Introducción.-
Hay veces en que el respeto a la índole personal es intolerable y hasta peligroso, en especial cuando los intereses de un pequeño grupo afectan a una gran mayoría. Ha ocurrido siempre, y de seguro continuará ocurriendo mientras nuestra especie habite sobre la faz del planeta, porque la primitiva condición humana exige la satisfacción de necesidades personales sin importar las del resto, y hay casos en los que la condición de algunas personas es mucho más “humana” que la de los demás.
Todo empezó la noche del 15 de octubre de 2008, fecha en que se publicó el “Reglamento para las Elecciones Primarias” del Movimiento País. Tome nota, estimado lector o lectora, porque ese día, en mi opinión, marca un hito político que permitirá comprender la profundidad y jerarquía de hechos que parecieran tener nada más una importancia pasajera.
Pero para llegar hasta ese punto es necesario mirar en retrospectiva todo los hechos, en la secuencia en que ocurrieron, tal como los viví.
No se trata de impresionar a nadie. Simplemente quiero publicar una crónica, necesaria sin duda, de alguien que vivió el proceso hasta finalizar las Elecciones Primarias. ¿Por qué afirmo que miro la Revolución desde adentro? Porque en realidad la viví desde adentro. No quiero decir que haya estado en Carondelet como Pedro por su casa, enterándome de los pormenores del ejercicio del poder. Al contrario, lo que quiero mostrar es simplemente una breve bitácora de un revolucionario de a pie, que pretende cambiar a todo un país con nada más la fuerza de su convicción personal, además de mucho afán, tenacidad y persistencia, y que muchas veces se sintió tentado a claudicar. Esta memoria se cuenta mirando desde abajo de la tarima, desde atrás del escenario: el mejor lugar para conocer anónimamente los detalles gratos o escabrosos de cualquier espectáculo, porque a los espectadores siempre se les muestra el vestuario más vistoso, las modelos más despampanantes, evitando que el payaso ebrio se suba al proscenio, cubriendopudorosamente la caída del corpiño de la actriz en ejercicio con oportunos desvanecimientos de luz…
¿Para qué esta crónica? ¿Odio destructivo? ¿Búsqueda irracional de venganza? ¿Furiosa impotencia? ¿Adolescencia política? Por supuesto que no.
De hecho, aún no he empezado y a muchos lectores no habrá sorprendido que cuente implícitamente el desenlace de la historia con los interrogantes previos, lo que no quita en lo absoluto interés al relato, por la razón de que es más fascinante conocer los entretelones, puesto que la mayoría sabe perfectamente que el proceso no sólo adoleció de humanos errores, sino que fue mucho más allá.
Simplemente quiero mostrar esta experiencia particular de mis primeros pasos en la política, que como se verá, afortunadamente no son muchos, si se la mira desde la lente pragmática de aquello que suelen llamar, apostrofando a Macchiavello1, maquiavelismo. Digo afortunadamente porque así me ha sido posible mirar sin prejuicios cada acontecimiento, en calidad de "compañerito de las bases". Y la idea al publicar esta relación es mostrar a quien quiera saberlo, una panorámica general de lo que es la política actualmente en mi país, con la finalidad de NO volver a cometer los mismos errores, o al menos de desnudar algo que está innecesariamente semioculto.
Empezaré con el preámbulo de la Revolución de los Forajidos, porque en realidad es allí donde comienza esta historia.
1 Él, como se sabe, simplemente mostró sin hipocresías las prácticas políticas de su tiempo.
La historia se halla discontinuada. Me interesa mucho el tema. ¿cómo hago para accedere al resto de la página?
Hola Juan Francisco. La crónica se está publicando por entregas (para no crear un documento demasiado largo, haciendo honor a la costumbre en Internet de no publicar más allá de 800 palabras en artículos largos, y 400 en artículos cortos).
La 2da. entrega ya se publicó y las siguientes se irán publicando entre la semana siguiente y la posterior. Gracias por tu atención y confío en tener muy pronto tus comentarios (y artículos) como historiador y analista político.
El espacio siempre está abierto para el debate.
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Cordial saludo y hasta pronto.
LAM
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