario nacional, sin una prensa de oposición a la que puedan acudir  intelectuales, políticos y quien tenga acceso a ella[2], en caso de ser necesario.

Breves antecedentes históricos.

Teleamazonas.

Salió al aire un 22 de febrero de 1974, como el primer canal que transmitía imágenes a color en nuestro país. En aquella época, las únicas alternativas de información eran la radio y la prensa escrita, y los tres medios eran (y siguen siendo) DE UNA SOLA VÍA, es decir, no existe manera de que los usuarios del servicio puedan replicar en tiempo real a la información que el medio transmite. El detalle interesante es que, al contrario, es decir desde el punto de vista del medio de información, este llega a miles, cientos de miles y hasta millones de usuarios, a los que puede informar (y exponer de manera privilegiada su opinión personal) a diario, o con la frecuencia que crea conveniente. Es más delicado aún el caso, cuando se confabulan los intereses de una entidad bancaria con los medios de comunicación, porque aunque inicialmente este canal perteneció al empresario Antonio Granda Centeno, debido a una deuda con el Banco del Pichincha, el canal pasó a manos del banquero Fidel Egas Grijalva, presidente del referido banco [3].

***

La prensa escrita.

Esta particularidad de la prensa escrita como medio de una sola vía fue entendida ya en el siglo 18 en varios sitios del planeta como un excelente recurso para influir sobre la opinión pública, sin ningún compromiso para recoger, a cambio, el criterio tanto de sus lectores como el de las personas de las que se hablaba en el medio de comunicación, de modo que su editor tenía, como suele decirse, “la sartén por el mango”, y en su mano estaba el publicar lo que a su juicio, o el de los intereses que representaba, era más conveniente. Fue así como los políticos empezaron a influenciar la opinión de los periódicos, merced a su amistad con los propietarios de estos, que inicialmente fueron pequeños empresarios en su mayoría, y que acogieron complacidos (no en todos los casos, debido a la tendencia política del dueño del periódico y/o sus intereses particulares) un mayor acercamiento al poder y todos los beneficios que tal hecho conlleva.

Más tarde, ya entrado el siglo 20, los grandes empresarios y las corporaciones entendieron que los medios de comunicación tenían un enorme potencial económico que, unido a la influencia política subyacente, podían crear un poder tan grande, que los mismos poderes constituidos podrían tambalearse y hasta caer, por su sola influencia. Fue en esas circunstancias en que apareció la radio y años más tarde la televisión, como medios de comunicación que pasaron a reforzar aquello que pasó a denominarse “Cuarto Poder”, en referencia (y no muy sutil advertencia) a los tres poderes que los sistemas políticos de las naciones suelen tener (ejecutivo, legislativo y judicial). [4]

Es entonces crucial entender que desde su inicio, los medios de comunicación han sido:

  1. Una tribuna desde la cual sus propietarios y/o sus allegados han difundido la información que convenía a sus intereses, soslayando lo inconveniente y publicando únicamente la opinión de sus aduladores, creando incluso enfoques difusos de moral y ética, según conveniencia, pudiendo llegar a convertir la verdad en mentira y viceversa, usando falacias maquilladas y verdades a medias.
  1. Un canal de comunicación de UNA SOLA VÍA, que facilita la difusión masiva de la opinión de UNA SOLA PERSONA, o la de los intereses que representa, en detrimento de la opinión generalizada, invisibilizándola a tal punto, que acaba desapareciendo a favor de la opinión del comunicador. Uno de los casos más deleznables, pero útil como ejemplo del poder de la prensa es el de la “campaña de demonización o desprestigio”.
  1. Un negocio rentable y como tal, instrumento que debe responder a los intereses de sus dueños, que por ninguna razón arriesgarían poder y posicionamiento social por causa cualquiera, por noble que sea. Toda empresa privada se constituye con fines de lucro: por algo es un negocio, y los negocios se instalan para ganar el mayor dinero posible.

Experiencias personales.

En los difíciles días que siguieron a la caída del coronel Lucio Gutiérrez, Quito se politizó de manera impresionante. No importaba el sitio por donde uno anduviera: en todos lados se comentaba acerca del “siguiente paso”, o las reacciones de quienes nunca estuvieron a favor de la caída del presidente derrocado.

Uno de los foros de debate más populares sobre los destinos del país fue el de las Asambleas Territoriales, que viene a ser la facción menos influyente, en términos políticos, de los denominados “forajidos”. Los más espabilados y con mayor influencia social, se convirtieron más tarde en miembros del gobierno del presidente Correa, que también fue parte de la sublevación, pero a su modo. El partido político Izquierda Democrática, desde la penumbra, influyó mucho en la consumación de los distintos hechos políticos antes y después del 20 de abril de 2005.

En esas circunstancias, fueron notorios dos hechos que conviene recordar:

  1. Los medios de comunicación se negaron a hacer entrevistas a personas concretas, publicar opiniones de cabezas visibles de la rebelión o tomar la protesta ciudadana como un hecho político e histórico, prefiriendo calificarlo como una simple revuelta popular. La cantidad de personas que acudían a las marchas era enorme y era EVIDENTE el despertar de un pueblo harto del sistema. De hecho, trataron de invisibilizar cualquier liderazgo, precisamente con el ánimo de echar tierra sobre el asunto y bajar los ánimos de la población para mantener el statu quo, que tantas ventajas les reportaba hasta entonces. Solo entrevistaron a personajes de la derecha, y siempre tratando de desvirtuar la opinión ciudadana, diluyéndola con editoriales que llamaban al orden y hablaban de democracia y “estado de derecho”. Tan vergonzoso fue el accionar de los medios de comunicación privados (en especial canales de televisión), que sólo cuando las marchas populares fueron multitudinarias empezaron a publicar imágenes de los hechos.
  1. La actitud de varios medios de comunicación ha sido y es de permanente alineación con los intereses de la derecha, lo cual es comprensible, puesto que son parte de ella y de la denominada “clase empresarial”. Pero adicionalmente, toda esta clase se ha plegado a los intereses de la extrema derecha norteamericana, (neocons o neo conservadores) famosa por sus ideas radicales, racistas y totalitarias. Es evidente que hay un diálogo permanente con los medios de comunicación mainstream mundiales que por cierto están controlados por corporaciones cuyos accionistas más influyentes son familias conservadoras de Estados Unidos, de larga raigambre fanática. La impresión que causa la actitud de algunos medios televisivos es de total entrega a un Imperio ajeno, cuyo objetivo único es el Capital, y sus respectivos intereses, naturalmente… Además está la grotesca manipulación de los medios, que apelan (como en el caso de Teleamazonas, que raya en el descaro) a la sensibilidad del televidente con canciones cuidadosamente estudiadas para provocar en él sentimientos de apoyo y solidaridad a su causa, ¡es decir, a la causa de una empresa privada, una organización con fines de lucro!

