18
Ago

El caballo de Schiraz (Fragmento), del libro de relatos TONTÓDROMO

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***

Pasado un mes me puse a pensar en la advertencia del Flaco, ante los silencios en mi libro de visitas que siguieron a la madrugada aquella, extrañamente parecidos a los que quise encontrar en “La Petit Fille de la Mer” de Vangelis, repetidos varias veces en mis sueños, que repasaban una y otra vez aquella noche, con esta canción como música de fondo. Caprichos melómanos del subconsciente. Y la voz de César, grave, sentenciando a intervalos irregulares:

“…Betito: Estás demente, viejo, si te dejas llevar… Esa mujer acabará contigo…”

Y concluí que este tipo siempre tuvo algo de profeta.

Una confesión:

César, flaco, debo reconocerlo, conciencia culpable: Estuve implicado en el hecho de que mi hermana se apartara de ti, porque mucho conozco lo infame que fuiste con cualquier mujer que se atravesó en tu camino y el peligro de tu bocaza. Por fortuna nunca te gustó leer cuentos, viejo, que si leyeras esto me odiarías de por vida, por la mala fama que te hago, (ni hablar del asunto de mi hermana) pero cierta al fin y al cabo, compañero. Aunque el tiempo pasa, lo sé, y de seguro dirás que has cambiado, pero ten en cuenta que entonces lo eras, amigo… Eras un bocón y no podrás negármelo.

***

Correspondiendo a su anterior visita, fui a verlo a su casa colonial o casi, ubicada a pocas cuadras de la Plaza Mayor de Quito, un día lluvioso de abril. En cuanto llegué, echó sobre mí una mirada compasiva que me inquietó terriblemente, pero este perro viejo supo mantenerse entero. Palabra.

Sonreí como si nada… Cuando preguntó cómo me fue con “mi Aísha”,  respondí que de perlas. Que vivía el mejor romance de mi vida…

“Me alegro, Betito… Porque hace unas semanas detuvieron a una adolescente limeña que plagió el helicóptero de su padre, un rico petrolero. Ella visitó por varias ocasiones cierto país de Latinoamérica sin autorización oficial. En su declaración, manifestó que anduvo en busca de trofeos… Es hija de árabes o turcos, si mal no recuerdo. Habló algo de un tal caballo de Schiraz, con c de por medio, según el informe, al referirse al aparato… Menos mal que no fue tu caso. Menos mal, Betito, porque para ella todo era un juego, una cacería, travesura de adolescente…”

No dejó de mirarme con algo de lástima, hasta que le mentí que lo de aquella noche en mi terraza fue una broma de los cuenteros del Portal, que buscaban desquitarse de una que les hice hace poco… Me despedí enseguida, lívido de vergüenza.

Fue una especie de estúpido ajuste de cuentas de la vida, supongo, el oír de sus labios el desenlace de mis locuras con una mujer que casi con seguridad nunca sería mía sino una transeúnte.

***

Hace más de un mes, pasó Cesare en su automóvil mientras tomaba yo un café en la avenida que nunca pasa de moda, a la que llaman Tontódromo porque uno viene aquí a eso, a tontear, por lo general con un montón de amigos y ninguno con pareja y si la trae es a su propio riesgo porque de seguro se larga con otro antes de medianoche, digo yo. Venir a emborracharse es el común de los casos y para mí, la verdadera razón por la que la avenida Amazonas tomó este apodo.

Serían las cinco o seis de la tarde y lloviznaba mansamente. Se detuvo de inmediato al verme y con él invadió su grupo la mesa que compartía con mi enamorada de turno, una abogada guayaquileña. Él y los suyos venían cantando a gritos, por oírla en la radio, esa vieja canción de los ochenta que dice:

…“Rufino, me invita a comer langostinos.

Me gusta verle bailar… Su aire de pingüino

Rufino es: libertino, divino y superficial”…

— Mi auto reluce más que el suyo sin duda —, se me ocurrió pensar, estúpidamente. Nos miramos a un tiempo y despedimos a nuestras respectivas compañías con diplomáticos pretextos. Supongo que quería hablar de lo que me ocurrió, pero no hubo tiempo.

Nos largamos en busca de una terraza donde debatir las eternas diferencias de siempre y siga hermano, que me impacientan las pausas, “Con la carne del alma de gallina”, “con el tren del optimismo volando entre las montañas de la imaginación”. Sandeces de ebrios esperando la llegada del amanecer.

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20
Abr

La deuda climática como una estrategia política subversiva

Nicola Bullard

ALAI AMLATINA, 19/04/2010.- Quizás sin entender plenamente el significado ni las implicaciones, los movimientos progresistas han gravitado en torno a la consigna de la "deuda climática" como un camino hacia el complejo mundo de las negociaciones sobre el clima.

Es fácil entender por qué: la deuda es un concepto simple y en un mundo justo, las deudas deben ser pagadas. Sin embargo, -más que eso- la noción de deuda climática llega al centro de la política en torno al cambio climático. Plantea la cuestión central de la responsabilidad histórica y de quién debe a quién y para qué. Y mediante la redefinición de la "deuda" como un problema sistémico en lugar de un problema financiero, replantea las tradicionales relaciones entre ricos y pobres. Por lo general, son los ricos quienes son los acreedores, exigiendo el pago a los pobres, pero la deuda climática invierte esta relación: ahora son los pobres y los marginados -el Sur Global- quienes reclaman sus deudas, no para beneficio personal, sino para el futuro de la humanidad y la Madre Tierra.

En tal sentido, la deuda climática es una idea potente que vincula problemáticas, grupos sociales y estrategias, con el atractivo añadido de usar un lenguaje sencillo como un caballo de Troya para introducir ideas complejas y potencialmente subversivas. Pero si no tenemos una idea clara de lo que "nosotros" entendemos por deuda climática, siempre existe el riesgo de que los principios e ideas que la sustentan sean cooptadas y se diluyan. Tal vez no exista una definición definitiva de la deuda climática, pero como movimientos y activistas por la justicia social, es útil tener una visión común de lo que queremos decir, y lo que estamos pidiendo.

¿Qué es la deuda climática?
El concepto de deuda ecológica ha estado presente durante varios años. Acción Ecológica de Ecuador habla de la deuda ecológica como "la deuda acumulada por los países del Norte industrial hacia los países y pueblos del Sur a causa del saqueo de recursos, los daños ambientales y la ocupación libre del espacio ambiental como depósito de desechos, tales como los gases de efecto invernadero".

En términos contables, la deuda climática es sólo un renglón en el balance mucho mayor de la deuda ecológica, pero puede ser dividida en partes comprensibles y medibles.

Una parte de la deuda climática se refiere a los impactos de la emisión excesiva de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global: fenómenos climáticos extremos y frecuentes, inundaciones, sequías, tormentas, pérdida de tierras

cultivables y de la biodiversidad, enfermedades, falta de acceso a la tierra, migración, pobreza y muchos más. En el lenguaje de la ONU, estos impactos humanos muy reales son agrupados y puestos en "cuarentena" como los costos de "adaptación".

Un segundo elemento de la deuda climática es el costo de la reorganización de las sociedades y las economías de tal manera que las emisiones de gases de efecto invernadero sean radicalmente reducidas: es lo que se llama mitigación, y abarca a casi todos los aspectos de la actividad humana desde la agricultura, la energía y el transporte, hasta la forma en que las ciudades se organizan, los patrones de consumo y el comercio mundial. Para el gobierno boliviano es equivalente a una "deuda por desarrollo", que sería compensada al garantizar que todas las personas tengan acceso a servicios básicos y que todos los países sean lo suficientemente industrializados para garantizar su independencia.

Una tercera parte de la deuda es más difícil de calcular: algunos lo llaman la deuda de las emisiones. Se refiere al hecho de que los países ricos han gastado la mayor parte de la capacidad de la atmósfera para absorber gases de efecto invernadero, sin dejar "espacio atmosférico" para el que el Sur pueda "crecer". Dado que existe una correlación muy alta entre el crecimiento económico y las emisiones de gases de efecto invernadero en el contexto tecnológico actual, esto equivale a decir que los países en desarrollo deben limitar su crecimiento económico. La única manera de compensar esta deuda es si los países ricos reducen drásticamente sus propias emisiones.

El gobierno boliviano incluye otros dos elementos en el cálculo de la deuda climática. Además de la adaptación, la mitigación y la deuda de las emisiones, identifica una "deuda de migración", que quedaría compensada por el abandono de prácticas restrictivas de la migración y con el tratamiento de todos los seres humanos con dignidad; y, por último, la deuda con la Madre Tierra.

De acuerdo con el gobierno boliviano, esta deuda es "imposible de compensar por completo, debido a que las atrocidades cometidas por la humanidad han sido demasiado terribles. Sin embargo, la compensación mínima de esta deuda consiste en reconocer el daño causado y la adopción de una Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la Madre Tierra, para garantizar que los mismos abusos no se repitan nunca más en el futuro. "

Teniendo en cuenta todos estos componentes, la deuda de los ricos a los pobres es inconmensurable.

¿Quién es responsable de la deuda climática?

Esta pregunta está en el centro de las negociaciones de la CMNUCC, pues, detrás del lenguaje técnico, en el fondo se trata de dinero e intereses económicos. Es por eso que EE.UU. impulsó el Acuerdo de Copenhague durante la COP 15; para redefinir quién es responsable y así evitar el pago de sus cuotas.

La situación actual es que los países ricos -y especialmente los que tienen la mayor acumulación de emisiones históricas- simplemente no están dispuestos a pagar su deuda. Después de haber acumulado su riqueza y seguridad sobre las espaldas de los pobres, a través de la destrucción de la naturaleza y la extracción de recursos, los países europeos ricos, EE.UU., Japón, Australia y Canadá se niegan a pagar la factura, tanto en términos de los costes reales de mitigación y adaptación, como también en términos de cambiar su propio consumo despilfarrador. No sólo se niegan a reducir sus propias emisiones –y de esta forma trasladan a los demás la carga de la reducción- sino que también están tratando de echar la culpa a los países en desarrollo como China, Brasil e India, cuyas emisiones actuales están creciendo a un ritmo rápido.

¿La deuda se podrá pagar?

Si bien algunos aspectos de la deuda se pueden contar y calcular -por ejemplo, los costos de las tecnologías limpias, la restauración de los bosques devastados, el recambio a la agricultura sostenible o la construcción de infraestructura apropiada al clima-, la deuda real no puede ser calculada. Es mucho más que una cifra o dinero; la deuda climática simboliza más de 500 años de relaciones desiguales entre el Norte y el Sur, entre ricos y pobres, entre explotadores y explotados.

La deuda climática es también una medida de la total locura del capitalismo -ya sea como mercado libre o estatal- como modelo para la gestión de la sociedad humana y los ecosistemas de la Tierra. En última instancia, la única manera de que la deuda se podría pagar es asegurando que las relaciones históricas de desigualdad sean rotas de una vez por todas y que no se acumulen "nuevas" deudas. Esto requiere de un cambio de sistema, tanto en el Norte como en el Sur. Por eso la deuda climática es una idea tan subversiva. (Traducción ALAI).

- Nicola Bullard es integrante de Focus on the Global South -con sede en Bangkok, Tailandia-. http://www.focusweb.org

6
Abr

Haití: ¿una cifra o una realidad histórica?

