1
Jun

La Gloria

Por Luis Alberto Mendieta

 

La gloria, hermano… La gloria. ¡Pero mala novia sería, si llega sin un enorme arcón de ducados, florines,  lustrosas doblas y doblones de oro! Eso o la muerte. Para ti Hernando, y para mí, creo que la vida viene a ser el elevarnos por encima del resto, de perpetuar nuestro nombre en las voces de miles de gentes que aún no nacen siquiera. La gente… Maldita chusma, que todo lo mide con la vara del oro. Maldito vulgo, que mira fascinado correr la sangre y aplaude rabiosamente la muerte como si fuera un espectáculo. La gloria es lo único que me aleja de tanta podredumbre. Y la tendré, por vida mía o la de quien se me atraviese: ¡Por ésta te lo juro hermano, como que me llamo Francisco!

 

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