De seguro habrá quienes afirmen que la prensa es pluralista, pero yo puedo dar testimonio de lo contrario, porque en algún momento formé parte de la Comisión de Comunicación de la Red de Asambleas Territoriales y una de las resoluciones que esta tomó inicialmente, es hacer públicos varios manifiestos y propuestas sobre el sistema democrático, entre otras cosas. Fue obligación nuestra visitar los principales medios de comunicación de Quito y fue allí donde constaté que todas las puertas se habían cerrado, porque ni siquiera se nos permitió dejar simples documentos. En mi caso, se me encomendó, junto con otro compañero, dejar uno de los manifiestos en Teleamazonas, y cuando llegamos para pedir un espacio de opinión, fuimos tratados groseramente y por añadidura ni siquiera se nos permitió pasar de la puerta. El guardia mencionó escuetamente algo como “aquí no son bienvenidos los forajidos” y cerró la ventanilla desde la que nos atendió. Fue entonces cuando empecé a preguntarme hasta qué punto eran “pluralistas” los medios de comunicación. En esa época, a nadie en ese canal le importaba la “libertad de expresión” que tanto buscan ahora cuando son sus intereses empresariales los que están en juego. Todos los ciudadanos tenemos una “mordaza” permanente frente a los medios, porque nuestra voz es conculcada y sólo se nos permite hablar en determinadas circunstancias, bajo el pretexto de costoso tiempo en televisión o cualquier otro medio. Existen maneras creativas de permitir que la gente se exprese, pero simplemente no hay necesidad de ello.

Los hechos incontrastables.

Cualquiera que haya intentado publicar una opinión alejada de los intereses de los medios, rubricará todo lo mencionado sin duda alguna. Son hechos incontrastables y palmarios, que simplemente obedecen a los razonamientos analizados en los antecedentes de este artículo.

Sin embargo queda algo pendiente. Últimamente me he preguntado:

¿Qué pasaría con la prensa “independiente” si un gobierno (cualquier gobierno), asumiera durante varios períodos presidenciales el poder?

La primera respuesta que se me ocurrió es que simplemente NO existe prensa independiente.

Es imposible y absurdo hasta el ridículo pensar en un medio de comunicación privado que NO responda a los intereses de sus dueños, así como es imposible soñar en un medio de comunicación gubernamental que NO obedezca al régimen, a menos que intervengan en él en igualdad de condiciones (como en un auténtico CUARTO PODER), el mayor número posible de fuerzas políticas de la Nación, personificadas por periodistas, políticos e intelectuales que las representen y que influyan en editoriales y artículos de opinión oficial, contrapesando y contrastando la opinión de las distintas tendencias políticas en todo momento, con el fin de democratizar la difusión de información, convirtiéndola en REALMENTE pluralista.

Es evidente que todo sistema democrático moderno deberá meditar en esta posibilidad tarde o temprano, si el interés es realmente permitir que la democracia evolucione. El inconveniente está en que la situación actual facilita a los fanáticos de izquierda y derecha a construir un país Gran Hermano, que permite a unas pocas personas manejar la opinión pública a su antojo, con intereses, como ya se mencionó, puramente egoístas y particulares.

Por otro lado, es iluso pensar en la existencia de una ética periodística, si el periodista es un asalariado del medio de comunicación privado, porque la empresa responde a una lógica empresarial y ésta NUNCA será totalmente compatible con el pluralismo (a menos que le convenga, claro) e incluso, desde la visión del capitalismo salvaje o si se quiere, desde el neoliberalismo, sencillamente es la “ley de la selva” y la moral es un término demasiado difuso en esta realidad, como para tomar en serio el concepto de ética periodística, o aproximarlo a la deontología [5] de manera formal. El mismo sistema capitalista difumina el concepto de deontología por la sencilla razón de su naturaleza egoísta.

Por todo lo dicho, no parece tan descabellado el crear un mecanismo democrático que permita un acercamiento (de otro modo imposible en el marco actual, y menos bajo un modelo capitalista), a un sistema de información pública en el que puedan participar, al menos bajo reglas claras, todos los actores posibles, en todos los espacios posibles y con una mínima garantía de veracidad noticiosa.

Eso y abrir espacios dentro de los mismos medios, con más afán constructivo y menos intencionalidad personal y de grupo.

Si, ya sé lo que dirán algunos: utopías, utopías…

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[1] Abundan ejemplos de campañas cuyo fin es "demonizar" a una persona o grupos de personas, como el caso de las armas químicas que supuestamente Sadam Hussein tenía en su poder, y que finalmente fueron sólo un pretexto para empuñar los pozos petroleros iraquíes.

[2] El problema es precisamente ese: ¿Quiénes tienen acceso a los medios, si el sistema privilegia únicamente intereses personales o de grupo?

[3] Fuente bibliográfica: http://es.wikipedia.org/wiki/Teleamazonas

[4] "Mientes más que La Gaceta", refrán español. Fuente bibliográfica del tema Prensa Escrita: http://es.wikipedia.org/wiki/Prensa_escrita

[5] Ref: http://es.wikipedia.org/wiki/Deontolog%C3%ADa_profesional

15
Jun

Margarita Aguinaga: Signos de la resistencia indígena, para América Latina

margaritaHace más de un año, la ONU, enviaba a los gobiernos del mundo, sobre todo de América Latina, la declaratoria de los derechos colectivos, derechos humanos de los indígenas, para que los gobiernos aplicaran, en sus normativas constitucionales y se pudieran ampliar las democracias latinoamericanas, sobre todos en los países en donde la población indígena, constituye una población considerable.

Si más de quinientos años de resistencia indígena no hubieran transcurrido, sería posible pensar que esta declaración, sentida por muchos como una importante dádiva institucional, después de masacres similares a las vividas estos últimos siglos, -tan coherentemente similar, con la masacre propiciada por Alan García y las transnacionales en Badu-Perú, es la que moviliza a los pueblos y nacionalidades indígenas del continente a defender sus derechos. Nada más de corta vista, que aquella sola posible insinuación.

Alguien que conozca la historia de América latina, desde el proceso de acumulación originaria del capital, tesis desarrollada por Marx, sabe que en juego, están aspectos que no solo tienen que ver, con la aplicación del TLC y la protesta específica de un pueblo. Pero como la memoria histórica, muchas veces es extremadamente desmemoriada, es preciso colocar, una y otra vez, ahí donde la historia no solo duele, sino explica nuestra matriz de múltiples desigualdades, que es lo que realmente representa cada hecho de violencia y asesinato de pueblos indígenas.

Implica estar vinculados estructuralmente, no solo territorialmente, por un origen y una historia colonial y neocolonial, que desenmascara lo que podría aparecer como una relación diametralmente opuesta, entre países donde las poblaciones indígenas casi fueron exterminadas y sociedades donde las poblaciones indígenas lograron resistir al exterminio, pero se impuso un orden de clases, étnico, racial y sexual.