José Luis Patrola

Quienes ya recorrieron el territorio haitiano saben que el vudú (woudou) es una práctica religiosa presente en gran parte de la población.  Sobre todo entre los campesinos, la cultura es muy fuerte.  Como se trata de una cultura religiosa existen grandes misterios sobre lo que realmente pasa en las ceremonias y celebraciones.  Sin embargo, tras año y medio por aquellas tierras logré verificar que, como religión, el vudú tiene sus ventajas y desventajas en lo que se refiere a la liberación y la formación de la conciencia de los haitianos.  El vudú, o cualquier otra religión, no necesariamente utiliza la mentira como su práctica.  Es la gente la que cree voluntariamente en lo que se dice o en lo que se hace.

Los números presentados en la reunión de Nueva York como base del Plan de Reconstrucción de Haití no son mentirosos.  Se ha anunciado una cifra de 5.300 millones de dólares.  Los Estados Unidos y la Unión Europea se presentan como los más importantes donantes.  El presidente haitiano, René García Preval, oía los números algo desconfiado.  Él sabe que los números no mienten, pero engañan.

Los números presentados por Ban Ki-Moon son verdaderos y reales.  La mayoría de los presentes en la reunión se calló frente a las bonitas cifras y las perspectivas de reconstrucción de un país ya en ruinas muchos años antes del terremoto del 12 de enero.  Se presentan el Banco Mundial y el FMI como grandes coordinadores del gran presupuesto que se llevará a cabo con la importante ayuda de Bill Clinton y de Jorge Bush.

La cifra de 5 mil 300 millones de dólares no miente sino que oculta una cifra tan importante respecto a ella.  En efecto, la mayoría de los participantes en la reunión de Nueva York se olvidó que la ocupación militar que se estableció en Haití después del 2004 ha necesitado más de 3 mil 600 millones de dólares para sostenerse.  Al mismo tiempo, los bonitos números presentados no revelan el cálculo completo.  Los trece mil soldados norteamericanos enviados a Haití después del terremoto consumen un presupuesto superior a 468 millones de dólares por año solamente en sueldo personal, al mismo tiempo que el incremento de 3500 personas en el cuerpo de la MINUSTAH tras el terremoto sube su presupuesto en 126 millones de dólares anuales solamente en sueldo.

Por otra parte, los presentadores del plan de reconstrucción no comentaron que Haití tiene una deuda externa superior a 1 mil 300 millones de dólares contraída hace décadas y cobrada mensualmente por los mismos entes que van coordinar el plan de ayuda.

El costo de un soldado de rango inferior desplegado para servicios militares en Haití, según los mismos soldados, llega a 3 mil dólares mensuales de sueldo.  Mientras que el sueldo mínimo haitiano es de 60 dólares mensuales.  Un soldado que sale de cualquier parte del mundo recibe por mes el equivalente a 4 años de trabajo de un haitiano que vive con un sueldo mínimo.  Eso significa que el sueldo pagado a un soldado durante un año, 36.000 dólares, es igual a 50 años de trabajo de un haitiano.

El pequeño cálculo realizado en el párrafo anterior comprueba que los números pueden engañar.  La mayoría de los participantes en la reunión de Nueva York no comentó sobre la forma de pago de este nuevo préstamo del que Haití se va a beneficiar.  Ni siquiera el propio René Preval.  ¿Quién va a pagar a las muchas empresas norteamericanas articuladas por Jorge Bush que ya están contratadas y designadas para actuar en distintas zonas del país destruido?  No hay una empresa que trabaje sin ser bien remunerada.  Préstamo es préstamo y Haití tendrá que pagar, a pesar de estar pagando desde hace tiempo, una deuda que no es suya.

Los entes encargados de la reconstrucción de Haití son los mismos que impusieron los más grandes ajustes a la economía haitiana en los últimos años, golpeando duramente todos los servicios públicos como salud, construcción de rutas y escuelas.  Los mismos que aplastaron a la economía agrícola, donde vive el 70% de la población, con los acuerdos de libre comercio están ahí.  Los mismos entes que mensualmente cobran una deuda vergonzosa, ahora vuelven al escenario mundial como los héroes de una batalla contra la pobreza.  Pero fueron ellos quienes llevaron la pobreza a Haití.

La reunión de Nueva York presentó unos números al mundo como si fuera un cálculo matemático exacto sin riesgo a errores.  5 mil 300 millones de dólares.  Cuba y Venezuela han sido las voces contrarias a la arbitrariedad de la matemática de los números reales pero engañosos.  Cinco mil trescientos millones de dólares es una mentira disfrazada de la obviedad de la ciencia exacta.  Están golpeando a Haití con la cruel espada financiera.  Están golpeando al mundo al decir que las cifras son exactas.

Que los espíritus de Capóis La Mort, Trussaint Louverture, Alexander Petion, Henri Kristophe y Jean Jacques Dessalines despierten la conciencia internacional y sobre todo del pueblo haitiano, para que nos levantemos contra tanta crueldad y mentira.

Los números no mienten, pero a veces engañan.

- José Luis Patrona es profesor de Historia, miembro del MST y coordinador de la brigada de cooperación entre La Via Campesina de Brasil y organizaciones campesinas de Haití

26
Mar

Acerca del Veto parcial al Proyecto de Ley de Participación Ciudadana

Por Guillermo Navarro Jiménez

El Presidente de la República, mediante oficio de 3 de marzo del 2010 dirigido al arquitecto Fernando Cordero Cueva Presidente de la Asamblea Nacional, veta parcialmente al Proyecto de Ley de Participación Ciudadana. El veto propone en relación al artículo 88 que se incluya “expresamente a los medios de comunicación social, por ser entidades públicas o personas naturales o jurídicas de derecho privado, que prestan el servicio público de la comunicación, por lo que la ciudadanía tiene derecho a estar enterada de cuáles son sus fines y como cumplen sus obligaciones”. Por lo que propone que el artículo 88 establezca:Derecho ciudadano a la rendición de cuentas.- Las ciudadanas y ciudadanos, en forma individual o colectiva, comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas, pueblos afroecuatoriano y montubio, y demás formas lícitas  de organización, podrán solicitar una vez al año la rendición de cuentas a las instituciones públicas o privadas que presten servicios públicos, así como a los medios de comunicación social, siempre que tal rendición de cuentas no esté contemplada mediante otro procedimiento en la Constitución y las leyes”.

Texto que ha suscitado una cerrada e irreflexiva oposición de los medios privados de comunicación social y todos sus adláteres, orientada a impedir la  propuesta de categorizar a la comunicación como servicio público y a la rendición anual de cuentas a las que estarían obligados los medios de comunicación social. Veamos las razones que nos inducen al uso de esos calificativos.

Rendición de cuentas

Si recordamos con Alejandra Troya, Directora de Comunicación del Diario Hoy de la ciudad de Quito, la rendición de cuentas es: “Un concepto estrechamente ligado a la responsabilidad social corporativa, es el llamado accountability o rendición de cuentas. Al hablar de reportes de gestión y transparencia ante la opinión pública, generalmente dirigimos nuestra mirada hacia el sector empresarial. Sin embargo, en la última década, la importancia de este concepto se propagó para las organizaciones no gubernamentales o sin fines de lucro”.


Que: “El concepto de rendición de cuentas o accountability aparece en los años 60 en los Estados Unidos y en los 70 llega a Europa, pero ha sido más desarrollado por la cultura inglesa durante los últimos años, siendo el Institute of Social and Ethical Accountability, una de las primeras organizaciones preocupadas por este tema, que desde 1996 busca promover la rendición de cuentas, como una iniciativa ética”.


Que: “Tanto en lo público como en lo privado, ha surgido la necesidad de transparentar acciones y decisiones, de dar cuenta a la sociedad de políticas de administración, gobierno y funciones. Es por esto que la rendición de cuentas surge como una herramienta para lograr tales fines.


Que: “En cuanto a los beneficios que se destacan de practicar la rendición de cuentas, está el incremento de la legitimidad, credibilidad y confianza y el aumento de las capacidades técnicas y organizativas, conducentes a la eficiencia en el uso de los recursos disponibles. Además de contribuir a los principios que deben defender las sociedades modernas como: la ciudadanía, la democracia y el desarrollo.

Que: “En relación a este concepto, cabe recalcar que la rendición de cuentas tanto en el sector público, privado y el de la sociedad civil, debe enmarcarse también dentro de indicadores ambientales y sociales, no dejando a la luz sólo estados financieros”[1].

Hemos de coincidir que este instrumento es indispensable para transparentar acciones y dar cuenta de las mismas ante la sociedad y que esta conducta permite el incremento de de legitimidad, credibilidad y confianza de los actores ante la sociedad. Rendición de cuentas que debe enmarcarse en indicadores explícitos, los que en el caso de los medios de comunicación, se contienen en los denominados códigos deontológicos, asumidos voluntariamente por los medios y por quienes ejercen el periodismo.

Como es posible que algún defensor de los medios pretenda que los códigos deontológicos no son mecanismos de rendición de cuentas, sólo vale recordar que etimológicamente deon, deontos significa obligación, deber, y logia conocimiento, estudio.  En consecuencia, deontología será el conjunto de principios, obligaciones, deberes que asumen voluntariamente los medios  y quienes profesan el periodismo, que deben ser respetados y aplicados durante el ejercicio de su acción comunicativa, conducta que debe ser juzgada en forma permanente, puesto que la acción comunicativa emite sus productos en forma ininterrumpida. En otros términos, quienes ejercen el periodismo y los medios rinden cuentas de su conducta, en tanto y en cuanto nos dicen si cumplen o no, si respetan o no los códigos deontológicos, cuanto más que la deontología, es la ciencia de los deberes o imperativos categóricos en la que no importan los fines, sino la intencionalidad del acto, independientemente de las consecuencias materiales de aquél, como nos enseña Kant (Villanueva, 1999).

A pesar de la importancia de los códigos deontológicos para la rendición de cuentas, la historia del comportamiento de los medios de comunicación social del Ecuador, permite constatar que la gran mayoría de medios carecían: hasta hace algunos años, meses atrás, o hasta la fecha, de  códigos deontológicos, que permitan juzgar su comportamiento, que les obligue a rendir cuentas ante la sociedad. Todo ello a pesar de que estos mecanismos de rendición de cuentas fueron adoptados desde hace muchas décadas por los medios de comunicación social en la gran mayoría de países del mundo. Lo que permite pensar que la oposición, no es tan sólo a la rendición de cuentas, sino también a la obligación de disponer de estos instrumentos de rendición de cuentas.

Volviendo al tema, hemos de aceptar que por las condiciones propias de la acción comunicativa la rendición de cuentas es permanente, diaria, puesto que se juzgan todos los contenidos comunicacionales, desde diferentes perspectivas, por distintos actores. Por ello, hemos de discrepar, en el caso de los medios de comunicación  con el argumento exhibido por la Presidencia de la República, ya que si bien este  argumento es válido para otras actividades, no lo es para la comunicación, cuando expresa su desacuerdo para que los requerimientos soberanos y legítimos de la sociedad sobre las instituciones que deben rendir cuentas se lo haga “en cualquier momento que lo pida algún ciudadano”. Con el perdón, ésta es precisamente la lógica en el sector de la comunicación: cualquier ciudadano en cualquier y en todo momento está facultado a que los medios de comunicación rindan cuenta por los contenidos que difundan. Contradicción que se ve solventado en el texto propuesto en el veto para artículo 88, cuando señala que la rendición de cuentas de los medios de comunicación se aplicará: “siempre que tal rendición de cuentas no esté contemplada mediante otro procedimiento en la Constitución y las leyes”, puesto que, lo más probable, es que  la Ley de Comunicación incluya normas relacionadas con los códigos deontológicos, y, concomitantemente, con la rendición de cuentas.

