Socióloga
En este contexto, hay que ubicar la importancia de la fuerza de trabajo femenino rural, para proponer las nuevas leyes de Soberanía Alimentaria.
Con el neoliberalismo la reorganización del campo, se produjo por medio de la feminización del campo, es decir, la ampliación del tiempo del trabajo femenino para la sobrevivencia, y la combinación de trabajos precarios: trabajo productivo agrícola convencional, con trabajos productivos de los proyectos de desarrollo para el autoconsumo y al trabajo informal; trabajo femenino en florícolas, manglares, bananeras; producción de leche y trabajos artesanales; trabajo doméstico y cuidado familiar, trabajo comunitario para la organización, el incremento de la producción y el trabajo de protección ambiental.
El trabajo feminizado ofrecido desde las mujeres del campo para el mercado laboral interno y para el mercado laboral internacional, que se llama feminización de la migración, destinado al trabajo doméstico y de cuidado, denominado trabajo doméstico remunerado.
Entonces, ¿las mujeres rurales son sujetos estratégicos para la Soberanía Alimentaria en el Ecuador? Sí, porque sin todas las formas de trabajo femenino indicadas, la vida en el campo y en las ciudades sería casi imposible.
La legislación en el Ecuador acerca de la Soberanía Alimentaria requiere incluir a las mujeres pobres, indígenas, negras, mestizas y montubias del campo, desde una perspectiva agro-ecológica, biodiversa, intercultural, de género y, con derecho a la redistribución de la tierra, del manglar, a las finanzas solidarias, a los bosques, al consumo, y reconocerlas, productoras indispensables del campo y de la vida.