Cuando fue la conquista, se decía que los indígenas no tenían cultura, los españoles justificaron las masacres y el exterminio indígena, diciendo que eran bestias y gente animalizada, a la que había que culturizar, evangelizar y hacer conocer el desarrollo. Que coincidente, Alan García y los medios de comunicación peruanos, dicen que los indígenas recientemente asesinados, son ignorantes que no saben que están reclamando, ni conocen que leyes se están tratando en el parlamento, rebeldes agresivos, ciudadanos queriendo asumirse de primero orden, cuando hay prioridades nacionales. Poblaciones agresivas que han asesinado policías, rabiosos, que no pueden ser controlados, por lo que fue necesaria la acción policial-militar.

Bajo el contexto represivo del estado peruano, historia delegada de Fujimori a Alan García, quien bajo ningún concepto ha eliminado ciertos soportes fundamentales de la ley de seguridad nacional peruana, es decir los cuerpos paramilitares y la acción militar sobre la protesta social, se acusa a los indígenas de terroristas. Recordemos a los historiadores, cuando reconocen lo que ocurrió con Túpac Amaru, cuando fue descuartizado, acusado de sedicioso y de conspirador contra el régimen español. Descuartizar su cuerpo, separarlo y enterrarlo en distintos lugares, para que nadie supiera el paradero de su cuerpo, era un claro mensaje de destrucción de la unidad político-cultural de los pueblos indígenas, era una clara declaración racista de desestructuración y fragmentación de la matriz indígena como cultura colectiva, “separando” mestizaje de cultura indígena, se quería anular la capacidad de protesta, como originarios de una civilización extendida y específica, capaz de referenciar una cultural más universal. Los indígenas sacados de los hospitales, desaparecidos, incinerados en los ríos de Badu-Perú y desaparecidos, han sido separados cruelmente de sus familias, torturados, asesinados dentro y fuera de sus comunidades, han sido enterrados en cualquier parte, han sido otra vez borrados de la historia.

Volver a los seres humanos despreciables, desvalorizados, ínfimos, es la táctica de la alienación histórica que acompaña todo proceso de colonización y exterminio, para promover el dominio cultural, no solo racial. Volverlos sujetos de asco y de desprecio social, fue la manera confusa, que hizo que los mestizos y los blancos mestizos de la América latina, corran sus opciones hacia las “culturas desarrolladas”, hacia la negación de su matriz histórica, hacia el desprecio cómplice en contra de pueblos enteros, hacia el olvido de su matriz histórica. La alienación de la diferencia, colocó segmentadamente, a los grupos sociales dominados, como diametralmente opuestos. Fuimos “salvados del salvajismo y el atraso indígena”, por lo que el hecho colonial y neocolonial, se volvió opción cultural y económica dominante, plena y políticamente justificada. Las formas de represión a sangre y fuego, como si se mataran bestias salvajes, es un hecho que se vuelve históricamente impune y aceptado socialmente, por casi todos, como un acto de pureza racial y étnica necesaria, reiterativa, para siempre estar un poco más arriba de los que son considerados lo despreciable, lo inferior, lo atrasado.

La pérdida de la soberanía territorial, es la muestra de la derrota del pueblo que habitaba ese espacio. Solo que la pérdida de autonomía territorial, no es un problema estrictamente geográfico, significa un traspaso de poder del expropiado a manos de l expropiador de recursos naturales, de fuerza de trabajo, de prácticas culturales, de objetos sexuales, de organización geopolítica, de designación del lugar social, económico a ocupar, de asignación de la línea de desarrollo, que quienes son dominados tienen que aceptar.

Luego, de forma constante, hay cuatro aspectos vitales que juegan en cada una de estas masacres: 1)El estado fundamentado en conceptos coloniales, 2) la ideología étnico-racista, 3) la extracción de los recursos naturales y la re-dinamización del modo de producción capitalista, como base de cualquier sus múltiples formas de acumulación del capital, sobre el dominio de la población que se asiente sobre esos recursos naturales generadores de materia prima y, 4) el control y desactivación de los aspectos comunitarios, colectivos y de resistencia de las poblaciones indígenas, que existen a partir de la producción de recursos vitales de la tierra, el agua, el medio ambiente etc., y se enfrentan a esos mismo poderes que los someten.

Y entonces, porque el modelo neoliberal, ha sido tan agresivo contra las poblaciones indígenas?, por qué, la crisis civilizatoria y económica actual, será tan agresiva en contra de los pueblos indígenas?:

Luego, de la resistencia milenaria, a mitas, obrajes, aparcerías, concertajes, huasipungos, trasmutaciones culturales y de fuerza de trabajo indígena durante la conquista española, el proceso de independencia y las repúblicas, bajo los procesos migratorios dentro de las mismas zonas rurales y urbanas, hasta atravesar las resistencias movilizadas y forzadas desde los estados, para las reformas agrarias, sobre todo en México, Bolivia, Ecuador, y otras regiones donde la población indígena es fuerte, la apropiación de la tierra para las y los indígenas tiene un valor económico y cultural muy importante.

Por un lado, Bajo esa lógica, los pueblos indígenas, fueron reducidos a los mínimos niveles de sobrevivencia y acceso a la producción agrícola precaria, de control mínimo de pequeñas parcelas de tierra, subyacentes y subordinadas al desarrollo urbano, dependientes de las haciendas agro-exportadoras y de las empresas agrícolas. Y por otro lado, es que aquí, se reagrupan de forma más activa, formas comunitarias que revitalizaron su resistencia milenaria volviéndola actual, que permitieron generar las condiciones para desarrollar su capacidad de lucha indígena, cuando aparece el neoliberalismo.

Recordemos el aparecimiento del zapatismo en 1995, en México, en contra del TLC, y miremos las luchas durante estos veinte años últimos, del movimiento indígena, de varias regiones de América Latina, han sido fundamentalmente, en contra del racismo, exigiendo democracia y cambios en el estado y en contra del modelo neoliberal y la economía de mercado.

Ello supone pensar que estos últimos veinte años hemos asistido a un re-encuentro histórico de la unidad de los pueblos indígenas, no solo local, nacional sino también regional?. Parecería que sí, la multiplicidad de organizaciones indígenas, reconociendo su historia, intercambiando saberes ancestrales, reconociendo sus memorias históricas, reivindicando sus múltiples formas de resistencia, revalorizando sus figuras históricas, hombres y mujeres, como elementos de encuentro, de esa reunificación de su matriz histórica, supondría, que los pueblos indígenas se miran, en la capacidad de provocar sus propios encuentros regionales internacionales y sus organizaciones locales, nacionales y de representación regional, en América latina., como el espacio de donde emergen con capacidad de poder político y sujetos con autonomía capaz de retornar con vos propia a la continuidad de la lucha por la Pachamama.