Para curarnos en sano, hemos de advertir que el incumplimiento de los deberes, de los imperativos categóricos por parte de los medios y de quienes ejercen el periodismo determina, en la mayoría de los casos,  a sanciones morales que afectan a la credibilidad, a la legitimidad de los medios. Salvando, claro está, el incumplimiento de normas que dicen  a la honra y dignidad de las personas, los cuales están judicializados.

Finalmente, es necesario recalcar que los medios de comunicación audiovisuales, particulares y comunitarios, también deben rendir cuentas, en este caso   a la institución del gobierno central encargada la administración del espectro radioeléctrico, en su calidad de concesionaria de una frecuencia. Rendición de cuentas que igualmente debe realizarse en todo momento, puesto que los contratos así lo demandan.

En consecuencia, resulta improcedente la posición de los medios de comunicación privados, nacionales y regionales, de radio y televisión, en contra de la ineludible responsabilidad social que les corresponde: rendir cuentas en los ámbitos mencionados.

Servicio público

El comunicado que en estos momentos difunden los medios privados de comunicación social, suscrito por las asociaciones de editores de periódicos, de radio y televisión nacional y regional, sostiene que la comunicación es un derecho esencial y no un servicio público. Disyuntiva que no procede, puesto que la comunicación, como un derecho esencial a todo colectivo humano, puede ser intermediada, potenciada por servicios públicos, servicios de orden público o de interés público. El debate entonces no puede centrarse en esa disyuntiva sino, en una primera aproximación, entre los tres tipos de calificación del servicio.

Reconociendo explícitamente el carácter esencial de la comunicación, hemos de señalar que el optar por el tipo de servicio, tampoco es problema simple, si observamos que en el proceso comunicativo participan medios públicos, comunitarios y privados, cuyas características y objetivos son diferentes. Si nos atenemos a lo dispuesto en la Constitución, es evidente que los medios públicos son de servicio público. La pregunta va entonces por definir si los medios comunitarios y privados son de servicio público o no.

Si acudimos a lo ya legislado en el país al respecto, ejemplificando con lo establecido en el artículo 16 del Código de la Niñez y Adolescencia, los derechos y garantías de los sectores sociales son de orden público. Si la comunicación es un derecho esencial de la sociedad en su conjunto, derivaríamos que es de orden público y, consecuentemente, los servicios deberían, por lo menos, asumir ese carácter.

Pero el problema no concluye con acudir como argumento de autoridad a lo ya legislado. Es indispensable que consideremos que los medios son sólo intermediarios del derecho a la libertad de expresión, por lo que éste derecho es de terceros. Creo que no habrá quien asuma que la libertad de expresión es de los medios de comunicación. Igualmente, no creo que haya persona que niegue que en el caso de los medios audiovisuales éstos operan con un recurso de propiedad de la sociedad en su conjunto, el espectro radioeléctrico. Elementos que es necesario recordar para proponer el tipo de servicio o asumir posiciones contrarias.

Respecto a la posición de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a la cual igualmente acuden los opositores, definida en la cita que señala: "La CIDH observa que las disposiciones citadas establecen que los medios de comunicación (incluso los medios privados) son "servicios públicos". Frente a estas disposiciones, preocupa a la CIDH que la clasificación o uso de la categoría servicios públicos para los medios de comunicación privados en Venezuela pueda ser usada para restringir el derecho a la libertad de expresión... (las negrilla son nuestras)", es necesario recalcar que de la cita sólo se infiere la preocupación sobre la posibilidad de que pueda ser usada para restringir el derecho y de ninguna manera se puede concluir que la CIDH afirma que no procede ese clasificación. A más de que la preocupación de la CIDH, señalada en forma expresa, es sobre la inclusión de los medios privados en esa categoría, no así sobre los medios públicos y los comunitarios.

La razón para que sólo se advierta sobre la inclusión de los medios  privados, tiene su razón de ser en lo ya mencionado respecto a los medios públicos y a la consideración de que, como lo señaló la Asociación de Radios Nacionales de servicio público de América Latina (ARNASPAL) en su reunión de diciembre del 2005 realizada en París, el concepto que identifica lo “público” a lo estatal, es limitado, que ha sido superado por la presencia de las radios comunitarias, esto es radios creadas por organizaciones de la sociedad civil, razón que les indujo a adscribir, por ejemplo las radios de universidades, de organizaciones de la sociedad civil, de fundaciones a la Red de Radiodifusoras Público de América Latina y el Caribe[2]. Actitud que igualmente responde a que el eje central de su funcionamiento es la “rentabilidad social”, y de ninguna manera la “rentabilidad económica” propia de los medios privados. A que la razón de ser de los medios comunitarios es el servicio a la comunidad, a la sociedad. La oposición al veto presidencial tiene entonces por objetivo no permitir que los medios privados sean considerados de servicio público.

En la intención de lograr su propósito, la oposición recurre a otro artificio: reduce los servicios públicos a aquellos que son prestados por el sector público, por lo que y en consecuencia, considera que no es dable calificar como tales a los medios de comunicación privados. En este caso su argumento se sustenta en el concepto de servicios públicos propios, estos es servicios de interés general prestado por las entidades del sector público o por particulares delegados expresamente para ello. Argumento que olvida que existe también otro tipo de servicios públicos, los denominados servicios públicos impropios, esto es los servicios de interés público  prestado por particulares, que no pueden desarrollarse en un régimen puro de libertad económica puesto que tienden a la satisfacción de intereses generales, intereses colectivos, de la sociedad en su conjunto.

El reconocimiento de la existencia de servicios públicos propios e impropios, conduce el debate a determinar si la comunicación es de interés público o no, lo cual se vuelve intrascendente si se recuerda que el objetivo central de la comunicación es la cosa pública, el informar u opinar sobre los temas de interés público, de la colectividad humana, puesto que la comunicación es inherente a su propia condición.  En consecuencia, las empresas privadas de comunicación, dado que ambas prestan servicios de interés público, que su rol es el de potenciar el ejercicio del derecho a la libertad d expresión de todos y cada uno de los miembros de la sociedad, son empresas de servicio público.


[1] Troya, Alejandra: “Rendición de cuentas”, Diario Hoy, 15 de julio del 2009, Quito, cuador.

[2] Véase Fernández Bogado, Benjamín: “La ausente televisión pública paraguaya y el debate sobre el concepto de servicio”, en Televisión Pública: Información para todos”, Asociación Iberoamericana de Derecho de la Información de la Comunicación, Lima, Perú, diciembre del 2005, página 84.

13
Feb

Polvo-y-olvido

Por Luis Alberto Mendieta

María Belén sin duda es esa clase de jovencitas que cualquier hombre voltea a mirar por su sensual atractivo.

¡Cómo podrías olvidar su primera noche juntos! Tan a su manera, que te sentiste una bestia, un animal devorando aquello que el demonio te arrojó por entretenerse un rato, por ver tu reacción. Y es que estando en lo mejor, en la cúspide de la refriega, la Belén con su beatífica sonrisa te arrebató el placer en el instante más inoportuno.

Es de aquellas que están absolutamente convencidas del valor de su clase social, y desprecian todo aquello que consideren vulgar o rústico. Sin embargo su naturaleza, en el fondo, es sencilla y quizá hasta dulce, pero cuando el demonio del capricho entra en su corazón, exhibe una personalidad que fácilmente humillará a quien no sepa tratar con personas de su nivel. Le resulta sencillo aplastar al que se le ponga por delante con un par de palabras o el más mínimo gesto, porque el poder del dinero ha creado en sus ojos dos tizones que brillan en ése rostro pálido suyo de Virgen María adolescente, con actitud capaz de abatir murallas, armada únicamente de intrepidez.

La María Belén… Ella y su aura virginal, entre la centena de compañeras suyas, mocosas libertinas, carentes de honestidad… Tal como tú.

Esa actitud angelical que te excitó siempre de ella, infame ironía, fue la que llegaste a odiar, porque sus malditos orgasmos tenían algo de advenimiento sagrado, de ceremonia vestal, de pacto divino en el que tu alma le pertenecería para siempre. Mal polvo la María Belén… ¡Maldita sea! Mal polvo. Mujer ideal para cualquier hombre sensato y el mejor partido del mundo para ti… Pero mal polvo al fin y al cabo. Te asqueaba su prosaico amor de jovencita perdidamente enamorada de su maestro porque siempre quisiste hembras-animales, mujeres de sangre caliente y mirar lujurioso, aficionadas a los placeres de la cama: hembras regodeándose en el hecho de que las poseyeran para olvidarlas cinco minutos más tarde: mujeres-fáciles, mujeres-polvo-y-olvido, polvo y olvido…

Hasta que una tarde su recuerdo te arrancó un estremecimiento porque caíste en cuenta, espantado, que pese al aparente disgusto, empezaste a añorar la llegada del sábado para repetir en tu lecho su extraño ceremonial.

Enero/2010.

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5
Feb

¡Fuera las Bases Militares Extranjeras!

Minga Informativa de Movimientos Sociales
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América Latina y el Caribe, una región de paz
Fuera las Bases Militares Extranjeras

Reunidos en Porto Alegre, Brasil, en el marco de los eventos celebrados durante el 10º aniversario del Foro Social Mundial, frente a una nueva escalada agresiva del imperialismo, nosotros los movimientos sociales y populares, redes, organizaciones, de las más diversas latitudes, nos encontramos nuevamente al frente de una campaña como la que realizamos contra el ALCA, para decir que América Latina es una región de paz, para decir fuera las bases militares extranjeras!

América Latina, vive un proceso de cambio a más de una década. Hay una creciente lucha por su soberanía, por los derechos y el bienestar de su pueblo. Al mismo tiempo, el imperialismo estadounidense y sus aliados aumentan las amenazas contra el pueblo y emprenden una reacción conservadora a los cambios políticos que están en marcha.

En este contexto, hemos visto:

-Multiplicación de las bases militares con la creación de siete bases militares en territorio colombiano, y la firma de tratados con Panamá para la instalación de 11 bases militares en este país.

-Invasión militar en nombre de ayuda humanitaria tras la catástrofe ocurrida en Haití;

- La reactivación de la IV Flota de la marina de guerra de los Estados Unidos, armada con artefactos nucleares diseñadas para navegar en las ricas aguas oceánicas y los ríos de América del Sur y el Caribe.

- Iniciativas de golpe de Estado, como ocurrió en Honduras, con el apoyo logístico de la base militar de EE.UU. en Palmerola.

- Los planes para desestabilizar a países como Paraguay, Bolivia y Venezuela.

- El recrudecimiento de las hostilidades y el mantenimiento del bloqueo contra Cuba.

-Criminalización de la lucha social;

La expansión de la presencia militar de EE.UU. en la región busca, además de intimidar los procesos políticos de transformación en la región, posicionar su fuerza militar en áreas estratégicas de gran riqueza natural, como la biodiversidad de la región amazónica y el petróleo que se encuentran en aguas profundas del Atlántico Sur. Se trata de un ataque real contra la paz, la seguridad y la soberanía de todos los países de la región.

