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Walter Mena: CORREA: ANTES Y DESPUES

wmenaA la crisis mundial caracterizada por la quiebra generalizada del sistema financiero se suman las profundas repercusiones sobre la sociedad en los terrenos económico, social e inclusive psicológico. La economía se desmorona como un castillo de naipes y a pesar de los esfuerzos de los mandatarios de las principales potencias, esta caída no se detiene y comienza a arrasar las economías débiles de la periferia y en especial las economías dependientes como es el caso de Ecuador.

En lo social, nunca habíamos visto tan cerca la posibilidad de que al interior de la principal potencia del mundo surjan movimientos revolucionarios que acusen en forma directa como causantes de la crisis a los dueños del poder y del capital .Esto viene acompañado de una actitud psicológica de los ciudadanos que linda con el pánico, sin la posibilidad de que recobren la cordura en el corto plazo, amenazan al mundo con una psicosis colectiva. En lo ambiental, el pánico se expresa en un desaforado intento de arrasar con lo que queda de naturaleza, pues todos corren en desenfrenada carrera por destruirla.

En el Ecuador los problemas del mundo se expresan en forma dramática, pero sin duda, el mayor está vinculado a la actitud asumida por el presidente Correa que presa de la angustia y el desconcierto, no acierta a controlar la avalancha que se acerca; y, con ello, su fin inminente como gobernante: en el orden económico ha “distribuido” en dos años una suma equivalente a lo que sus predecesores lo hicieron en los últimos 30 años. En efecto, Correa ha dispuesto de 30 mil millones de dólares en sus dos años de gobierno. Mientras esto ocurre, las arcas del Estado se vacían ante la mirada impotente de la mayoría de ecuatorianos, que atónitos no alcanzan a comprender el giro de 180 grados que ha dado en época de crisis.

En realidad, se pude ver con mucha claridad dos caras en el Presidente: un Correa dispendioso, entregando populistamente los recursos de Estado para captar los votos que le servirán para su reelección; frente a otro Correa angustiado, frustrado e irascible, acusando de todos los males al primero que se le pase por el frente, tratando de hacer maletas para abandonar el país o como decimos los lojanos cuando un gallo de pelea está a punto de perder la lidia : mirando de reojo para identificar el camino por donde va a correr.

En su intento desesperado por mantenerse en el poder, el Presidente mete la mano al bolsillo de todos los ecuatorianos, no se libra nadie: trabajadores del campo y de la ciudad, servidores públicos, militares y policías jubilados y en servicio activo, educadores, amas de casa, indios, negros, montubios, empresarios, e inclusive la población en extrema pobreza amparada por los programas sociales como el bono de desarrollo humano y el de vivienda, comienzan a flaquear.

Según el Presidente lo hace con “infinito amor, con las manos limpias, el corazón ardiente y la mente lúcida”: mientras se repite hasta el cansancio por todos los medios de prensa que “la Patria ya es de todos”.Esto ocurre a nivel del estado llano, mientras en la cúpula un puñado de cortesanos prepara las condiciones para llevarse en peso los exiguos fondos del Estado.

No hay un solo sector de la economía en donde no se haya denunciado atracos por lo general de gran envergadura .En realidad, en esta parte vale recordar que la partidocracia se caracterizó por su raterismo (léase pequeños montos) mientras que este gobierno se apunta a los grandes “golpes” y para muestra bastan algunos botones: la negociación por debajo de la mesa con las telefónicas, los nueve contratos millonarios en Petroecuador, en particular, el celebrado con IVANHOE que representa aproximadamente 180 mil millones de dólares en reservas de crudo extrapesado y la entrega de la gran mineria a las transnacionales que en reservas probadas de cobre, oro, plata y molibdeno, solo en cuatro proyectos existirían - según expertos – 240 mil millones de dólares, que fácilmente se pueden triplicar en el curso de los próximos veinte años.

El presidente Correa con base en la última Constitución se ha convertido en el “Sumo Hacedor”, el omnipotente y todopoderoso monarca que dirige todas las funciones del Estado. Las clásicas: ejecutiva, legislativa y judicial y las de reciente creación: Electoral y de Transparencia y Control Social. La única palabra valida, el principio y el fin están controlados por esta nueva especie de monarca que imita de algún modo al “Rey Sol” de Francia cuando dijo solemnemente “el Estado soy yo”; que significa lo mismo que decir, “después de Correa, el diluvio”. Junto a sus dos principales cortesanos Patiño y Alvarado, y más sirvientes; ocupando la más alta jerarquía, esta la corte celestial; compuesta por su madre, su hermano que funge de tesorero del reino y su idolatrada hermana Pierina.

La situación en Ecuador es explosiva, no obstante, la gente está en una especie de letargo del cual comienza a despertar con el caso “Chauvín”. Todo parece indicar que la infiltración, fue preparada fríamente por las agencias DEA y CIA norteamericanas, con la estrecha colaboración de sus agentes locales y colombianos. Los agentes infiltraron al Movimiento Alianza PAIS desde sus inicios: Aparentemente contribuyeron al financiamiento de la Campaña de Correa, forjaron el Congreso Bolivariano en Quito y por esta vía llegaron al campamento guerrillero de Angostura ubicado en territorio ecuatoriano, un fatídico 1 de marzo del 2.008.

A continuación, la CIA, DEA y colombianos, con la ingenua e inconsciente colaboración de un grupo respetable de ecuatorianos que creían en la Revolución Ciudadana, bombardearon el campamento guerrillero, mataron a su comandante y demás colaboradores. Un año después, los mismos agentes que planificaron y ejecutaron la masacre, reabren el caso, pero esta vez, en posesión de todos los documentos para incriminar al Presidente Correa y poner en evidencia su vinculación con la narcoguerrilla. Todo parece indicar que es el comienzo del fin, porque lo que hasta ahora se conoce a través de la prensa no es sino la punta del iceberg.

Como pueden ver, los tiempos han cambiado, el Correa de Marzo del 2.009 es radicalmente diferente al de hace dos años, se ha granjeado la mala voluntad de la mayoría de ecuatorianos y por esa razón, lo mas probable es que pierda las elecciones de abril próximo (aunque las encuestas digan lo contrario) y si por esos imponderables gana, tendrá que dejar el poder hasta finales de año o convertirse en rehén de los norteamericanos. Cuando ocurra el desenlace, los ecuatorianos debemos exigir - vía Asamblea Nacional - la inmediata convocatoria a elecciones para elegir un Nuevo Presidente y emprender en reformas a la Nueva Constitución que signifiquen: democracia, trabajo y decencia para todos.

PERCEPCIONES
Por : Walter Mena O.
01- 03-2.009

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