Es innegable, que el retorno a la recuperación simbólica y política de su acción colectiva más allá de sus propias nacionalidades y pueblos, les ha llevado a ser parte de los movimientos más activos en estos veinte últimos años y comprender la dinámica del mundo a partir de su cosmovisión. Por decir, no se puede entender cómo sino, dos de los tres procesos de gobiernos considerados actualmente, ahora progresistas y de izquierda, como Ecuador y Bolivia, lograron hacer frenos al neoliberalismo, y lograr cambios de gobiernos, sea en Ecuador, por medio de una figura que no es indígena y en Bolivia, por medio de un presidente que se reconoce indígena.

Cabe indicar que en el caso de Ecuador, a Rafael Correa le falta encontrarse con ese eslabón perdido, que torna desabrida a la revolución ciudadana y lograr un encuentro con los movimientos indígenas, no como fuerza de asistencia desde el estado, sino como poder político, para que realmente se produzca posibilidades socialista en la práctica, y a Bolivia, le falta fortalecer el proceso de autonomía y participación directa, iniciada desde el gobierno de Evo Morales de de lo que podría ser la nueva Bolivia. Los indígenas tiene aciertos y limites en sus experiencias de lucha, que siguen sirviendo para la construcción de una estrategia de resistencia latinoamericana.

Luego, si se observan los tres últimos encuentros, el Encuentro Continental del 2008 en Lima Perú, el Encuentro de pueblos Indígenas en el Foro Social Mundial-Belen 2009 y en último encuentro en Puno- Mayo 2009, es evidente que se está produciendo, en el movimiento indígena, el paso, de una conciencia anti-neoliberal, hacia una conciencia anticapitalista, bajo formas que son claves, frente a la crisis mundial: la lucha por el control de los recursos frente a las transnacionales y de los Tratados de Libre Comercio, vengan de donde vengan, la lucha en contra de la minería, la lucha por la defensa de los territorios, bajo formas de autonomía política, la defensa del derechos y el control del agua, y el enfrentamiento a encuentros de los modelos extractivos capitalistas que han asumido, sean neoliberales o social liberales. La lucha indígena ha juntado la crítica a los tratados de Estados Unidos, pero al mismo tiempo la critica a trasnacionales, incluidas ahora las brasileñas, por medio de Petrobras.

Así como los múltiples llamamientos, en contra de reuniones como la siguiente en Copenhague-2009, declarando la lucha ecológica y de defensa climática, como aspecto central de movilización, que va más allá de la lucha por sus comunidades y la defensa específica de sus territorios.

La reunificación de la matriz indígena, sigue avanzando, en medio de las crisis de la izquierda y de los movimientos sociales, se ha ido concretando en el dialogo de sus experiencias propias de lucha, el respeto de sus identidades especificas, el reconocimiento de la multiplicidad de pueblos y el reencuentro de su historia de lucha. Alcanzan en desdoblamiento del poder, dentro de la institucionalidad gubernamental y fuera de ella. Seis mil indígenas en Puno, declaran la autonomía frente al gran capital y la mismo tiempo, reposan su poder para sostener gobiernos como el de Evo Morales.

Mariategui diría, que estamos asistiendo hace ya varios años, a la unificación de nuestra matriz histórica bajo la forma de la resistencia, a partir de los pueblos indios, que a luz, podría ser el traspaso de las fronteras nacionales y el retorno a la constitución de pueblos indígenas de cara al mundo., como sitio de recuperación de la fuerza transformadora, para los pueblos de América latina. AL mismo tiempo, la lucha autónoma de las mujeres indígenas, como sujetas activas de esa participación, tal como se mira los resultados en Puno, muestra un nuevo signo de crecimiento.

En medio de la crisis que atraviesan varias organizaciones y movimientos indígenas, situación que hay que profundizar, son de las pocas fuerzas que alcanzan grados de unificación, son de las fuerzas que han sido factores sustanciales, para detener el TLC en Ecuador y Bolivia y que ahora, vuelven a criticar a los responsables de la crisis mundial y a contraponer dos polos de la lucha. A pesar de sus condiciones, son de los sujetos que sostiene movilizaciones a veces fragmentadas y otras más amplias en Colombia, Perú, México, Bolivia, Ecuador.

La crisis mundial actual, señala que nuevamente los recursos son un objetivo fundamental, solo que para los indígenas la defensa de los recursos no es solo conciencia de solidaridad nacional e internacional, es la defensa de su propia vida y del planeta.

Se observa que las trasnacionales, en vez de disminuir crecen, como subsidiarias de capitales estadounidenses y europeos y al mismo tiempo alcanzan dimensiones combinadas, con capitales de países como Brasil. Aun no está dicho como será la lucha por ese nuevo reparto de América latina entre EU, UE, China y Brasil, aún falta mucho por saber si van a compartir el poder o se van a repartir América Latina, por sobre los pueblos más pobres. Lo que sí es cierto, es que por ahora, el neoliberalismo va provocando una hibridez, lógica neoliberal conservadora y perversa con una lógica expansiva menos desarrollada y más social, promovida desde Brasil, en un mismo territorio, aliado de unos de los estados más conservadores de América Latina, el estado peruano.

Ellos y ellas saben, que frente a una agresividad económica, como la que se está provocando, no es que solo sus tierras peligran o su habitad, o se fragilizará aún más, el lugar de su vivencia cotidiana, sino que están en riesgo sus vidas. La masacre es muestra, de que inclusive sus pueblos, pueden ser agredidos hasta el punto volver a provocar la extinción de varias nacionalidades y pueblos, por las trasnacionales y gobiernos. Esa lucha por los recursos, no es solo económica, por eso la masacre de Perú, no es solo un eventual choque, entre poblaciones indígenas y el gobierno de Alan García.

A eso le tiene miedo Alan García, por eso, es mejor desactivar esa fuerza antes que permitir el encuentro fortalecido de una matriz que se ha venido reconfigurando, en medio de sus dificultades, crisis y de-sintonías. Luego, Alan Garcia, está mostrando al mundo que es capaz de hacerlo, de desterrarlos si es necesario, es una lección para gobierno vecinos, y al mismo tiempo, como dicen las organizaciones sociales peruanas, el anuncio de una nueva ola represiva y de criminalización de la protesta social, en Perú.

Sin embargo, la sabiduría indígena, también es clarividente de su pertinencia, con las declaraciones últimas, esta la exigiendo al mundo tomar posición, están asumiendo la actitud de cualquier pueblo que siente amenazada su vida.

Falta saber que harán los gobiernos que se dicen de izquierda y progresistas, falta saber si se encontraran las luchas en esa defensa, de es reunificación de la matriz indígena sobre la cual podría reconstruirse parte de una nueva matriz histórica latinoamericana.

Veremos en los siguientes años, si ese encuentro histórico se produce o es simplemente, un efímero destello de memorias ancestrales, que dejaran a algunos instalados, cómodamente en la aplicación de algún derecho indígena, otros aislados en formas de precarización laboral del trabajo agrícola y otras de aceptación del exterminio de poblaciones indígenas en varios lugares del continente, por sobre la explotación de una gran mayoría del planeta.