A diferencia de lo que difunden los círculos de poder y las fuerzas conservadoras, el mundo no se ha convertido en un lugar pacifico, ni seguro, ni tampoco estable. Planean sobre la humanidad graves amenazas que ponen en jaque la paz mundial, la seguridad internacional, la democracia, la justicia social y la soberanía de los pueblos y las naciones.

En Asia Central, los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN aumentan las fuerzas militares, intensifican la ocupación y la guerra, que incluye los bombardeos y las acciones de tierra arrasada contra la población civil. Iraq continua en llamas, transformado en un prototipo del nuevo tipo de colonialismo militarizado, inaugurado en la era Bush y continuado por el gobierno de Barak Obama.

En la ocupada Palestina el pueblo, mártir de su territorio ocupado por Israel, es víctima de un genocidio que ocurre con el consentimiento y la tolerancia de las potencias estadounidenses y europeas.

En cuanto se ataca el derecho internacional, la militarización alcanza cotas sin precedentes. Los gastos militares aumentan, se multiplican las armas nucleares, los Estados Unidos generar nuevos planes de defensa anti-misiles, la OTAN ratifica su carácter agresivo, crece la presencia naval de los países imperialistas en el Océano Índico, mientras que África se torna aún más vulnerables con la creación del AFRICOM, el comando militar de los Estados Unidos para el continente. Una vasta red de bases militares se extiende por todo el planeta.

Todo este poderío no es una necesidad del mundo, pero lo es del sistema económico que el imperio impone al mundo. Los objetivos son los que siempre movieron al sistema imperialista - el control de los recursos económicos, de las riquezas nacionales, el dominio de los mercados y la lucha contra las transformaciones social.

La creciente militarización expresada en las más de 800 bases militares estadounidenses alrededor del mundo, forman parte de la estrategia económica y política del imperialismo de salida ante la crisis, para preservar su modelo económico, para permanecer como potencia hegemónica en el mundo, valiéndose, si necesario, del uso de la fuerza para garantizar tales objetivos.

Nuestras organizaciones sociales condenan enérgicamente la escalada del militarismo. Tenemos profundas convicciones democráticas, solidarias y de defensa de la paz. Los pueblos toman consciencia de que la paz, en oposición a la militarización y las guerras imperialistas, no sólo es un valor a defender apasionadamente, como un medio indispensable para asegurar la supervivencia y el desarrollo de la humanidad con justicia social, democracia, derechos universales, distribución de la renta y la riqueza y la soberanía nacional.

Reiteramos en este momento que Haití no necesita de la intervención militar, y si que sea respetada su soberanía, instamos a todos los países a realizar una cooperación solidaria, con médicos, profesores al servicio del pueblo haitiano.

Como patriotas latinoamericanos y comprometidos con la solidaridad entre los pueblos queremos dar nuestra contribución al logro de estos nobles objetivos para hacer de América un territorio libre de bases militares extranjeras.

América Latina y el Caribe una región de paz!

Fuera las bases extranjeras!

Organizaciones y redes internacionales:

Consejo Mundial por la Paz - CMP

Alianza Social Continental - ASC

Vía Campesina - CLOC

Encuentro Sindical Nuestra América

Marcha Mundial de Mujeres - MMM

Jubileo Sur - Américas

Compa

FDIM

OCLAE

OSPAAAL

Organizaciones nacionales:

Mopassol - Argentina

Cebrapaz - Brasil

MST – Brasil

CUT – Brasil

UBM _ Brasil

CONAM – Brasil

CTB - Brasil

MAB

Consulta Popular

Asamblea Popular

UJS – Brasil

MOVPAZ –

CMLK – Cuba

Frente nacional de Resistencia- Honduras

Para adherir envie um e-mail para

americalatinadepaz@gmail.com

5
Feb

DECLARATORIA DE LA ASAMBLEA NACIONAL DE ORGANIZACIONES POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA

DECLARATORIA DE LA ASAMBLEA NACIONAL DE ORGANIZACIONES POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y DE LA CONFERENCIA NACIONAL DE SOBERANÍA ALIMENTARIA (CNSA)

El pueblo soberano, al aprobar la nueva Constitución de la República, reafirmó su voluntad para construir una nueva forma de convivencia en diversidad y armonía con la naturaleza, para alcanzar el buen vivir, el Sumak Kawsay. Ha sido nuestra decisión construir una sociedad donde sea lindo vivir. Una de las mayores expresiones del Sumak Kawsay es el derecho que tenemos todas y todos al acceso permanente y seguro a alimentos sanos, suficientes y nutritivos, producidos y procesados en nuestra tierra por manos de nuestras familias de campesinos, agricultores, pescadores y recolectores, en correspondencia con las diversas identidades y tradiciones culturales.  Esta es la Soberanía Alimentaria, que hoy no existe, que debemos construir y que la Constitución establece en su Artículo 281, como un derecho del pueblo, un objetivo estratégico y una obligación para el Estado.

La alimentación es el derecho humano más fundamental y, para realizarlo, miles de hombres y mujeres campesinas, indígenas, cholas, mestizas, afroecuatorianas, montubias y de otros pueblos, han trabajado arduamente durante generaciones para proveer alimentos diversos a toda la población. A pesar de esto, son el sector más olvidado de nuestra sociedad. Ahora la capacidad de proveer alimentos sanos y suficientes, y de decidir lo que comemos, está en riesgo. ¡La soberanía alimentaria está en peligro!

A partir de la segunda Guerra Mundial las políticas alimentarias cambiaron y la llamada Revolución Verde se consolidó como el paradigma para la producción de alimentos, con la promesa de salvarnos del hambre y la desnutrición por medio de monocultivos extensivos, agrotóxicos, maquinarias, nuevas semillas y otras tecnologías modernas. Hoy, después de décadas de implementación de este modelo, la crisis agroalimentaria se ha develado con toda su fuerza. El hambre no ha terminado, la desnutrición avanza, la obesidad es una epidemia global, la salud humana se deteriora por consumir comida “chatarra” y alimentos contaminados. Los pueblos campesinos, indígenas, cholos, mestizos, afroecuatorianos y montubios, cada vez son más pobres y abandonan el campo y su trabajo. El suelo se erosiona rápidamente y ha perdido su fertilidad, a pesar de contar supuestamente con más y mejores fertilizantes. Las plagas y enfermedades en animales y cultivos aparecen con más fuerza y frecuencia, a pesar de contar supuestamente con más y mejores venenos para controlarlas. Nuestros mares y manglares están siendo arrasados por una industria irresponsable que acaba con todo. El agua escasea y se contamina por el deterioro de los bosques nativos, páramos, humedales y otras fuentes hídricas, y por el uso de insumos nocivos.

Las leyes e instituciones públicas están al servicio de este modelo, y muchas de las universidades y centros tecnológicos lo siguen promoviendo. Los productores y productoras han perdido su autonomía y dependen totalmente de estas tecnologías peligrosas que no han resuelto sus problemas. La tierra y el agua están concentradas en manos de gente cuyo interés es únicamente “lucrar”, no “alimentar”. La comercialización está dominada por intermediarios inescrupulosos y grandes cadenas de supermercados que sacan provecho del trabajo del productor y de la ignorancia del consumidor. Aumentan las importaciones de alimentos “baratos” de otros países, desprotegiendo por completo la agricultura nacional. Y por supuesto, todo este sistema injusto es financiado por los consumidores ecuatorianos, quienes sin saberlo, ayudamos a mantener y reproducir este sistema aportando miles de millones de dólares al año que van a parar a los bolsillos de mercaderes y fábricas de agrotóxicos, mientras nuestros hermanos y hermanas agricultores, pescadores y recolectores se llenan de sudor y trabajo que nadie valora.

¡Y es por esto que estamos aquí!

Para que todos y todas tengamos alimentos sanos, sabrosos y suficientes, alimentos de nuestra tierra, nuestro mar, nuestro manglar. Para que tengamos alimentos cultivados, recolectados y elaborados por nuestras familias de pequeños y medianos agricultores, pescadores artesanales y pueblos del manglar, hombres y mujeres campesinas, indígenas, cholas, mestizas, negras y montubias. Familias y pueblos trabajan, cuidan, respetan y veneran  la tierra, el agua y todos nuestros recursos, para garantizar nuestro derecho y el derecho de nuestros hijos  y generaciones futuras a disfrutar de tanta riqueza con la que hemos sido privilegiados.

NO VAMOS A CONTINUAR por el camino del agronegocio neoliberal sin escrúpulos que ha despojado el derecho campesino y arrasa con todo. VAMOS A CONSTRUIR el camino de una agricultura para la vida que genere trabajo  auténtico y  una economía solidaria; que recupere el control de la tierra, el agua y la semilla para la agricultura familiar, campesina, indígena; que devuelva el mar y el manglar a nuestros pueblos pescadores y recolectores.

NO VAMOS A CONTINUAR por el camino de la tecnocracia empresarial y la revolución verde, que han desconocido y desvalorizado el conocimiento profundo de nuestros pueblos y que han contaminado la tierra, el agua y nuestro alimento, enfermando a miles de agricultores y consumidores.  VAMOS POR UNA AGRICULTURA SOSTENIBLE, vamos por la agroecología, por una nueva tecnología apropiada, que recupere y potencie los saberes y las prácticas ancestrales, donde los agricultores trabajemos en alianza con la naturaleza y no en contra de ella; donde defendemos la fertilidad de la tierra.

NO VAMOS A CONTINUAR por el camino del monocultivo expansionista e insostenible y la pérdida de nuestra riqueza mayor que es la biodiversidad. VAMOS  A CONSTRUIR sistemas productivos diversificados, integrales; vamos a recuperar y conservar nuestra semilla y nuestro patrimonio.

NO VAMOS A CONTINUAR por el camino del mercantilismo que convierte al alimento en un objeto con poco valor, pero con alto precio, en el que unos pocos se enriquecen gracias al trabajo campesino y a la pobreza del pueblo consumidor.  VAMOS por un nuevo sistema de comercio solidario que garantice una remuneración justa al trabajo campesino y permita el acceso de todos y todas a alimentos adecuados.

NO VAMOS A CONTINUAR por el camino de un consumo inconsciente y hasta irresponsable. VAMOS a construir un consumo saludable y sostenible, recuperando formas sanas de preparar, combinar y conservar nuestros alimentos, y vamos a cooperar con las familias agricultoras en la defensa de la tierra, el agua y la semilla.

¡Este es nuestro desafío, de ustedes y nosotros, y esta es la hora de dar un salto hacia la vida!

Por todo esto, la  ASAMBLEA NACIONAL DE ORGANIZACIONES POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA y la CONFERENCIA NACIONAL DE SOBERANÍA ALIMENTARIA (CNSA)

DECLARAMOS AL 2010 COMO

“EL AÑO DE MOVILIZACIÓN NACIONAL POR LA SOBERANIA ALIMENTARIA”

Para lo cual, todas y todos los que suscribimos esta declaratoria nos comprometemos a trabajar en unidad para:

  1. Difundir y sensibilizar a la población ecuatoriana acerca de lo que significa la soberanía alimentaria, promoverla y defenderla como la única alternativa al sistema agrario en colapso, evidenciando las alternativas que por décadas hemos construido y que hoy demostramos como viables.
  1. Construir las nuevas propuestas de Leyes Conexas del Régimen de Soberanía Alimentaria, y de esta manera sentar las bases jurídicas para la transformación del sistema agrario y alimentario de nuestro país.
3
Feb

Los tres años del gobierno de Rafael Correa

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También puede leer:

EL ASESINATO DE RAFAEL CORREA

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Por Jorge Moreno Ordóñez

INTRODUCCION


Luego de la costosa celebración del gobierno de Rafael Correa y su partido Alianza País, el 15 de Enero del 2010 en Ambato, y ante la variedad de criterios vertidos sobre el tema, es necesario realizar una evaluación de los tres años de gobierno.

Una evaluación desde la perspectiva de la izquierda ecuatoriana. Que parta de los hechos, que sea objetiva y multilateral. No debe partir de una adhesión sumisa o adulona al régimen o de la oposición ciega e irracional de la oligarquía neoliberal. Debe ser una evaluación realizada desde una posición de total independencia política tanto del Gobierno, como de las oligarquías neoliberales y de su partidocracia corrupta, responsables de la crisis del país. Una evaluación seria, responsable, poniendo por delante los verdaderos intereses de cambio social y progreso del pueblo y la patria. No se deben mirar solo las ramas. Tenemos que mirar el bosque entero. No debemos perdernos en detalles aislados. Tenemos que ir a  los problemas de fondo. Tiene que abarcar el proceso en su integridad y definir el resultado final de la gestión.

De ahí que, al cumplirse tres años de Gobierno de Rafael Correa, es un tiempo prudencial para preguntarse: ¿El Gobierno de Rafael Correa está trabajando en la dirección correcta de realizar los verdaderos cambios que necesita el Ecuador? ¿Ha habido una revolución en el Ecuador? ¿Está impulsando de verdad,  ese “cambio de época” ofrecido, es decir, cambiar el sistema capitalista imperante por un  nuevo sistema socialista? ¿Por tanto, se está construyendo el socialismo en el Ecuador? o ¿Solamente se están haciendo algunas reformas y cambios secundarios, dentro del mismo sistema capitalista imperante?

Son preguntas que merecen una respuesta, y estas deben ser objetivas, claras, directas, fundamentadas, basadas en los hechos de la realidad cotidiana.

Quito, 24 de Enero del 2010.

Ing. Jorge Moreno Ordóñez

I

LA CRISIS DEL NEOLIBERALISMO EN EL ECUADOR Y LAS OFERTAS ELECTORALES DE RAFAEL CORREA

Al inicio de su vertiginosa carrera electoral en el 2006, Rafael Correa proclamó que su gobierno terminaría con el neoliberalismo y “la larga y triste noche neoliberal”. Proclamó y ofreció que no sólo vivimos una época de cambios, sino UN CAMBIO DE EPOCA. Dijo que su gobierno sería “revolucionario” y que en vez del neoliberalismo establecería el “socialismo del siglo XXI”

Como sabemos, en el Ecuador, al igual que en la mayor parte del mundo, rige el sistema capitalista. El neoliberalismo, como un modelo económico capitalista privatizador, que fue  impuesto por los gobiernos de Estados Unidos de América, junto con las oligarquías ecuatorianas y sus gobiernos de la partidocracia corrupta, trajo para el pueblo  y  la nación, una gran tragedia económica, política y social.

Por ello, durante cerca de treinta años, el pueblo ecuatoriano, con sus mejores hijos e hijas demócratas, patriotas y revolucionarios a la cabeza, lo combatió valerosamente en las calles y campos de la patria, desenmascarándolo y derrotándolo política y electoralmente, al igual que a sus abanderados, ideólogos y ejecutores de la vieja partidocracia corrupta.

Cuando Rafael Correa en las elecciones del 2006 hizo su propuesta electoral de “terminar con la larga y triste noche neoliberal”, él simplemente recogió esa realidad, ese anhelo de cambio y ese clamor popular. Por eso, recibió el respaldo esperanzado y mayoritario del electorado y se benefició electoralmente de los frutos de esa larga lucha popular, en la cual nunca lo vimos, porque estaba becado en Bélgica, en la Universidad de Illinois en Estados Unidos de América o prestando sus servicios en la Universidad San Francisco de Quito, la más cara y privilegiada del país.

Para tener una mejor comprensión de estos tres años de gobierno, debemos identificar dos momentos:

1)        El que fue desde su posesión presidencial el 15 de enero del 2007 hasta las elecciones de Abril del 2009; y,

2)        El presente, desde su reelección presidencial en abril del 2009, hasta el 15 de enero del 2010.

En la primera parte, el triunfo electoral de Rafael Correa en el 2006 y la instauración de su gobierno el 15 de Enero del 2007, se produjo precisamente porque en campaña electoral, al ofrecer al pueblo terminar con la larga y triste noche neoliberal  y cambiar el modelo neoliberal por el “socialismo del siglo XXI”, hizo una propuesta de izquierda. Triunfó porque su Programa de Gobierno fue precisamente el programa de cambio social que la izquierda ecuatoriana levantó durante años de lucha. Por eso recibió el amplio apoyo del electorado.

En la segunda parte, que viene desde Abril del año pasado, en que ganó la reelección presidencial en la primera vuelta, hasta hoy, la realidad es otra, radicalmente diferente. Ya no estamos en campaña   electoral, en discursos de ofertas y cánticos de propaganda. ¡No! Ahora estamos en un nuevo momento, de trabajo, de realizaciones, de cumplimiento de las ofertas, de resultados y soluciones prácticas y efectivas a los graves problemas del Ecuador. Estamos en un momento en que las ofertas electorales tienen que cumplirse en realidades.

II

LOS TRES AÑOS DE GOBIERNO DE RAFAEL CORREA DEJAN RESULTADOS POSITIVOS Y NEGATIVOS.

Para el gobierno y sus seguidores más entusiastas, especialmente para aquellos funcionarios que se encuentran disfrutando de los buenos sueldos y prebendas, de costosos y deliciosos viajes de turismo político o de jugosos negocios del estado que alumbran una nueva generación de nuevos ricos, todo lo que ha ocurrido en estos tres años es la máxima maravilla.

Para los representantes de las oligarquías y del imperio norteamericano, de  la vieja y repudiada partidocracia corrupta, de los que festinaron las inmensas riquezas naturales y los fondos públicos y se enriquecieron a costa del dolor y la miseria de millones de pobres e indigentes del país, en cambio, no vale nada en estos tres años, todo es negativo. Sueñan con su  retorno, el retorno de los brujos a la administración pública, para hacernos retroceder al pasado neoliberal.


En cambio para nosotros, los hombres y mujeres de pensamiento democrático y patriótico, de los que jamás hemos traicionado a la patria ni hemos ensuciado nuestras manos con el fruto de la corrupción o del crimen contra los intereses del pueblo y la nación, pensamos que debemos observar las dos caras de la medalla, los hechos positivos y negativos que se han producido y sacar una conclusión objetiva.

¿Cuáles son algunos de los HECHOS POSITIVOS  que se han producido en estos tres años, en lo económico, político y social? Resumamos los más importantes:

-           La aprobación y vigencia de una nueva y progresista Constitución Política de la República, en reemplazo de la vieja y atrasada Constitución neoliberal;

-           La finalización de la Base militar norteamericana en Manta, como una expresión de una política nacionalista y de resistencia a las órdenes del pentágono;

-           El alza del bono de la pobreza de $15 a $35 mensuales para un millón seiscientos mil pobres e indigentes;

-           El alza del bono de la vivienda a 5.000;

-           El no pago del aporte de $25 en la educación primaria;

-           La entrega de uniformes y desayunos escolares en varias escuelas;

-           El no pago de la consulta externa en los hospitales públicos;

-           La importante inversión en obra pública como la construcción de carreteras y puentes.

-           La reducción del monto del pago de la deuda externa y la utilización de esos recursos en obra pública;

-           La utilización de la reserva internacional para financiar a pequeños productores.

-           La inversión en el sector eléctrico para la futura construcción de centrales hidroeléctricas como Coca Codo Sinclair, Sopladora, Toachi – Pilatón;

-           El proyecto de construcción de la Refinería del Pacífico; etc.

-           La incorporación al ALBA, (más, el entusiasmo simulado se mostró de cuerpo entero con motivo de la inasistencia del Presidente Correa a la última reunión realizada en Cuba).

Estas y otra medidas, están bien. Apuntan en lo fundamental a atender problemas inmediatos de la población, es decir ataca a los efectos de los problemas. Más, en ningún caso resuelven la causa de fondo de esos problemas, relacionados con la estructura misma del caduco sistema capitalista, que solamente pueden ser resueltos con una revolución verdadera.

La realidad, así mismo, nos muestra la otra cara de la medalla, nos deja algunos HECHOS NEGATIVOS en los diversos campos de la vida del país, que podemos resumirlos en los siguientes:

-           La nueva constitución de Montecristi, siendo una Constitución progresista, comparándola con la neoliberal anterior, sigue siendo una Constitución del mismo Estado capitalista imperante y es aplicada por el gobierno solo cuando le conviene.

-           La continuidad del bono de la pobreza como un instrumento, como una limosna cristiana de un dólar diez centavos diarios, que el Estado da a  un millón seiscientos mil pobres e indigentes, para eternizarlos en su condición precisamente de pobres a indigentes. Como dice Correa, “Prohibido olvidar” que este bono de la pobreza, ahora peluconamente llamado “bono de desarrollo humano”… (?) es una medida neoliberal, impuesta hace 10 años por el nefasto gobierno de Jamil Mahuad, en cumplimiento de las políticas económicas del Banco Mundial, dirigido por EE.UU. Los ecuatorianos no necesitan para vivir humillantes limosnas cristianas, necesitan trabajo y salarios dignos.

-           El desempleo y el subempleo se mantienen y aumentan, llegando juntos a cerca del 70%; con la novedad del consuelo gobiernista que se ufana que en otros países es más alto el porcentaje. Como dice la sabiduría popular “mal de todos, consuelo de bobos…”.

-           Aumenta la emigración. Todos los días el número de ecuatorianos que emigran al exterior crece, por falta de oportunidades en nuestro país.

-           El costo de la vida sube todos los días. Está por las nubes, creciendo con ello las necesidades y angustias de las familias ecuatorianas.

-           Los sueldos y salarios siguen por los suelos,  con un básico de $240, que no llega ni  a la mitad del costo de la canasta familiar que está en $512. La gran conquista laboral de la gente ha sido reducida a mantener el puesto de trabajo a como dé lugar, aunque sea con ese salario de miseria.

-           La oferta de alza salarial del gobierno es distribuir mensualmente el décimo cuarto y décimo quinto sueldos, para aparentar demagógicamente un alza salarial, que en ningún caso llega  al llamado “salario digno” de $360 anunciado por Correa, peor al costo de la canasta familiar de $512.

-           La toma de los fondos del IESS para cubrir gastos del Estado y pagar la deuda externa, en perjuicio de la atención de los afiliados que son los dueños de esos fondos.

-           La crisis agropecuaria generada por el neoliberalismo sigue igual o peor que antes. Los centenares de miles de trabajadores del agro, en la costa, sierra y amazonia, siguen hundidos en el abandono, sin tierra para trabajar; unas veces sin riego, víctimas de la sequía, y otras veces víctima de las inundaciones; sin el crédito necesario y ventajoso; sin las semillas mejoradas ni el asesoramiento técnico, sin precios justos para sus productos. Las medidas del gobierno, como los tragicómicos “kits agropecuarios”, son ofensivas limosnas cristianas para el agro que no han resuelto absolutamente nada.