Eso es lo que está en juego, hablando de fuerzas políticas nacionales y regionales, por eso las políticas en Ecuador, si se vuelven mucho más reaccionarias, en contra de las expresiones legítimas de sobrevivencia y lucha indígena, como si Evo Morales se aleja de su fuerza vital, del movimiento indígena boliviano, para favorecer la repartición de los recursos a las transnacionales.

Estar junto a los pueblos indígenas, no es un tema de estudios académicos antropológicos, no es un tema sentimental, de vinculo afectivo con los pueblos indígenas. Si de socialismo se trata, desconstruir los estados racistas y etnicistas, es una de las tareas de cualquier socialismo que se respete, solo que esta vez, cualquier opción anticapitalista sin un retorno y desconstrucción de la matriz histórica de colonización, es imposible, una nueva historia y una América socialista y libertaria, porque la colonización nos dejó unidos para largo. La historia de América Latina, esta fundamentada sobre ciclos permanente de neocolonización y los pueblos originarios están resistiendo, para recordárnoslo y exigirnos retornar a las raíces históricas, como un paso consecuente no solo hacia el respeto de los derechos humanos de las y los indígenas, sino a la reconfiguración de una nueva cultura desde los pueblos de América latina.

Desde mi pertinencia, tiene aún más sentido, ser feminista en estas tierras ancestrales.…

15
Jun

Juan Paz y Miño: Prensa libre

pazyminoLa prensa escrita nace con “Primicias de la Cultura de Quito” (1792). En el siglo XIX abundan los periódicos nacionales y provinciales. En ellos predominaban las cuestiones ideológicas y el enfrentamiento entre liberales y conservadores.

La prensa comercial surge prácticamente a inicios del siglo XX. La radio, desde los años veinte del pasado siglo. La televisión, desde los sesenta. El Internet tiene una década. De manera que cuando se retornó a la democracia en 1979, tras una década de dictaduras militares “petroleras”, el Ecuador contaba con un amplio aparato de medios de comunicación.

La sucesión de gobiernos constitucionales a partir de 1979 ha ido acompañada de la inevitable influencia política que adquirieron los medios de comunicación, más allá de la simple información, que se supone es lo que “la prensa” hace en forma exclusiva.

Debido a esa situación, las relaciones entre los gobiernos y “la prensa” ha seguido el rumbo de la propia dinamia del país. Nadie puede escapar a ello. Gracias a la prensa se pudo salvar el proceso de retorno al orden constitucional que el sector “golpista” del triunvirato militar (1976-1979) quiso impedir. La prensa ha jugado un papel importantísimo de información en todos los procesos electorales. Pero también se han producido alineaciones políticas expresas. Hubo medios perfectamente identificados con León Febres Cordero (1984-1988). Un periódico quiteño abiertamente se pronunció por el voto y el triunfo de Rodrigo Borja en la campaña (1988-1992). Sixto Durán Ballén (1992-1996) se quejaba de las “críticas infundadas” de la prensa. En las décadas de los ochenta y noventa, un amplio espectro de editorialistas y analistas de los más grandes medios, se volcaron a favor del modelo aperturista, las privatizaciones, la flexibilidad laboral y el retiro del Estado, que defendían como “modernización” deseable.

Desde 1979, no ha existido otra época más atentatoria contra la prensa nacional que la que se vivió bajo el gobierno de León Febres Cordero, con persecuciones, clausura de medios, atentados contra periodistas. Y el país vivió una época de temor, violaciones constitucionales y de derechos humanos. Hubo mucho silencio para denunciarlo.

La experiencia histórica de la fase constitucional debería servir a los ecuatorianos para reconocer que “la prensa” no es inocua. No permanece ajena a los acontecimientos. Y que se ha alineado a favor o en contra de los gobiernos sucedidos desde 1979, según los intereses económicos y sociales a los que los medios han respondido. Ha quedado bastante atrás la época de aquellos periodistas comprometidos, que hicieron de la buena información y el servicio al país, su causa de vida personal. La UNP y el Colegio de Periodistas tienen ejemplos ilustres sobre ello.

De manera que cuando se habla de “prensa libre” hay que tener cuidado. Porque es preciso defender toda prensa, cualquiera sea su óptica y posición. Pero eso no significa desconocer que hoy también existe prensa que toma partido y defiende causas privadas propias. La ciudadanía tiene derecho a exigir la responsabilidad de este tipo de prensa.

11
Jun

Luis Alberto Mendieta: El Proyecto Singapur, Última parte

En palabras de León Febres Cordero (+):

“Los perros runas, aunque se junten con leones, seguirán siendo perros runas” [1]

(León Febres Cordero refiriéndose a la relación social existente entre él y Alberto Dahik).

Un héroe en su laberinto

Líder en su laberinto

Es crucial notar que Febres Cordero se consideraba a sí mismo como “dueño del país”,  ante la cómplice anuencia[2] de la prensa nacional que lo adjetivaba muy suelta de letras de igual modo, corroborando un libreto añejo de la nobleza guayaquileña: controlar el país para ponerlo al servicio de sus ‘patricios’, dueños de poderosos intereses económicos, o declarándose abiertamente “independientes”. La repetición del guión fascista, pero en la Perla del Pacífico: Desprecio por el origen como regla natural de una sociedad domesticada entre telenovelas y actitud social de revista de vanidades.

Es luego de todos estos razonamientos que para mí el ‘Proyecto Singapur’ no parece tan brillante como podría parecer al principio a cualquier persona, y conste que no hablo de dejar que Guayaquil se convierta en un paizuelo en manos de un puñado de fanáticos racistas. Por otro lado, también está Manta, por ejemplo, que tiene tanto derecho como Guayaquil (¿o no?).

Los guayaquileños quieren ver mejor a su ciudad: quieren verla próspera y bella, pero depende de qué guayaquileños estemos hablando y cómo miremos esa prosperidad. Los aristócratas verán una ciudad cuyo centro colonial derrame oro por los cuatro puntos cardinales, y si alcanza para más allá del centro, pues enhorabuena para el resto, a condición de que el gobierno esté en sus manos. Es previsible y siempre ha ocurrido.

Sin embargo, luego de tantos años de un proceso de desarraigo de los valores culturales de la mayoría de la población, me queda la duda por saber si la buena fortuna cambiaría la situación social de Guayaquil, es decir la negación del origen, el egoísmo que parte de la "nobleza" y se ha enraizado en los ciudadanos sencillos, cuya autoestima depende de lo que puedan extraer de su bolsillo: mientras más tengas, más vales. Si no tienes nada, pues ya sabes… El origen está bien para los ‘nobles’, que los cholos nada tenemos que merezca recordar. ¿Y qué pasó con los valores espirituales? ¿Valdrá algo mi cultura? ¿Y dónde queda mi noble ancestro aborigen, dueño de una cosmovisión que hoy en día revoluciona las ciencias sociales, y eso que apenas empieza a analizarse?