-           La represión del gobierno contra el pueblo. El desconocimiento de los derechos de los trabajadores, indígenas, montubios, jubilados, maestros, universidades, etc., y la cruenta represión policial y militar, lanzada contra el pueblo en Dayuma y Morona, con la  muerte del indígena Bosco Vizuma, los despidos intempestivos a los trabajadores y dirigentes sindicales de PETROECUADOR, demuestran que la violencia del Estado y su gobierno, es contra el pueblo. No existe NI UN SOLO BANQUERO NI OLIGARCA LADRON PRESO.

-           La delincuencia y la inseguridad ciudadana aumenta sin freno, en medio del desempleo y la crisis. La mayor inversión en más armas y policías no da ni dará resultados efectivos, porque el gobierno no parte del criterio justo de que a la delincuencia se la combate ante todo dando trabajo y buenas condiciones de vida a la gente y no toma las medidas correctas y necesarias para que así sea.

-           El petróleo sigue en manos de las transnacionales. En materia petrolera, los millonarios y vende patria contratos petroleros, impuestos por los gobiernos de la partidocracia corrupta de Febres Cordero, Sixto Durán, Bucaram, Mahuad, Noboa, Gutiérrez, siguen vigentes, intocados. Lo que es más, han sido dolosamente renovados en términos que violan la nueva constitución. Así, el gobierno está asegurando los multimillonarios negociados de las multinacionales petroleras, que siguen llevándose el 80% de la producción petrolera y dejando al Ecuador, que somos los dueños, el mismo 20% establecido por los anteriores gobiernos corruptos.

-           La Amnistía a delitos comunes, dada por la Asamblea Constituyente a conocidos funcionarios corruptos como el ex - Presidente Gustavo Noboa, “padre espiritual” de los hermanos Correa -según el hermano mayor Fabricio- fue gestionado personalmente por el propio Presidente Rafael Correa, según sus propias declaraciones.

-           La corrupción sigue anidada en Carondelet. A ese vergonzoso indulto se suman los múltiples escándalos de actos de corrupción por millones, especialmente en el sector  petrolero. Allí están las manipulaciones y violaciones legales que rodean la entrega, por parte del gobierno, del campo petrolero Palo Azul a las chequeras de los banqueros prófugos Isaías, con una pérdida para el pueblo de $350 millones por año. Allí el negociado millonario a la empresa IVANHOE, ordenado personalmente por el Presidente Correa. Allí la entrega del campo Sacha que debe ser explotado exclusivamente por PETROECUADOR. Allí el reciente escándalo relacionado con la explotación o no del ITT, que motivó la renuncia del  ex – Canciller Fander Falconí, que se suma a la separación anterior de Alberto Acosta, dos altos dirigentes del Proyecto de gobierno, que ha sido abandonado por el Presidente Correa, según la denuncia de ellos. “Prohibido olvidar” que Rafael Correa fue testigo de honor en Brasilia, en Marzo del 2007, de la firma del memorándum de entendimiento entre PETROECUADOR Y PETROBRAS, mediante el cual se le entregaba a dedo la explotación del ITT a PETROBRAS, en clara violación de la Ley de Hidrocarburos. Ahora Correa se rasga las vestiduras diciendo que él es el principal propulsor de la propuesta de mantener el petróleo en tierra en el ITT. (?)

-           ¿Y qué decir del multimillonario negociado DE MÁS DE VEINTE Y CINCO MIL MILLONES DE DOLARES, relacionado con la entrega de la concesión de las telefonías celulares a PORTA Y MOVISTAR, por  700 millones por un período de quince años? Perjuicios al Estado y actos de corrupción, que dejan como juego de niños los contratos de carreteras por 300 millones del hermano mayor Fabricio Correa y la familia Correa Delgado, (según sus propias declaraciones), cuya  pelea “fratricida”, asoma como un tongo y una cortina de humo para tapar otros grandes y multimillonarios perjuicios al Ecuador.

-           Para poner la “cereza a la torta” del nuevo festín económico en el Ecuador, debemos agregar el gran APAGON de fin de año, que en medio de la obscuridad nos permite ver el apagón de la revolución ciudadana. “Prohibido olvidar”: ¿Cuál fue el  “estúpido gobierno” que ordenó no asegurar la generación termoeléctrica para impedir los apagones que durante 12 años no se habían producido? ¿Serán los gobiernos anteriores o el gobierno actual?

-           La invasión militar, la violación a la soberanía nacional y los crímenes de Angostura, siguen sin sanción. Finalmente, hay que recordar el sangriento caso de la invasión militar al Ecuador en Angosturas, por parte del gobierno terrorista de Colombia, encabezado por Álvaro Uribe, en asocio con la CIA norteamericana y con conocimiento de varios funcionarios del gobierno, las Fuerzas Armadas y la Policía ecuatorianos. Pisotearon y humillaron la soberanía nacional, asesinaron a diestra y siniestra en territorio nacional, incluso a un ecuatoriano, Franklin Aisalla. ¿Y qué ha pasado? Luego de la inicial euforia del Presidente Correa en los foros internacionales, rechazando la agresión y denunciando a Uribe, resulta que hoy el Estado ecuatoriano no ha acusado judicialmente en firme a ninguno de los responsables directos de esta invasión y masacre. El Presidente colombiano Álvaro Uribe, su Ministro de Defensa Santos y los jefes de las Fuerzas Armadas y Policiales de Colombia, tuvieron el descaro y el cinismo de declararse públicamente responsables de esos hechos ante la opinión pública mundial. Hasta ahora no reciben ninguna sanción. Y lo que es más grave todavía, el Estado ecuatoriano obligó al fiscal de Sucumbios, a que retire su acusación fiscal contra algunos de estos personajes del terrorismo de Estado colombiano, legalizando así la invasión militar colombiano – norteamericana y la masacre ejecutada en suelo patrio. ¿Será por esto quizás,  que el Presidente Correa, en su Enlace Ciudadano del sábado 23 de Enero del 2010, se ufanó diciendo “que ahora, hasta el propio Uribe nos felicita porque cuidamos la frontera”…??? “El pez por su propia boca muere…” dice la sabiduría popular. Si tomamos sus propias palabras de: “Dime quien te defiende y te diré quién eres…” Cualquier comentario sobre estas felicitaciones  de Uribe a Correa están por demás.

Estas  realidades enumeradas, deben permitirnos establecer ¿Qué pesa más en estos tres años de gobierno: los HECHOS positivos o los HECHOS negativos?

Dependiendo de qué entendamos por “positivos” y qué por “negativos”, la respuesta la debemos tenerla cada uno de nosotros, en nuestras propias conciencias.

III

¡EN ESTOS TRES AÑOS EN EL ECUADOR NO HA HABIDO NINGUNA REVOLUCION Y MUCHO MENOS SOCIALISMO!

El verdadero rumbo que el Gobierno de Rafael Correa imprime al Ecuador, es el rumbo capitalista, no es el rumbo socialista.

Los pocos e incompletos HECHOS positivos y negativos enumerados anteriormente, son suficientes para ver claramente que bajo el Gobierno de Rafael Correa, el sistema capitalista en el Ecuador sigue vivo; que es un “muerto” que goza de buena salud; así mismo, que la llamada “revolución ciudadana” no ha revolucionado nada. Y que, en definitiva: ¡EN EL ECUADOR NO HAY NINGUNA REVOLUCION Y MUCHO MENOS SOCIALISMO!

Tenemos que destacar, por cierto, que Rafael Correa es un mejor administrador del Estado capitalista que los anteriores gobiernos de la vieja partidocracia corrupta, como Gutiérrez y los demás. Lo nuevo que aporta el Presidente Correa, es reemplazar en parte el modelo neoliberal de las privatizaciones, con algunas escasas y pequeñas medidas de reforzamiento del sector público.

Pero, como buen defensor del sistema imperante, el grueso de su pensamiento filosófico y su acción política, está dirigido a los remiendos, maquillajes, “correcciones” del Estado capitalista; a la democratización del capital, alas mínimas reformas y modernización del sistema capitalista para hacer más eficiente precisamente al caduco Estado capitalista. El mismo Rafael Correa confirma este acierto, cuando declara que: “Estamos reconstruyendo el Estado central.” Se refiere al Estado vigente, al Estado capitalista.

El modelo neoliberal, impuesto por el imperio norteamericano y la partidocracia corrupta, sigue básicamente vigente. Lo único que hace el actual gobierno es, pretender implementar algunas medidas de un tímido capitalismo popular.

En el Ecuador no hay socialismo, ni este gobierno lo está construyendo, ni lo construirá nunca. El Socialismo es una elevada categoría económica, política e ideológica en beneficio de los verdaderos intereses de los trabajadores y de la humanidad entera. Se basa en principios científicos como el Materialismo dialéctico y el Materialismo Histórico, a los cuales Correa pública y reiteradamente los ha rechazado. Propugna la socialización de la propiedad de los principales medios e instrumentos de producción en una bien organizada y moderna economía del sector público. Tiene como finalidad terminar para siempre con la explotación del hombre por el hombre, terminar con las riquezas y privilegios de los ricos y con la pobreza y miseria de los pobres. Pugna por establecer una nueva sociedad en donde todos los seres humanos seamos iguales, que tengamos igualdad de oportunidades, que desaparezcan las desigualdades sociales entre los hombres y las mujeres, entre los habitantes de las ciudades y los campos, entre el trabajo intelectual y físico. El socialismo es en definitiva, una nueva sociedad, basada en las leyes científicas de la naturaleza, de la vida, de la sociedad humana y del pensamiento del ser humano. En esa nueva sociedad, radicalmente distinta del egoísmo, la avaricia, la explotación y el enriquecimiento de unos pocos a costa del sufrimiento de la abrumadora mayoría, seguramente surgirá el hombre nuevo con el que soñó el CHE, por el cual trabajó y luchó toda su vida por el cual derramó su generosa y fecunda sangre.

Hoy, el Presidente Rafael Correa, manipula consciente y grotescamente el término “socialismo”, para desprestigiar el Socialismo Científico, para denigrarlo, para hacer creer que su obra de gobierno es el “socialismo”, para confundir al pueblo ecuatoriano y así, tratar de impedir que el Ecuador vaya por ese rumbo histórico.

El Socialismo Científico, por encima de las manipulaciones de sus enemigos jurados, sigue y seguirá siendo la esperanza válida, no solo de los trabajadores y el pueblo ecuatorianos, sino de la humanidad entera.

IV

EL GOBIERNO DE RAFAEL CORREA ES EL RESPONSABLES PRINCIPALES DE LA ACTUAL SITUACION DEL ECUADOR.

Es cierto, como lo hemos denunciado durante muchos años, que los anteriores gobiernos de la vieja partidocracia corrupta, son responsables directos de la crisis que ha soportado el Ecuador en los últimos treinta años.

Pero a esta altura del proceso histórico del Ecuador, y especialmente en estos últimos tres años, ellos ya no son los únicos responsables, como argumenta el  Presidente Correa, para lavarse las manos de lo que hoy está ocurriendo en nuestro país, como lamentablemente ocurrió con en el problema de los apagones, cuando dijo que todo era culpa de los gobiernos anteriores.