Despedida al líder, al estilo conquistador español del siglo dieciséis.

Despedida al líder, al estilo conquistador español del siglo dieciséis, pero irónicamente en trajes de "cholos", en lugar de armaduras.

Guayaquil se quedó socialmente encadenado al siglo dieciséis.

¿Será que  el dinero hace mejores a las personas? ¿Será que con más dinero llegará la felicidad a cada rincón alejado de Guayaquil? (Al parecer ya todo el mundo olvidó los ingentes recursos que exigió a punta de carajos León Febres Cordero mientras fue alcalde, pero la periferia sigue hoy tan desatendida como entonces, una década más tarde, en manos de alguien de su mismo pelaje)

¿Y qué hay del Ecuador y su soberanía territorial? Finalmente: ¿Hacia dónde apunta el plan de los ‘aristócratas’ guayaquileños respecto a Ecuador como nación?

Viéndolo fríamente, esa es la historia de toda Latinoamérica. La diferencia clave está en un detalle muy importante: el fanatismo confabulado con un egoísmo rayano en el impulso vital de un cromagnon.

Empezaron por retirar el nombre del Aeropuerto (antes Simón Bolívar), para sustituirlo por José  Joaquín Olmedo, en mi opinión, en un acto de vandalismo histórico similar al protagonizado por otro de sus líderes: Juan José Illingworth. Es un mensaje preocupante el lanzado con tan desatinado (y hasta tenebroso) gesto. Y ahora quieren eliminar de su historia urbana el nombre de Bolívar, quitando el nombre al malecón Simón Bolívar, llamado así por el monumento erigido en su parte central, debido a la entrevista entre Bolívar y San Martín, ambos protagonistas de la independencia americana. Lo más curioso del asunto es que pretenden sustituir el nombre de un prohombre valeroso, que sacrificó hasta su vida por gran parte de Sudamérica, poniendo a cambio el de una persona prejuiciosa, cargada de defectos y cuyo mayor mérito fue cumplir con su deber de alcalde. ¿No será que en el fondo, los "aristócratas", pretenden erigir un monumento a sus inconfesables prejuicios, personificados en su líder natural, idéntico a ellos, pero con una megalomanía desmesurada como "virtud" adicional?

La humanidad, para recuperar su humanidad, debe concebirse desde una lógica alejada de la concepción europea del ser humano y del Capital como argumento de una sociedad egoísta y primitiva. Si alguna lucha debe desafiarse frontalmente y merece combatirse, es la lucha contra el demonio humano que habita en nuestra naturaleza, que persigue intereses tan alejados del mundo que habita, que es indigno incluso de llamarse “animal”, porque hasta los animales tienen claros los conceptos de solidaridad y fraternidad.

Hoy más que nunca, es necesario educar a la población guayaquileña, empezando por proporcionarle mejores oportunidades de vida, aplicando un marco social de distribución equitativa, mientras a la par se le hace reflexionar sobre su verdadero origen, no aquél ridículo que pretende un par de “historiadores” asalariados y fanáticos, como parte de un plan fascista, engendro de la “aristocracia” medieval guayaquileña.

Urge un programa de gobierno tendiente a integrar activamente a la población con el resto del país, por medio de negocios agroproductivos, enlaces sociales y culturales que desvirtúen los delirios fanáticos de poder de una clase decadente, reparando así los daños del vandalismo histórico fruto de un fanatismo intolerante: verdugo que pretende perpetuarse así en la mente de sus indefensas (por ignorancia, con libros de "historia" que no enseñan historia en absoluto) víctimas para tenerlas siempre a su servicio.

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[1] http://www.eltiempo.com.ec/noticias-opinion/584-lapidarias-frases. “Runa” es un término peyorativo que se refiere al indígena como una raza inferior, desde el punto de vista europeo. En su acepción kichwa originaria, significa simplemente ser humano.

[2] Como una patética muestra de servidumbre a León Febres Cordero y al "estilo de vida" norteamericano, los medios de prensa ecuatorianos se dieron en publicar titulares utilizando las iniciales del político ecuatoriano (LFC), como solía hacerse en Estados Unidos en la década de los sesenta, al referirse a John Fitzgerald Kennedy (JFK).

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Una canción muy a propósito del tema:

 

6
Jun

[Relato]Luis Alberto Mendieta: La Pintá, Última parte

La Pintá, escena final.

Mientras se acercaba al lugar escuchó una canción dulce aunque algo triste, y comprendió de inmediato que Pinzón la había compuesto en su honor.

Alcanzó a percibir Pinzón mientras cantaba, aquella fragancia a canela de su primer encuentro y calló de pronto. Miró hacia todos lados, dio varias zancadas hacia donde creyó percibir el aroma y al encontrarse con ella de pronto, entrelazó sus manos con las de su sirena y la acercó hacia sí, emocionado.

- ¡Sirena! – Trémula la voz- ¡Cuánto te he esperado, niña! ¿Por qué me has dejado cantando mi canción, solo, como un loco, tantos días? ¿Al menos la escuchaste alguna noche allá, entre las olas?

Su mirada reclamaba duramente, con mayor acento aún que las palabras.

Anaìs contempló enternecida la ingenuidad del muchacho y luego de abrazarlo fugazmente, se lo llevó hacia un rincón, donde acalló sus reproches con besos apasionados y le entregó sin importarle las consecuencias, aquello que el negrero tan celosamente había protegido de cualquier varón y de sí mismo.

En su brío de corcel impetuoso, en el vigor de toro enamorado que empeñó al poseerla, en la sensible percepción de sus apetencias a la mínima inflexión corporal, al más escueto suspiro, halló Anaìs en Pinzón al complemento que nunca volvería a encontrar en su vida.
Ante el infinito número de los ojos del Dios de Pinzón, parpadeando taciturnos como siempre, poseyó el hombre por primera vez en su vida a una mujer, creyendo que amaba a una sirena, sirena suya con sabor a canela y a sal.

Hasta que el horror de pensar en su amo despierto puso en pie a la esclava, de regreso al lugar del que partió, lamentándose el no haber dicho su nombre ni preguntado a su amante el suyo y temiendo que jamás podrían saberlo.

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Se encontraron a dos pasos de la puerta del camarote.

- ¿Dónde has estado, mujer? – Acento casual, siniestro el solapado matiz de fondo. – Asió furiosamente su cabello, como quien sujeta las plumas de un escobajo, rumbo al camarote.

Al entrar, lanzóse como un loco hacia ella y nomás tenerla junto a sí, presintió lo que había ocurrido. Madrugada aún.

Energúmeno, la tiró sobre la cama y luego de hacer jirones sus prendas hasta desnudarla totalmente, olfateóla como un furioso galgo allí, allí donde no debía, y de rabia la poseyó hasta que el asco dijo basta.