Hoy en día, también son responsables directos del agravamiento de la crisis que soporta el Ecuador, la nueva Junta de Administradores de los Intereses del Estado capitalista: El actual gobierno encabezado por Rafael Correa, cuyo gabinete es esencialmente de derecha; la Asamblea Nacional, controlada por el gobierno y que se diferencia del viejo Congreso solo por su nombre; la mayoría de representantes de los gobiernos locales ligados al gobierno y a la vieja partidocracia como Nebot, los gutierristas y otros; y, el Partido gobernante Alianza País.

Rafael Correa, Jefe de esta Nueva Generación de Administradores del Estado capitalista imperante, ha proclamado varias veces que su filosofía y política es “la Doctrina Social de la Iglesia” Católica  y su “opción preferencial por los pobres”.

Es decir, la misma filosofía y política, que proclamaron a su tiempo los Demócratas Cristianos Oswaldo Hurtado Larrea y Jamil Mahuad Witt, miembros de la vieja partidocracia corrupta, defensores del sistema. Ellos, para encubrir su verdadera naturaleza y ejecutar sus nefastos designios en contra del Socialismo y en defensa del capitalismo, decían  demagógicamente,  que querían un “Socialismo comunitario”.

Es público y notorio, que Rafael Correa y varios de sus ministros (as) de Estado, cuando eran estudiantes en la Universidad Católica de Guayaquil en los años ochenta, fueron miembros de las juventudes demócratas cristianas durante el gobierno de Oswaldo Hurtado. Ahora, partiendo de sus antecedentes, de sus proclamas publicas y más que nada de los hechos, no cabe la menor duda, que Rafael Correa y su más íntimo círculo gobernante, son los Demócratas Cristianos del Siglo XXI, inspirados en la misma filosofía y política  de la DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA CATOLICA y su OPCION PREFERENCIAL POR LOS POBRES, de sus predecesores Oswaldo Hurtado  y Jamil Mahuad. La única diferencia que podemos encontrar hoy, es que Rafael Correa, en vez del llamado “socialismo comunitario” de Hurtado, encubre sus verdadera naturaleza y propósitos de modernizar el capitalismo con un supuesto “socialismo del siglo XXI”.

V

LAS SOLUCIONES A LA CRISIS DEL ECUADOR TIENEN QUE SALIR DEL ECUADOR PROFUNDO.

El “cambio de época” ofrecido por Rafael Correa no asoma por ninguna parte. Fue una oferta electoral para ganar votos, y no para hacer una revolución y peor para construir el socialismo.

Las soluciones del gobierno de turno están a la vista, las vivimos todos los días, no funcionan o funcionan menos que a medias; se basan en un reiterado y grotesco asistencialismo, propio del  más repudiable populismo. Como consecuencia de ello, hoy los ricos son más ricos y los pobres son más pobres.

Por otro lado, las soluciones a la crisis planteadas por las oligarquías neoliberales y la vieja y destartalada derecha encabezada por los Nebot, Gutiérrez, Álvaro Noboa y otros, ya demostraron hace rato que no sirven. Siempre significaron más agravamiento de la crisis.

Ninguna de las dos opciones, ni la del gobierno de turno, ni la de la partidocracia neoliberal,  sirven a los verdaderos intereses del pueblo y la nación. Ambas opciones sirven para reforzar el estatu-quo y para agravar la crisis, la miseria popular y el atraso nacional.

Por ello, NO debemos retornar, por ningún concepto, al pasado neoliberal de oprobio. Pero tampoco podemos quedarnos inmovilizados o continuar por la ruta equivocada que nos imponen los gobernantes de turno. Tenemos que avanzar hacia un proceso político de verdaderos cambios revolucionarios, patrióticos y populares.

El momento histórico que vive el Ecuador, demanda del surgimiento de una nueva fuerza política de profundo contenido patriótico y popular. Un nuevo movimiento o partido político, radicalmente distinto a todos los de la vieja y nueva partidocracia, que conciba, inspire, organice y lidere, una verdadera Revolución Patriótica y Popular.

Que establezca un gobierno que tome medidas directas para recuperar las enormes riquezas naturales como el petróleo, gas, minerales, agua y otros, en beneficio del pueblo y la patria. Que realice inmediatamente una profunda transformación en el agro ecuatoriano y promueva una gran desarrollo agroindustrial en el país, garantizando el trabajo a los desocupados con un salario justo; que asegure la alimentación, salud, educación, vivienda, no con mentirosos y ofensivos bonos de la miseria, sino con trabajo digno para todos. Un nuevo gobierno que organice una verdadera Revolución Patriótica y Popular, basada en el establecimiento de una economía mixta, que combine correctamente la gran economía del sector público con la adecuada participación e inversión del sector privado, nacional o extranjero, al que el Estado debe darle seguridad en su inversión y garantizarle una rentabilidad adecuada, partiendo siempre del principio que el Estado debe tener como mínimo el 51% de participación. El sector público de la economía debe convertirse  en la locomotora que mueve toda la gran economía del Ecuador. Debe establecer las nuevas bases estructurales, para que más adelante el pueblo ecuatoriano pueda escoger libre y democráticamente, si así lo considera conveniente, la opción preferencial del Socialismo Científico en el Ecuador.

Hoy más que nunca está en el orden del día, la gran tarea de la unidad política, programática y organizativa, de los centenares de miles de desempleados, víctimas de la miseria y la marginación; de los trabajadores, atropellados en sus derechos, ultrajados y despedidos por el gobierno; de los  indígenas y campesinos abandonados a su suerte en el sector agropecuario; de los maestros y estudiantes marginados de una verdadera educación científica y democrática; de los profesionales discriminados por la soberbia de los gobernantes. Hoy más que nunca, es la hora de la gran unidad política de todo el pueblo ecuatoriano, para impulsar el verdadero cambio revolucionario de la sociedad.

La Experiencia de estos tres años de Gobierno de Rafael Correa y su partido Alianza País, nos enseña que “la larga y triste noche neoliberal”, sigue más noche que nunca y que el nuevo amanecer ofrecido no llega. Cada día un mayor porcentaje de ecuatorianos siente una mayor frustración, desilusión y decepción del gobierno. Solo un 40% cree ahora en él y la tendencia es a la baja. El pueblo pide rectificaciones. Más, las esperanzas de “rectificaciones” profundas e inmediatas por parte del gobierno, en la dirección de los verdaderos cambios que necesitamos, son inútiles.

En las celebraciones de Ambato, Correa dijo que “En tres años no se puede resolver el atraso de 200 años”. Con su filosofía Demócrata Cristiana, no los resolverá ni en los 300 años que ilusamente dice que durará su gestión. Lo que es más, en la mentalidad colectiva del pueblo y del Ecuador profundo, va surgiendo un pensamiento que avanza como el trueno que anuncia tempestades: “Tres años más… no lo aguanta nadie…”.

¡UNAMONOS, ORGANICEMOS UNA NUEVA ALTERNATIVA POLITICA A NIVEL NACIONAL Y AVANCEMOS DEL APAGON DE LA “REVOLUCION CIUDADANA”, HACIA LA LUZ DE UNA VERDADERA REVOLUCION PATRIOTICA Y POPULAR Y POR EL SOCIALISMO CIENTIFICO EN EL ECUADOR!

28
Ene

Obama, un año después

Atilio Boron

A la memoria de Howard Zinn,
maestro, camarada y amigo

ALAI AMLATINA, 28/01/2010.- Al cumplir un año la Administración Obama presenta inequívocos signos de deterioro. Según el Rasmussen Report, dedicado a producir un seguimiento día a día de la popularidad de los presidentes de Estados Unidos, en apenas un año la aprobación popular de la gestión de Obama descendió desde un 65 % el día de su inauguración al 47 registrado el 27 de enero del 2010. En esa misma fecha la encuestadora Gallup le asignaba un porcentaje levemente superior de aprobación popular: 48 %, desde un 69 % inicial.

Las razones de esta rápida declinación son muy variadas: la crisis general capitalista ha generado un profundo descontento popular que las ortodoxas medidas adoptadas por la nueva administración para enfrentar la crisis fundamentalmente, el multimillonario rescate de los grandes oligopolios a costa del gasto social y la muy injusta repartición de los esfuerzos para superarla- no hacen sino acentuar. En los días previos a su discurso ante el Congreso y golpeado por la inesperada pérdida de la banca senatorial en el Estado de Massachussets, tradicional bastión del partido Demócrata, Obama anunció su intención de establecer regulaciones más estrictas sobre los bancos y el sector financiero y, además, de promover un conjunto de medidas tendientes a favorecer la creación de empleos y facilitar el acceso de las familias de los trabajadores a crecientes niveles de educación.

Estas promesas fueron sin duda impulsadas por la derrota electoral y la pérdida de la estratégica super-mayoría en el Senado (60 votos sobre los 100 que componen ese cuerpo) que, entre otras cosas, le permitiría avanzar con su programa de reforma del sistema de salud. Pero también fueron aguijoneadas por la constatación de la indignación popular desatada por el contraste entre las exuberantes ganancias de los principales operadores bancarios y la caída de los ingresos (y el aumento del desempleo) de los trabajadores. Goldman Sachs, tal vez el más importante banco de inversión del mundo, anunció días atrás que en 2009 había obtenido “una ganancia de US$ 3.385 millones, antes del reparto de dividendos, una cifra que resultó seis veces mayor que el beneficio logrado en 2008.” Es decir, para el capital financiero la crisis fue un espléndido negocio, y por eso los gerentes y directivos de Wall Street serán premiados, tal como lo asegura Robert Reich, con una suma cercana a los 25.000 millones de dólares en bonificaciones anuales que serán distribuidas en los próximos meses entre un puñado de privilegiados. Un verdadero escándalo para un país cuya tasa real de desempleo –es decir, incluyendo a los trabajadores indocumentados, los que trabajan a medio tiempo y los que dejaron de buscar empleo- supera ya la marca del 20 % y en el cual las diferencias de remuneraciones entre la gerencia y los trabajadores se ha disparado a las nubes. Hace unos 25 años los primeros percibían salarios que fluctuaban entre 30 y 40 veces por encima de los del trabajador medio; en la actualidad estudios concretos revelan que esa diferencia alcanzó la astronómica cifra de 344 veces. Magia del mercado, que le dicen.

Llegados a este punto es conveniente preguntarse por las razones que produjeron tan fenomenal polarización entre las remuneraciones de unos y otros. Hay dos causas principales: por una parte, las políticas neoliberales de desregulación y liberalización de la vida económica, que removieron los controles existentes desde la época del New Deal y la posguerra que ponían ciertos límites al despotismo del capital. Ronald Reagan comenzó la demolición y sus continuadores, sin excepción, profundizaron esa política. Por otro lado, el radical debilitamiento de los sindicatos: si en la década de los cincuentas más de la tercera parte de los empleados del sector privado estaban sindicalizados, la legislación anti-laboral (“flexibilización” y precarización de la relación obrero-patronal) promulgada desde los años ochenta hicieron que la proporción de trabajadores encuadrados en organizaciones sindicales se desplomara a un 7 % en los últimos años. Investigaciones empíricas demuestran que en las empresas sin sindicatos los gerentes tienen sueldos y compensaciones un 20 % superiores a las de sus colegas en empresas en donde existen sindicatos; y que los trabajadores en las primeras perciben ingresos muy superiores a los que reciben quienes se desempeñan en otras en las cuales no hay actividad sindical.