Al amanecer, consciente de que su negocio tomó un giro inesperado, juróse al menos desquitar la cuenta con la causa de su desgracia, sin atreverse a tocar a la esclava, por no acabar de estropear su mercancía, pero jurándose mantener la cuenta pendiente.

Empezó por asesinar al capitán de una puñalada y a traición en cuanto se opuso a su designio de matar al infractor y luego de sobornar al navegante y a cuantos pudo, se convirtió en Mayoral de alta mar.

A la conmiseración de los marinos ante su camarada y la ira por la muerte del capitán, interpuso doblones de oro y hasta prometió esclavos, ofreciendo aún más a quien acusara al culpable de tener tratos con su esclava. La tripulación miraba al sujeto como al lunático en que se convirtió, indecisa, mientras esperaba inquieta el día de su llegada al puerto. Por la tarde, dos días después y ante el peligroso silencio de los marineros, reunió a todos y parado sobre el castillo de popa exclamó:

- ¡Mil escudos por la cabeza del bellaco que violó a la negra! ¡Están aquí, en esta bolsa!

Y la abrió, dejando brillar a la vista de todos los presentes las monedas de oro. Luego introdujo una mano en ella y enterrándola entre las monedas, las sacaba a puñados que dejaba caer nuevamente en el talego. Repitió la operación varias veces hasta evidenciar que efectivamente estaba repleta de monedas de oro, sin perder de vista los codiciosos ojos de la tripulación, alucinada ante el espectáculo.

Las lenguas de la marinería acabaron por deslenguarse. Ataron de pies y manos a Pinzón, lo entregaron y exigieron la recompensa. El botín se repartió entre todos a partes iguales.

El negrero, consecuente con el hecho de que en tierra su venganza sería imposible, asesinó a Pinzón aprisa, empezando por descargar un terrible golpe en su cabeza, pese a que de cualquier modo estaba extenuado, luego de luchar contra toda la tripulación para salvar su vida.  Quería evitar escándalos, en caso de que la tripulación, en posesión del oro, se arrepintiera de haberlo entregado y volviera a rescatar a su compañero. Luego lo apuñaló varias veces, un poco por asegurarse, y otro por bajo instinto. Finalmente lo arrojó al mar como a un bulto, aprovechando que los marineros se encontraban atentos a la repartición del dinero.

De inmediato hizo circular botellas de ron, no sin antes condimentar la bebida con ciertos polvos que traía para ocasiones como ésta.

Luego, fingiendo intensa pesadumbre, se puso a contar la historia de Anaìs a toda esa gente, que formó un corro en torno suyo. Al finalizar, uno preguntó:

- ¿Y qué hay de la niña? ¿Aún podéis ir a recogella, no?
- ¡Grandísimo follón! ¿Es qué tan duro tienes el colodrillo, que no os hacéis cargo de quién está hablando aqueste hombre? –Respondió otro, agarrando por detrás la greñuda melena del primero-.

Fue entonces cuando empezó a surtir efecto el aderezo. El negrero tuvo algún trabajo en recoger cada una de las relucientes monedas. La mayoría quedaron desparramadas en cubierta, y fueron las más fáciles de recuperar; pero unas pocas costaron esfuerzo, pues fue menester arrancarlas de las manos de algunos, que aún en trance de muerte se negaban a liberarlas hasta el último aliento de vida.

***

Alcibíades llegó a Lima con la novedad de que la peste negra había acabado con toda la marinería y que de milagro había salido él con vida. El dueño de la embarcación y la Autoridad del puerto recibieron reporte de la penosa fiebre que mató al capitán y a toda la tripulación, hecho que obligó a la nao a permanecer en cuarentena en un punto alejado del puerto, junto con el negrero y sus esclavos, que milagrosamente, -advirtieron las autoridades, dejando para luego mayores averiguaciones- se salvaron de la peste. Declaró, colérico al enterarse de su inevitable cautiverio, que en cuanto terminara la cuarentena, marcharía hacia el puerto de Guayaquil, y de allí a Quito,  a vender a sus esclavos.

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sirena_cofre

Uno de los negros de Alcibíades logró escapar una noche. Tuvo que nadar muy poco para llegar a la costa, y de allí pasó a varios poblados de pescadores. Al llegar al último, se enteró de una aldea de cimarrones que vivía en las estribaciones de ciertas montañas, al sur, en el Ande, que aunque lejanas, eran seguro refugio para los esclavos fugitivos. Le obsequiaron los indianos pescadores algo de comer, compadecidos al verlo gris y macilento por el terror y el hambre prolongada. Luego le ofrecieron un jarro de aguardiente y a modo de agradecimiento, relató algo alucinado por los efectos del alcohol, la historia de un hombre que se enamoró de una sirena y tuvo amores con ella; al punto cantó la triste melodía que compuso el marinero en su honor, que se filtró aquella madrugada a las entrañas de la nao y llegó nítida a sus oídos, en mitad de la mar océano.

Finalmente añadió de su parte que toda la tripulación se había trastornado al escuchar que la Sirena repetía la canción de su novio, y aseguró que todos se lanzaron al mar, en un ataque de locura, a excepción de los esclavos, "porque estaban encerraos en la panza del navío".

Pasó allí la noche el cimarrón, contando detalles de esta y otras historias hasta que la brisa marina enfrió el ambiente y la luz de la fogata empezó a languidecer. Los aborígenes se fueron a dormir en cuanto se quedó dormido de borracho, porque no paró de beber en toda la noche y ellos llenaban otra vez la jarra en cuanto se vaciaba, por reír sus ocurrencias o lamentar en silencio sus desdichas.

Al alba, le despertaron los primeros rayos de un sol que atravesó la bruma para pegarle en la cara, luego de haber despejado un poco de la cabeza el aguardiente de la noche anterior. Se despidió brevemente, haciendo un gesto con la mano a un par de niños que habían salido a espiarlo, antes de internarse en la manigua, hacia el sur, en busca de libertad.

***

La leyenda de Pinzón y la Sirena llegó pronto a oídos de la gente de mar, por los pescadores, que llevaron la novedad a los puertos aledaños. Y con ella la canción, dulce y apasionada, que aún cantan algunos marineros de Cartagena de Indias, Panamá y otros puertos de las costas de lo que un día se conoció como Tierra Firme.

Cantan hasta caerse de borrachos, en alguna taberna cercana al puerto.

Son los marineros viejos. Son ellos recordando con nostalgia, por el tierno acento de la melodía, sus lejanos amores de juventud.

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La Pintá, primera parte.

La Pintá, segunda parte.

La Pintá, tercera parte.

6
Jun

Guillermo Navarro Jiménez: Tarifas Planas

guillermonavarrojimnezEl editorial del Diario El Universo del día martes 2 de junio del 2009, trae a nuestra memoria la profundidad de las reflexiones que se exhibieron en la Asamblea Nacional Constituyente sobre temas relacionados con el contenido del editorial, el cual, en momentos en que la pasión política desborda la razón, resulta refrescante por mirar al futuro de la Nación en su conjunto.

El editorial en mención si bien se refiere explícitamente al acceso Internet, limitado por el alto costo, en forma implícita trata de la creación de las mejores condiciones para posibilitar la integración del mayor número posible de ecuatorianos a lo que se denomina sociedad de la información, como de infiere de la referencia a los cambios tecnológicos.

El editorial por lo expresado coincide con la demanda establecida en el Artículo 17, segundo inciso de la Constitución vigente que dispone que el Estado: “Facilitará la creación y el fortalecimiento de medios de comunicación públicos, privados y comunitarios, así como el acceso universal a las tecnologías de información y comunicación, en especial para las personas y colectividades que carezcan de dicho acceso o lo tengan de forma limitada”. Coincidencia que es buen ejemplo para que todos los medios de información cumplan con su obligación de apoyar a la creación de una opinión pública que contribuya al cumplimiento de esa disposición.

La profundidad de la reflexión de la Asamblea Constituyente, a nuestro criterio, se demuestra en este caso, en que antes de definir el articulado, trató sobre los mecanismos que pueden contribuir al cumplimiento del rol asignado al Estado, entre los cuales vale citar las tarifas planas. Tipo de tarifas que, por extraño que parezca, está relacionado con el articulado referente a las empresas públicas, a las que se adjudica un carácter social por el destino del excedente, lo que les aleja tanto de la visión socialdemócrata que limitó el destino del excedente a la empresa, como de la visión utilitarista.

Así planteado el problema, la implantación de tarifas planas se viabiliza, ya que éstas tiene dos características básicas: el establecer un precio menor, no determinado por el tiempo de conexión y el tipo de servicio. ¿Cómo ello es posible?

Los servicios privados de Internet, exceptuando los satelitales y los que tiene redes de cables propias, arriendan los cables telefónicos de la Corporación de Telecomunicaciones, lo que encarece el servicio. Ante ello, la Corporación Nacional de Telecomunicaciones tiene la posibilidad cierta de reducir sus tarifas, sobre la base del valor pagado por los arrendatarios de los cables. Pero no sólo por esta razón es posible reducir las tarifas, existe otro elemento: el servicio de Internet que ofrecen las empresas públicas lo hacen a través de los cables telefónicos o de los eléctricos. Cables cuyo uso es pagado cuando se abonan las tarifas telefónicas o eléctricas. Efectivamente, lo único que hacen los servicios públicos de Internet es dividir el uso del cable en dos partes: voz y datos en el de las telefónicas, y datos y energía en el de la eléctrica.

A lo expresado debe agregarse que no siendo más la optimización de las utilidades el objetivo primero y último de las empresas públicas y que el excedente, luego de efectuarse las inversiones y reinversiones, deben transferirse al Presupuesto General del Estado como lo establece el artículo 315, tercer inciso de la Constitución vigente, es posible estimar el valor remanente de los excedentes y, en lugar de transferirlo al Presupuesto del Estado para que éste a su vez lo redistribuya, trasladarlo directamente a la ciudadanía a través de una menor tarifa de internet.

Las reducciones antes planteadas, no tienen por qué afectar al desarrollo de la empresa como seguramente algunos objetarán, puesto que el artículo 315 señala que la transferencia de los excedentes al Presupuesto General del Estado se realizará luego de las inversiones y reinversiones necesarias para su desarrollo.

En consecuencia, sin afectar al desarrollo de las empresas públicas, ni tampoco a su capacidad operativa, es posible establecer tarifas planas, a precios inferiores. Experiencia que, por otra parte se ha implementado ya en muchos países, en algunos de los cuales incluso se han establecido tarifas cero generales. En el país, empresas públicas como ETAPA de Cuenca, si bien en forma limitada, ha adoptado el sistema de tarifas cero, sin que se produzca la quiebra que ágilmente exhibirán quienes anteponen intereses privados al el progreso de la Nación en su conjunto.

6
Jun

Juan Paz y Miño: Revisionismo histórico

pazyminoEl Bicentenario del inicio del proceso independentista del Ecuador, que arrancó con la Revolución del 10 de Agosto de 1809, ha despertado entusiasmo en el país y enorme interés entre los países latinoamericanos que también conmemoran sus bicentenarios entre 2009 y 2011.

En todos los países del “Grupo Bicentenario”, se han realizado reuniones no solo de las Comisiones nacionales, sino de académicos que dictan conferencias o mantienen encuentros para discutir sobre la independencia latinoamericana, tan compleja en expresiones históricas. La literatura que se produce en cada país es abundante. En Ecuador, obras como las que ha publicado el Ministerio de Cultura, el BCE, el FONSAL, la Academia Nacional de Historia, varias universidades y hasta historiadores individuales por sus propios méritos, continúan enriqueciendo los conocimientos sobre el tema.

En medio de esa significativa producción internacional, también ha surgido una corriente revisionista, que reinterpreta los procesos históricos sobre la base de la manipulación selectiva de los hechos y el uso de documentación fragmentada. Cualquier científico social sabe que cuando se obra con esa metodología, se puede probar lo que sea.

En el Ecuador, el revisionismo histórico se ha instalado entre un puñado de escritores aficionados. De acuerdo con su versión, el 10 de Agosto en Quito es un “mito”. Su gran “prueba” es que el Acta quiteña no menciona la palabra “independencia”, pero sí una expresa declaración de fidelidad al Rey Fernando VII. Olvidan que algo parecido ocurrió en otros países. Concluyen que solo la del 9 de Octubre de 1820 es la “única” y “verdadera” revolución de Independencia. Y otras cosas más: Guayaquil liberó al Ecuador y a Latinoamérica, Bolívar “usurpador” acabó con la independencia guayaquileña, etc. Así, procesos significativos de la historia toman un giro distinto y se tergiversan.

El revisionismo, que además asume una abierta posición regionalista, usa el “guayaquileñismo” con fines políticos, pues aquí la “investigación” se concentra en la historia de los patricios y elites dominantes de la ciudad, para justificar sus reivindicaciones actuales de autonomismo, separatismo e independencia. Sobre la base de esas ideas, ha sido fácil a la derecha política cambiar el nombre del aeropuerto o proponer un nuevo nombre para el malecón, renegando de la historia latinoamericana. Sale Simón Bolívar y entra el nombre del ex presidente y alcalde León Febres Cordero, a quien el Congreso Nacional solicitó su renuncia en 1987 por las violaciones sistemática a la Constitución y a los derechos humanos. ¡Qué ironías de la historia!

Pero más allá de la política, el revisionismo tiene la oportunidad de oro para discutir sus tesis en los dos congresos de historia que se han organizado en Quito con motivo del Bicentenario: el uno, mundial sobre las luchas anticoloniales; el otro, de las Academias de Historia. Tienen el espacio ideal para confrontar sus argumentos con los historiadores serios del mundo. ¿Será que alguien más, ajeno a su círculo, les creerá?

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