Lo anterior revela los alcances del proceso de intensificación de la explotación capitalista en Estados Unidos y la exacerbación de la concentración de la riqueza en manos de la clase dominante. En cierto sentido podría pues decirse que en ese país asistimos a una situación en la cual la lucha de clases se desenvuelve sordamente bajo un espeso velo ideológico que impide a las clases y capas subalternas adquirir una verdadera comprensión de sus propias condiciones de existencia y las causas de sus pesares. Toda la industria cultural norteamericana ha sido diseñada para negar la existencia de las clases y su irreconciliable contradicción. La permanente invocación y exaltación del American Dream -que llegó a su apoteosis con la llegada de un afro-americano a la Casa Blanca- no es sino ese cemento ideológico del cual hablaba Gramsci y mediante el cual los víctimas del sistema se culpabilizan a sí mismas de sus miserias y fracasos e inocentizan al sistema capitalista por sus desdichas y padecimientos. Lucha de clases velada y, además, atrofiada, porque la crisis del movimiento obrero, el derrumbe del sindicalismo y la claudicación del partido Demócrata (que abandonó por completo su antigua pretensión de representar a las capas medias y los trabajadores para entregarse de cuerpo y alma a los yuppies del capital financiero) dejan a la enorme masa de trabajadores asalariados norteamericanos huérfana de toda expresión política y sindical y, por eso mismo, sin capacidad para poner coto a las exacciones a que se ve sometida por la clase dominante. Bajo estas condiciones, los anuncios y la retórica de Obama difícilmente puedan surtir algún efecto: se requiere mucho más que palabras y discursos, y parece que eso es todo lo que aquél puede ofrecer al menos por ahora.

El deterioro de la situación social en los Estados Unidos puede graficarse elocuentemente si se repara que a partir del 2008 “7 millones perdieron su empleo, ... 1 de cada 8 (norteamericanos) se alimenta a través de vales de comida y 1 de cada 5 dice que el año pasado tuvo serios problemas para dar de comer a los suyos.” También, si se tiene en cuenta que “si antes de las reaganomics (en los años 70s ) el 10% más acomodado capturaba menos de un tercio de la riqueza -igual no era poco-, hoy se alza con la mitad.” Esto constituye el telón de fondo de los recientes anuncios de Obama. Son también, por supuesto, factores que explican la abrupta caída en la popularidad presidencial. De todos modos, bastó que aquél hiciera algunos anuncios previos en relación a estos programas para que el establishment norteamericano y sus voceros reaccionaran con virulencia, fulminando al ocupante de la Casa Blanca con el rótulo de “populista” por su fuerte “retórica en contra de los bancos.”

Pero el malestar y la debilidad de Obama tiene también otras fuentes: una de ellas es la generalizada sensación de que la “guerra infinita” de George W. Bush es una pesadilla interminable que se agrava con el paso del tiempo, tal como lo demuestran las fatídicas noticias que a diario llegan de Irak, Afganistán y Pakistán. Y si bien en su alocución al Congreso Obama aseguró que las tropas estacionadas en Irak regresarían a casa en Agosto son pocos los que creen en semejante promesa. Es más, no sería absurdo conjeturar que la creciente militarización de las relaciones hemisféricas -con base en Colombia, convertida en la Israel latinoamericana- podría tener como consecuencia la apertura de un tercer frente bélico, ahora en esta parte del mundo. La obsesión por derrocar a Hugo Chávez y “normalizar” el cuadro político latinoamericano podría llegar a precipitar tal desatino.

A ello agréguese la muy difundida percepción de que la decadencia del “imperio americano” no encuentra en el ocupante de la Casa Blanca el piloto de tormentas que se necesita para enfrentar tan delicada situación agravada, además, por la creciente complejidad de un escenario global caracterizado por: (a) la aparición de nuevas actores dotados de extraordinarios recursos –China, en primer lugar, pero también India, Rusia y la misma Unión Europea- y (b), por el surgimiento de inéditos desafíos, como el cambio climático, la crisis del agua, el terrorismo internacionalizado y el tráfico ilegal de drogas, personas y armas, cuestiones estas que ponen en entredicho la eficacia de los mecanismos tradicionales de intervención en el sistema internacional.

Por eso, a poco andar, las promesas electorales de Obama se fueron abandonando sin mayores explicaciones. Su decepcionante conducta en la Cumbre de Copenhagen demostró claramente la tibieza de sus afanes innovadores. Y lejos de “desmilitarizar” la política exterior de Estados Unidos lo que hizo Obama, sin fuerzas para sobreponerse a las presiones de sus generales y el “complejo militar-industrial”, fue delegar cada vez más sus prerrogativas como comandante supremo de las fuerzas armadas en manos del establishment. Una buena prueba de ello la ofrece el hecho de que el presupuesto militar aprobado para este próximo año es el mayor de toda la historia de Estados Unidos, superando con largueza el billón de dólares (un millón de millones de dólares) si se consideran los gastos militares efectuados por todos los departamentos de la Administración federal y no sólo por el Pentágono. Lejos de revertir el papel dominante del Departamento de Defensa en la formulación de la política exterior, que es uno de los legados más funestos de la era Bush Jr., lo que hizo Obama fue proseguir en el mismo curso, algo que podía fácilmente pronosticarse a partir de la ratificación de Robert Gates al frente del Pentágono, nombrado como se recordará por su predecesor en reemplazo de Donald Rumsfeld. La gira por Asia mostró, además, a un presidente norteamericano a un paso de la humillación en su visita a China, y con Japón reclamando cada vez con más energía la redefinición de las relaciones nipo-estadounidenses constreñidas aún por los leoninos arreglos de la postguerra y las secuelas de la Guerra Fría.

En lo que hace a esta parte del mundo el desempeño de Obama fluctúa entre la intrascendencia y, otra vez, la continuidad con las políticas de Bush Jr. Pese a sus promesas de cerrar en el plazo de un año la cárcel ilegal que mantiene en la base naval de Guantánamo Obama tuvo que reconocer que tal cosa será imposible, al menos por ahora. La Cuarta Flota sigue navegando nuestras aguas y ahora los marines (unos 14.000 al día de hoy) asumieron el control de una devastada Puerto Príncipe que necesita médicos, trabajadores sociales, ingenieros y arquitectos y no máquinas de matar. El objetivo, claro está, es reforzar hasta el paroxismo su control territorial en la región, y el terremoto y la posterior tragedia haitiana le brindó a Washington una magnífica excusa, al igual que el derrumbe de las Torres Gemelas lo hizo para lanzar los planes belicistas de Bush y compañía. El comportamiento de Obama durante el golpe de Honduras fue, al principio errático, pero luego que la Secretaria de Estado Hillary Clinton fijara la postura de los sectores dominantes del imperio -que encuentran en ella a su más calificada y confiable representante- y caracterizara lo ocurrido en ese país centroamericano como un “interinato” la Casa Blanca se plegó a la línea emanada del “gobierno permanente” de Estados Unidos y, en la actualidad, ha convalidado plenamente el golpe por la vía del reconocimiento de la validez de unas elecciones tan fraudulentas y viciadas que la OEA y el Centro Carter decidieron que no valía la pena monitorear.

Como si lo anterior fuera poco Obama no hizo absolutamente nada en relación a la situación de los 5 cubanos prisioneros en las cárceles de Estados Unidos, bajo condiciones que ni siquiera se le aplica al más feroz criminal serial y que fueron sentenciados en un escandaloso juicio que constituye una vergüenza para el sistema judicial norteamericano. En relación al bloqueo a Cuba, condenado por toda la comunidad internacional con la excepción del propio Estados Unidos, su estado-cliente Israel y su protectorado en la Micronesia, Obama no tomó ninguna medida significativa para la eliminación de tan infame política. Como si lo anterior fuera poco firmó con Uribe un tratado por el que se le concede a Estados Unidos el derecho a instalar siete bases militares en Colombia, cuyo objetivo apenas silenciado es el de poder controlar con sus aviones cualquier movimiento significativo que tenga lugar en Sudamérica, hasta las cercanías del Cabo de Hornos. Tal como lo señalara el Comandante Fidel Castro, ese tratado constituye en realidad una anexión de facto de Colombia a los Estados Unidos: sus militares y civiles pueden entrar y salir a voluntad de Colombia, sin utilizar pasaportes. Basta para ello con exhibir un simple carnet de identidad. Los colombianos que quieran ingresar a Estados Unidos, en cambio, son sometidos a toda clase de controles y vejaciones. Los cargamentos que los norteamericanos internen o saquen del país no pueden ser sometidos a fiscalización alguna por parte de las autoridades colombianas.

Pueden importar armas de destrucción masiva, si se lo proponen; y exportar estupefacientes, cosa que ya hicieron en el pasado (recordar el affaire Irán-Contras). Por si lo anterior no bastara, los estadounidenses establecidos en Colombia gozan de total inmunidad diplomática y no pueden ser llevados a los tribunales colombianos por cualquier delito o crimen cometido en ese país. Y este tratado lo firmó Obama, no Bush. Para resumir: al cabo de un año la gestión Obama revela que es más de lo mismo, a pesar de sus recientes arrestos dialécticos que habrá que ver si son sucedidos por iniciativas concretas, cosa que no parece demasiado probable. Noam Chomsky tenía razón cuando advirtió, mucho antes de su elección, que “Obama es un blanco que tomó demasiado sol”.

(Ver el artículo completo, incluidas las notas de pie, en: http://alainet.org/active/35822

- Dr. Atilio A. Boron, director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED), Buenos Aires, Argentina

21
Ene

By: William Sánchez Aveiga

¿Paranoia, manipulación o verdad?

Una supuesta conspiración para desestabilizar a su gobierno, denunció hace poco, el presidente Rafael Correa en uno de sus monólogos sabatinos, cuyo origen, hoy se sabe fue un mensaje electrónico emitido por el Mayor del Ejército Diego Cuvi a varios de sus compañeros, lógicamente preocupado por el futuro de la seguridad social de quienes como miembros de fuerzas armadas se encuentran afiliados al (Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFA).

Sin embargo, hoy es de conocimiento público que el texto del mensaje no contiene absolutamente nada que pueda ser interpretado como un acto sedicioso u ofensivo al gobierno, pese a lo cual, los superiores del Mayor Cuvi han decidido sancionarlo con cinco días de arresto, empañando su carrera militar y afectando con esto también a su esposa que convalece de una dura enfermedad, a sus hijos adolescentes y a toda su familia.

Recordemos que no es la primera vez que el presidente Correa hace declaraciones en este sentido, que luego se comprueba no tienen sustento. Seguramente no faltan ecuatorianos deseosos de verlo fuera de Carondelet, mientras otros aún creen en “su” revolución. Quienes se encuentran en el primer grupo deben considerar lo imprudente que sería romper una vez más la democracia y lo conveniente que sería derrotarlo en las urnas, donde triunfó legítimamente, para lo cual habrán de tener no sólo paciencia sino sabiduría para no ir de lo malo a lo peor.

Pero, recordemos también que ningún ser humano está sobre otro similar; que es el pueblo conformado por la sumatoria de millones de familias quienes somos los mandantes del presidente; y nada justifica la agresión que se hace a una de ellas, cuyo bienestar debe ser el objetivo supremo de un gobierno que dice de si mismo, ser del pueblo. Quienes tenemos sensibilidad nos solidarizamos con el Mayor Cuvi y su familia, al tiempo que solicitamos al presidente Correa, que la próxima vez piense en las consecuencias de sus declaraciones, pues ellas no deben perjudicar a ninguna familia entre sus mandantes.

William Sánchez Aveiga

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